Cambio de roles.

Trece.

~Flashback.~

-Narrador omnisciente.-

—¿Ocho?— Preguntó el pequeño número Cinco, de tan sólo once años.—

—Dime.— Responde ella, recostada a su lado.—

—¿Tú crees en el amor?— Preguntó él.—

—Ni siquiera sé lo que es o.. Cómo debe ser.—

—Muchos dicen que es cómo... Preocuparse por la felicidad de alguien más en el lugar de la tuya.— Explica él.—

—¿Cómo cuando me cuidaste cuando me enfermé? Al final tú también te enfermaste y.. No te importó.— Dice ella volteándolo a ver.—

—Si.. Algo cómo eso.—

—Entonces si.— Dice ella de pronto, causando cierta confusión en él.— Si creo en el amor.— Explica ella.—

~Fin del Flashback.~

-Cinco Hargreeves.-

Cinco: Voy a ver qué está haciendo.

Luther: Cinco, ya déjala en paz.

Cinco: No, Luther, no confío en lo que ella pueda hacer.

Luther:¿Desde cuándo? Hasta dónde sé, solía ser la única persona en la que confiabas.

~Flashback.~

—¿Dónde está Ocho?— Pregunto yo entrando a la cocina.— No la vi por ningún lado hoy.—

—Cinco...— Murmura Siete.—

—¿Qué ocurre?— Pregunto yo.—

—Ocho se fué hace tres días, lo sabes, tú también estuviste ahí.— Dice tres.—

—Oh.. Claro, olvídenlo..—

—¿Qué es lo que te ocurre?— Pregunta número dos.—¿Para qué la buscabas?—

—Ya dije que lo olviden, no era nada.— Digo yo para luego retirarme de la cocina e ir hacia el patio trasero de la academia.—

Me siento en la banca de cemento que está frente a la fuente, dónde Ocho solía venir cuando estaba triste.

—¿Estás bien?—Pregunta número cuatro sentándose a mi lado.—

Número Uno también está con él, y se sienta de el otro lado de la banca, haciendo que yo quedé en medio de ellos dos.

—Claro, ¿Por qué no lo estaría?— Digo yo.—

—Vamos Cinco.— Dice el número uno.— Has estado raro desde que Ocho se fué.—

—No es nada, de verdad, no tienen que preocuparse.—

—Ella también era nuestra hermana, también estamos tristes, no tienes que fingir ser fuerte.— Dice Cuatro.—

—Sabemos que has estado durmiendo en su cuarto estos días.— Comenta Uno.—

—Es que sólo.. A veces se me olvida, ¿Saben? Que ella se fué y.. La busco hasta que mi cerebro reacciona.— Digo yo, con la mirada en el césped.—

—Eso está bien.— Dice Cuatro.— Es sólo hasta que te acostumbres al echo de que ella ya no está.—

—¿Creen que vuelva?— Pregunto yo.—