Cap 15

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Llegamos a la cocina seguidos de Ben. Un Reginald desconcertado nos estaba esperando junto con unos cuantos hermanos con la misma expresión.

- N°5, n°8 exijo una explicación de inmediato, delante de vuestros hermanos ya que ellos han tenido que esperar a que lleguéis para poder dar comienzo a la cena. Así que explicaros ahora mismo.

- Padre yo estaba escuchando música en mi cuarto y no escuché la campanita, lo siento. - Mire a Cinco indicandole con la mirada que me siguiera la corriente y, por lo visto, el me entendió.

- Si, yo estaba en un cuarto algo alejado y desalojado practicando mis saltos espaciales y tampoco escuché la campanita.

Él solo asintió y miro a Ben. - Es eso cierto n°6? - Mire a Ben suplicante y el le devolvió la mirada a Reginald.

- Si padre, me costó algo encontrar a n°5 y a n°8 la tuve que gritar para que me oyera.

- Bien pues sentaros y vamos a comer de una vez. - Le hicimos caso y nos dispusimos cenar.

Al día siguiente después de la comida (el único momento del día en el que estábamos libres) Ben se presentó en mi cuarto.

- Hola, puedo pasar?

- Claro ven. - El entro, cerró la puerta y de sentó a mi lado. - Oye no te he agradecido por cubrirnos a mí y a Cinco. Te debo una. - Una sonrisa cómplice se formó en nuestros labios.

- No hay de que, pero me guardo ese favor. - Eso provoco una sonora carcajada por parte de ambos.

- Oye sabes dónde está Klaus?

Un suspiro pesado escapó de sus labios. - Por desgracia, si. Papá lo ha citado de nuevo para que intente superar su miedo a los muertos.

Mi expresión divertida se fue fundiendo poco a poco a medida que Ben hablaba. Yo ya sabía a lo que Reginald sometía a Klaus, y también sabía que en esos instantes lo estaría pasando mal. Pero ante la incapacidad de hacer algo decidí seguir hablando.

- Oye, pensaba deciros esto a los dos, pero ya que Klaus no está te lo contaré a ti primero. Aunque bueno más o menos ya lo sabes. - Al ver que el pobre no entendía nada procedí a explicarle. - Verás es sobre lo que pasó ayer en la azotea.

Su confusión se transformó en emoción en cuestión de segundos. - Entonces, no malinterprete nada verdad? Era lo que parecía, no?

Solté una pequeña carcajada por su actitud de niño pequeño.- Bueno yo te cuento la historia. Ayer Cinco vino a buscarme a mí cuarto y me llevo a la azotea donde me sorprendió con una improvisada merienda y unas preciosas vistas. Después de comer me llevo hasta el borde de la azotea donde nos sentamos y segundos más tarde me dijo... Bueno realmente no me lo dijo tal cual pero yo le gusto y antes de que me diera cuenta me estaba besando.

- Y a ti te gusta?

- Bueno no lo he pensado bien...

- Sisi, bueno pues yo te digo que si. Porque el echo de que ayer al asustarte te acurrucaras en sus brazos me dijo mucho. - Una sonrisa traviesa se formó en sus labios y el rojo invadió mis mejillas. - Oye que te parece si vamos a por algo de comer y así de paso igual nos encontramos a Klaus. Si papá ya lo ha dejado en paz.

- Claro vamos. - Respondí mientras nos llevantabamos.

Nada más salir de él cuarto nos encontramos con Allison, Vanya, Luther y Diego.

- Vaya hombre, mira quién está aquí. - Vanya se paró el frente nuestro junto con los demás.

- Oye tú que hacías ayer con Cinco que te tardaste tanto, eh? - Que Diego fuera quién hablo se me hizo de lo más extraño pero no le di importancia.

- Seguro ya estaba engañando a Cinco para volverle a hacer daño. - Después de decir esto Allison se dispuso a volver a hablar pero Luther la interrumpió.

- No nos fiamos de ti T/N. Eres una extraña en esta casa y lo mejor sería que te fueras antes de que alguien más salga herido.

Apreté mis puños con fuerza y mis ojos se tornaron verdes, estaba a punto de perder el control y cuando lo noto Ben hablo.

- Vámonos T/N no merece la pena seguir aquí escuchándolos.

- Eres una total decepción Ben. En serio la ayudas a ella? Se supone que eres nuestro hermano. - En ese momento hubiera estampado a Vanya contra la pared si no fuera por qué Klaus apareció detrás nuestro y nos llevó de nuevo a mi cuarto agarrandonos de las muñecas.

Cuando entramos en el cuarto y escuché la puerta cerrarse sentó como el verde de mis ojos se desvanecía y empezaba a relajarme. De repente sentí los brazos de los dos rodeándome en un cálido abrazo al que yo correspondí.

- Estás bien T/N? - Ben estaba preocupado por mi eso era obvio pero a mí eso no me afectó en absoluto, viniendo de aquellos cuatro críos no.

- Si, tranquilo es obvio que no me quieren aquí pero no pasa nada.

- Pues ellos se lo pierden ahora eres nuestra. - La sonrisa divertida de Klaus acompañando a esa frase provoco que me riera.

- Si aunque tengamos que ser los tres contra el mundo. - La frase de Ben me hizo pensar que aquellos si que eran mis amigos, los primeros amigos que tenía, sin contar a mí hermana claro.

- Los tres contra el mundo. - Repetí casi en un susurro.

- Los tres contra el mundo!! - Klaus chillo provocando la risa en todos nosotros.

Sin razón [Cinco Y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora