Cap 3

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Necesito que me cambien de habitación YA. 

Me decepcione mucho con lo que iba a ser mi dormitorio de ahora en adelante, y lo único que quería en aquel momento era reformarlo. No era un cuarto particularmente pequeño, tenía un buen tamaño, pero las paredes estaban pintadas de un color gris apagado (deprimente), los muebles eran de madera color marrón oscuro, y hacían que la habitación pareciera muy antigua. La cama era individual, estaba pegada a la pared y tenía una colcha blanca con estampado de flores del mismo tono que las paredes. 

La expresión de horror que puse al verla debió de ser muy obvia porque Pogo asintió como dandome la razón. 

- Como veo que no tiene equipaje le informo que para el final del día le traeremos varios uniformes, un par de conjuntos por si necesita salir de la academia, mudas y todo lo que usted necesite. - Le agradecí y después este se retiró dejandome a solas, así que me acosté en la cama y opte por echarme una cabezada, lo necesitaba. 

Después de lo que me parecieron algunas horas desperté debido al sonido de  una campanita que resonaba por toda la casa. Molesta por el ruido fui a ver de dónde provenía pero antes de que pudiera salir de mi cuarto alguien tocó mi puerta. Abri y vi a Pogo. 

- Señorita T/N, esa campana la tocamos siempre que es la hora de la cena, desayuno o comida. - dijo al ver mi cara de molestia por el sonido que aún hacia la campanita. - Normalmente al escucharla tendrá que bajar a comer, pero hoy me ha pedido Reginald que te guíe yo, y al entrar te presentara a tus nuevos hermanos y también conocerás a Grace que será tu madre de ahora en adelante.- Dijo este con una sonrisa amable.

- Está bien de todas maneras no sabía dónde ir a por la cena. - le conteste con una sonrisa amable, intentando aparentar que no estaba harta de sonreir. 

Pogo me guío hasta abajo y me dijo que esperara en al puerta y que cuando oyera mi nombre entrará, yo solo asentí y él entro.

-Bien niños hoy os tengo una sorpresa. - escuché decir a Reginald desde el otro lado de la puerta - Se unirá a la academia la que de hoy en adelante será vuestra hermana n° 8- al escucharle decir eso supuse que ese sería el número que me asigno ya que yo sabía que los demás eran siete y entré en el comedor bajo las atentas miradas de los demás niños los cuales ya sabía que tenían mí misma edad. Según entre reconocí el pelo de uno de ellos, era el que me estaba mirando antes desde el piso de arriba, este se dio cuenta y parecía un poco apenado, supongo que tendría vergüenza de que le hubiera pillado antes espiandome. 

- Ahora presentaros y incluid vuestros poderes. - dijo el que era mi nuevo padre con una mirada tan fría que dude de que tuviera algún tipo de sentimiento.

- Yo soy n° 1, y mi poder es la superfuerza. - dijo un rubito sentado a la derecha de Reginald.

- Yo soy n°2 y mi poder es que puedo manipular los cuchillos.- explico un chico más moreno sentado al lado del primero.

- Yo soy n°3, y mi poder es controlar a las personas con tan solo decir "corre el rumor..."- está vez la que hablo fue una chica morena tanto de cabello como de piel sentada al frente del rubio. 

- Yo soy n°4 y mi poder es el de comunicarme con los muertos.- el chico que me habia estado espiando parecía feliz al presentarse, no parecía importarle que le hubiera visto antes.

- Soy n°5 y puedo teletransportarme en el tiempo y espacio.- el chico de pelo negro del final de la mesa ni siquiera levantó la mirada hacia mí, hablo con tono seco y cortante y no pareció importarle la noticia. De alguna manera ese chico me recordaba a mí, a mí yo real no a lo que pretendía ser en esa casa. 

-Yo soy n°6 y mi poder es sacar tentáculos de mí estómago.- El chico sentado al frente de 5 me hizo salir de mis pensamientos, este parecía algo tímido pero hablo sin titubear, bastante seguro. 

-Yo soy n°7 y no tengo nada de especial. - dijo una niña sentada al frente de Reginald en el otro extremo de la mesa. Se la veía triste al admitir que era corriente pero no le di mucha importancia.

Supuse por el silencio (y por qué sabía contar) que me tocaba a mí presentarme.

-Yo soy n°8 y mi poder es la telequinesia.- dije fingiendo una sonrisa. Uff ese día había sonreído demasiado y se me estaba cansando la mandíbula pero sabia que debía seguir así si quería que aquello funcionase. 

Papa me ordeno sentarme entre el y el niño rubio y por fin estaba totalmente dentro de aquella familia.

Sin razón [Cinco Y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora