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Alex me llevó en su auto a mi entrenamiento de hoy día. Realmente no tenía muchas ganas de ir, pero Miguel no dejaba de llamarme y escribirme insistiéndome en que fuera. Al llegar lo primero que hice fue despedirme de mi hermano e ir a la tienda más cercana para comprarme algo de comer ya que con por la prisa no pude desayunar en casa. 

Entré al dojo y lo primero que vi fue a Miguel junto a Hawk calentando y hablando así que me acerqué a estos dos.

— ¿De qué tanto hablan chicos? — Hawk fue el primero en alzar la cabeza y verme, pero ni bien conectó miradas conmigo, él apartó la suya. 

Sabía que estaba esperando a que yo le diera alguna respuesta sobre la nota que me dejó anoche, pero lo mejor era no tocar ese tema. 

— Estábamos hablando de Keene y el sensei. — habló Miguel y yo solo fruncí el ceño al no saber nada. 

— ¿Que tienen que ver ambos? —  pregunté aún confundida. 

Miguel dio un suspiro pesado y dijo — Creemos que el sensei es el padre de Robby Keene. — al escuchar esto mis ojos se abrieron de sorpresa.

— ¿Qué dices? — me senté junto a ambos para poder enterarme de todo.

— Hace unos días fui a casa del sensei para dejarle algo que mi madre me encargó. — hizo una pausa y yo hice un gesto para que continuara hablando, la intriga me mataba — Y en el freezer  vi una foto de un niño pequeño. 

— ¿Ya? — mi cara no podía expresar más confusión — Pero pudo haber sido cualquier niño.

— No, Ellie. — Miguel negó con la cabeza repetidas veces — Estoy cien porciento seguro de que era él.

— De acuerdo. — asentí — Pero de todas formas eso no es de nuestra incumbencia, Migue.

— No, claro que si. — intervino Hawk y lo miré con el entrecejo fruncido.

— ¿Ah?.

— Eso explica el por qué nos castigó luego de golpearlo en el torneo. No tengan piedad, salvo con su hijo. — el fastidio del de cabello azul era muy notorio en su rostro. — Ahí si debemos ser nenitas.

— Chicos, ¿vieron el comercial? — justo cuando iba a opinar al respecto, Aisha llegó para decirnos esto. 

— ¿Qué comercial?. — preguntó Miguel.

— El padre de Sam abrió un dojo y ataca a Cobra Kai. — comentó la de lentes y el latino le quitó el celular para ver aquel comercial.

Porque en Miyagi-Do no importa el dinero. Nos importa el karate.

SOMETHING DIFFERENT; demetri & eli/hawkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora