Cambio de roles.

Treinta y uno.

-Narrador omnisciente.-

-Pasado.-

12 años.

—¿Qué haces?— Le preguntó Cinco a número Ocho, sentándose a su lado en el césped del patio la academia.—

—Observo.— Respondió Número Ocho.—

—¿Qué es lo que observas?— Pregunta él, viendo hacia el mismo lugar que ella.—

Ella apunta discretamente con su dedo a la banca de concreto frente a la fuente, en dónde estaban dos de sus hermanos, para ser exactos, Número uno y tres, riendo abiertamente mientras charlaban.

—¿Qué pasa con ellos?— Le preguntó número Cinco, viendo cómo su hermana los veía con una media sonrisa nostálgica.—

—Lo que dijo Uno no fué gracioso, pero número tres está riendo tanto que casi llora por eso.— Le respondió ella, sin apartar la mirada de ellos dos.— Cuentan los meses que llevan juntos y él se burla de ella por cómo actuó en nuestro cumpleaños, cuando él le preguntó si quería ser su novia.—

—¿Y qué más?— Le preguntó él, prestándole atención.—

—Tres lleva un collar que dice "1+3" y se sonroja cuando lo ve...—

—¿Qué intentas decir, Ocho?—

—Que se han vuelto más cercanos; Y Luther le ah dicho a Klaus y a Ben "Me gusta por qué ella es mucho más inteligente que yo." ¿Alguna vez lo habías oído decir algo así?—

—De echo no, me cuesta creérmelo.—

—Tienen pláticas sobre su futuro hasta las cuatro de la mañana.. Me hace feliz verlos así.—

Ella bajó la mirada, borrando casi por completo aquella sonrisa que traía anteriormente, mientras con sus manos arrancaba algo de pasto del suelo.

—¿Estás bien?— Le preguntó Número Cinco, tratando de encontrar el contacto con su rostro nuevamente.—

Ella suspira.— Alguna vez me gustaría sentir todo ese amor y emoción, igual que ellos..— Dice Ocho, para luego voltear a ver a Cinco.— Estar tan conectada a la persona que tanto quiero, ¿Sabes? Algún día estaré enamorándome sin miedo, pero ahora... Sólo me toca observar.—

Un corto silencio se vuelve presente entre ellos, y número Ocho vuelve a apartar la vista hacia el suelo.

—¿De qué hablas?— Dice él.—¿Jamás.. has estado enamorada?— Preguntó con miedo de la respuesta de parte de ella.—

—Creo que nunca eh estado enamorada realmente, yo.. Ni siquiera creo que eso sea para mí, quiero decir, supongo que eso es sólo para los afortunados que gozan de felicidad y entusiasmo la mayoría del tiempo. O en el mejor de los casos, no seré correspondida.— Ella volteó a verlo, ahora quién tenía una mirada algo melancólica, era él.— ¿Que hay de ti?—

—No, yo.. No soy alguien de quién las personas se enamoren.— Respondió él de forma casi automática, obviamente, fingiendo estar bien en el proceso.—

—¿Por qué dices eso?— Le preguntó ella, casi como si lo que hubiese dicho él fuera una ofensa.— Eres alguien muy interesante, es.. Muy sencillo encariñarse de ti.. — Ambos se ven a los ojos, provocando cierto sonrojamientos en las mejillas de ambos.— Eres una de las pocas personas que eh dejado entrar por completo en mi vida..— Agrega ella.—

—Tú igual. —Dice él.— Eres la única que sabe todo de mi.—

Ambos se ven directamente a los ojos, y sonríen tiernamente.

A pesar de que ambos están enamorados, ninguno sabe que es correspondido. El miedo a ser rechazados por aquél ideal que tenían frente a sus narices era mayor de lo que creían.

Ella era demasiado orgullosa para demostrar, o si quiera admitirse a sí misma lo que sentía, y a la vez, demasiado ingenua para notarlo.

Él, sabía perfectamente lo que le sucedía, y podía conectarse con cada sentimiento que se enredaba con los demás formando un nudo gigante dentro de él, impidiendo que salga, para poder soltar todo aquello que quería decirle desde hace tanto tiempo.

“Si tan sólo me atreviera..”

-Pensaba él.-

Ambos sabíanaque algún día se arrepentirían de todo aquello que no pudieron decirse, por qué era así, lo harían, iban a arrepentirse cómo nunca antes, soñando con aquellos momentos que deseaban que ocurrieran, pero no podían hacer realidad ni con sus más grandes esfuerzos, aunque lo intentasen, simplemente no podían.

Tal vez, si tenían suerte, algún día si podrían experimentar ese amor y emoción que tanto anhelaban; Y eso sería aún mayor, si lo hacían juntos.

Ellos no tenían expectativas tan altas, cuando de amor se trataba. Sólo se querían el uno a el otro. Querían ciertos detalles, cómo enseñarse mutuamente sus cosas favoritas, charlar toda la madrugada hasta que amaneciera, hacer todas las tonterías que se les ocurriesen, querían ver cuánto se importaban el uno a el otro y crear sus propios sueños tontos por cumplir y esperanzas juntos.

Ellos no necesitaban una historia perfecta, sólo una real y única, que les correspondiera y que sólo fuera de ellos.

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Ya sé, capítulo más corto de lo común, y algo fuera de el momento, pero no sé; Me salió de la nada y me gustó muchísimo el resultado, aunque es así medio triste. (Lloré un poquito escribiendo esto, por qué soy bien maricona.) Pero, espero que lo disfruten tanto cómo yo. <3

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Hasta la próximaaa. <3