𝐒𝐃 || Ellie LeBlanc se muda a la ciudad de All Valley en donde conoce a Eli y Demetri, con el tiempo ella se hace mejor amiga de estos dos. Pero ¿qué pasara cuando se entere que ambos sienten algo por ella?.
"Son mis mejores...
El fin de semana llegó, realmente necesitaba tomarme un descanso después de trabajar e ir al dojo. Lo bueno era que estaba de vacaciones en la escuela, pero aún así estaba muy agotada.
Alexei preparó el desayuno esta mañana ya que ahora resulta que luego de una semana trabajando aprendió a cocinar una que otra cosa, y sinceramente, le quedaba delicioso.
- ¿Pasa algo? - preguntó Alex, pero yo no le presté atención así que chasqueó sus dedos frente a mi rostro.
- ¿Ah? - fruncí el entrecejo - ¿Qué pasa?.
- Eso mismo te pregunto. Llevas aquí sentada por más de diez minutos y no has visto ni siquiera lo que te preparé para desayunar. - se acercó un poco más a mi - ¿Qué sucede?.
- ¿Cómo sabes cuando alguien te gusta? - pregunté logrando que una gran sonrisa se formara en el rostro de mi hermano.
- ¡No! - grité de inmediato al escuchar lo que dijo - ¡No me gusta Demetri! ¿Qué dices?.
- ¡No mientas! - me señaló de manera amenazadora - Veo como lo miras, como le sonríes como tonta cuando lo ves e incluso como le prestas atención a las estupideces raras que dice. Te gusta.
- No lo sé. - moví mi cabeza de lado a lado - ¡Maldición! ¡No lo sé!.
- Díselo. - golpeó mi hombro suavemente - Estoy seguro de que él siente lo mismo.
- A él le gusta Yasmine. - a Alex casi se le salen los ojos - Le gusta en serio.
- ¿Yasmine? ¿En serio? - preguntó con una sonrisa irónica.
- Debe de ser raro escuchar eso cuando tú sales con ella. - le di un sorbo a mi café.
- Espera, Yasmine y yo ya no salimos. - aclaró.
- ¿No? - entrecerré un poco los ojos.
- Oh, claro que no. - negó con la cabeza - Después de que la humillaras en la playa junto a Robinson, ella vino aquí a contarme todo. Yo le dije que se lo merecía, me abofeteó y rompí con ella.
- Espera, ¿hablas en serio? - los ojos casi se me salen - Pensé que ahora que se fue a Francia tenían una relación a distancia o algo parecido.
- Para nada. - soltó una risa por lo bajo.
Seguí dándole sorbos a mi café hasta que se me vino una idea algo loca, pero increíble.
- ¿Te van los chicos? - pregunté y Alex me miró raro.
