cap 20

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No sabía el qué momento me metieron dentro del coche, o cuando llegamos a la academia pero cuando quise darle cuenta ya estaba sentada en uno de los sofás de el salón junto con los demás mientras Reginald se ponía enfrente nuestro con el semblante sorprendentemente serio dadas las circunstancias.

Mire a mi alrededor intentando ver como estaban los demás, descubrí que en ese sillón solo estábamos Cinco y yo. En ese momento él estaba mirando al suelo con la cabeza entre sus manos, pero a pesar de haber estado prácticamente fuera de esta realidad recordaba que el había estado conmigo todo el trayecto hasta allí por loque sentí que era mi turno de estar ay por él, porque aunque nunca mostrara ninguna clase de sentimiento hacia ellos eran hermanos y se querían, lo dijesen o no.

Puse mi mano en su hombro intentando calmarlo y transmitirle que yo también estaba para él si lo necesitaba, pero al sentir mi mano sobre el dio un respingo y se apartó un poco de mi paró cuando comprendió lo que estaba haciendo volvió a acercarse y unió nuestras manos transmitiendo calma a ambos.

En otro de los sillones estaban Luther y Allison. El primero abrazaba a la segunda que estaba echa una bola con la cabeza apoyada en su pecho. Se podían distinguir algunas lágrimas en el rostro de Allison y Luther no estaba mucho mejor.

En el último de los sillones estaban Klaus, Diego y Vanya. Diego miraba hacia ninguna parte en concreto con una expresión que aparentaba más enfado que tristeza. Vanya tenía la cabeza y los brazos apoyados en el reposabrazos, varias lágrimas recorrían sus mejillas y se le notaba que todavía intentaba asimilar lo ocurrido dado que ella fue la última en enterarse.
Klaus tenía las mejillas empapadas por las lágrimas, tenía los pies sobre el sofá, abrazando a sus piernas y hipando de vez en cuando.

Después de pasar una mirada rápida por todos nosotros Reginald hablo por fin.

- Hoy ya es demasiado tarde niños iremos a cenar y mañana después del desayuno será el funeral de vuestro hermano Ben.
Por respeto hacia él no habrá entrenamiento mañana. - El silencio nos invadió de nuevo y sin decir una sola palabra Reginald se encaminó al comedor seguido por todos nosotros.

Esa noche dudo mucho que alguien durmiese. Todos estábamos demasiado ocupados llorando o terminando de procesar que realmente había muerto.

Al día siguiente después del desayuno subí a mí habitación y como Reginald nos obligó a ponernos el uniforme simplemente me senté en la silla sin centrarme en un punto fijo sin pensar en nada en particular.

El funeral tuvo lugar en el patio. El ataúd de Ben estaba en el césped cubierto de nieve y Lucía una foto suya en la parte superior del mismo. Nos pusimos en un semicírculo alrededor del ataúd. Cada uno tenía un paraguas debido a que estaba nevando con bastante potencia.

El momento no fue precisamente conmovedor. Primero en lugar de dedicar algunas palabras a Ben, Reginald de dispuso a reprocharnos su muerte a nosotros y después se marchó seguido de Grace y Pogo, que también habían estado allí. Después los chicos comenzaron a echarme a mí la culpa de su muerte, excepto Klaus y Cinco. El primero no me dijo nada pero la manera en la que me miraba me destrozó más que cualquier otra cosa que pudiese haber dicho. Cinco estaba situado al lado mío y cuando los demás seguían culpandome de todo lo que había pasado y una lágrima que hacía estado conteniendo desde hacía ya algún rato recorrió finalmente mi mejilla, él cerró su paraguas metiéndose dentro del mío y abrazándome con un brazo.

Aquello provoco un silencio inmediato por parte de los demás presentes, y la duda y el asombro fueron las nuevas emociones predilectas en todos ellos. Pero aquel silencio que me reconfortó durante algunos segundos fue roto en seguida por Vanya.

- Cinco que estás haciendo?!? Ella mato a Ben! Todo esto es su culpa! No deberías de abrazarla deberías de odiarla!

- BASTA! Ella no me mato! Tu no entiendes nada así que deja a mi novia en paz! - Aquellas palabras me hicieron sentir algo inexplicable, que provocó que me aferra más a él. Lo demás se quedaron estáticos al escuchar la palabra "novia" y por unos segundos juraría que la ira desapareció de la mirada de Klaus y vi la confusión pero instantes después el desdén que era claramente hacia mí regreso.

Todos comenzaron a marcharse y allí quedos Klaus, Cinco y yo. Klaus se fue directo a un  lugar más apartado del jardín mientras cinco y yo nos quedamos mirando el ataúd.

- Cinco... - Aquellas eran las primeras palabras que había pronunciado desde que estábamos en el banco y sentí mi voz algo rara. - Podrías dejarme sola con Ben un momento? Luego subiré a buscarte a tu cuarto y te lo contaré todo, lo prometo.

- Pues claro. - El depósito un suave beso sobre mis labios que me dio la sensación de sentirme más ligera, después se dio la vuelta y desapareció por la puerta.

Me puse de rodillas junto al ataúd de Ben y sucumbí finalmente al llanto.

- Supongo que ya no seremos los tres contra el mundo. - Mi voz era un leve susurro y pose una mano sobre el ataúd. Miré a Klaus al otro lado del patio y nuevas lágrimas recorrieron mis mejillas. - Ni siquiera seremos dos.

No pude más y me desplome sobre el ataúd llorando otro rato más.

Sin razón [Cinco Y Tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora