Especial final

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¡Podría gritar que me dejes beber de tu sangre!

¡Podría gritar que me dejes beber de tu sangre!


El párpado derecho de Amity titiritó mientras la misma frase de la canción se repetía una y otra vez. Luz, por otro lado meneaba felizmente las caderas tarareando el ritmo.

-Vaya, que rápido superaste la etapa traumática de vampiros -confesó burlona mientras secaba los trastes, la dominicana era la encargada de lavarlos.

-No puedes culparme, Los amantes de Lola son un grupo extraordinario -se justificó orgullosa Luz. -Incluso tienen una canción dedicada a tu madre el día de nuestra boda, que considerados.

Tomó su celular y presionó la siguiente canción.

¡Creo que mamá se está volviendo!

¡Se está volviendo loca!

Amity infló las mejillas reteniendo la sonora carcajada, cosa que falló y finalmente terminó con una risotada interminable. Recordar el rostro de su madre cuando anunció su compromiso siempre le alegraba el día.

-Titán, espero todavía esté viva para nuestra boda de plata -rogó divertida. -, amaría ver ese rostro de nuevo durante toda la fiesta. Si se puede, toda la vida.

Luz compartió la comedia con una boba risilla, tormentosamente encantadora a los oídos de su actual esposa.

Un año y medio desde la boda y aún se sentía una adolescente tontamente enamorada.

Lavó el último vaso, Amity lo seco de inmediato ansiosa de terminar la labor y perder el tiempo. Ver a su chica seria y callada le revolvió el estómago ¿Había pasado algo malo?

Se paseó atrás de su espalda y enganchó sus brazos a los hombros de la humana.

-¿Pasa algo, cariño?  -preguntó en su oído en un tono meloso y tranquilizador.

Las mejillas morenas se encendieron levemente, y Amity pudo notar perfectamente cómo Luz jugueteaba nerviosa con los bordes del mandil morado.

-Amity, quiero adoptar un niño.

🖤

-Wow -musitó asombrada Eda. -Simplemente, wow.

Lilith por su parte, pareció interesada.

-Definitivamente ella sería mejor madre que tú, Edalyn -confesó inexpresiva, la menor de las Clawthrone le sacó la lengua sintiéndose ofendida.

Camila ni siquiera había articulado una palabra, había comenzado a llorar en cuanto le dieron la noticia. Su sueño de ser abuela estaba cerca de ser realidad.

-Por mí si la niña está bien con eso, yo también lo estoy -alentó orgullosa Eda. Su vista se fijó en la mayor de las Noceda, quien apenas y controlaba sus emociones. -No sé tú, Camila ¿Qué opinas?

La adulta dio un brinco en el sillón. Sus ojos irradiaban una miríada de estrellas.

-¡Carajo, claro que sí! ¡Por fin, quiero un nieto!

"Muérdeme" T2 Lumity VampireAuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora