Capitulo 16

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Alexandra Coleman

Como ya habíamos terminado el problema en el muelle, pasamos a la ciudad para ir a comer.

-Oye Ev, ¿conoces a Chad Webster?

-Sí, es un amigo de James. Pero tiene mucho que no lo veo, ¿por qué?

-Porque el otro día que llegamos él estaba en la casa, incluso llegue a pensar que tú lo habías invitado.

-¿No había nadie en casa? – me miro elevando una ceja

-De nosotros nadie, solo estaban los escoltas.

-Uhm.

Detuvo el auto enfrente de un restaurante, rodeo el auto y me ayudo a bajar del auto. Le paso las llaves al chico del valet parkig y nos adentramos en el restaurante.

-Has estado muy distraído, ¿te sucede algo? – pregunte una vez estuvimos sentados en nuestra mesa

-Para nada, todo está bien

-Evan, somos como hermanos. Me atrevería a decir que te conozco casi a la perfección, y noto que en este momento algo te está molestando.

-Bien, solo... prométeme que no le dirás a nadie, ni siquiera a mi hermano.

-Me estas asustando, ¿Tan grave es?

-Hay cosas que mi hermano y yo nos escondemos, una de ellas son las investigaciones.

-Evan, solo ve al punto.

-Como sabes, las empresas en este momento no están del todo bien. Hice mis investigaciones por mi cuenta, pero hay algo que siendo sincero, no logro asimilar.

Las investigaciones me llevaron a que la persona responsable de que todo lo que tenemos se venga abajo, es James.

Justo en el momento que iba a responder llego el camarero, no podía articular palabra por estar sumida en mis pensamientos.

¿Cómo podía estar James detrás de todo?, eso es imposible. Obviamente dudaba que mi marido hiciera tal cosa.

El camarero termino de pedir la orden y se marchó, Evan se quedó mirándome preocupado.

-Si te conozco tan bien como yo creo que lo hago, imagino que has de estar pensando en lo mismo que yo – hablo sacándome de mis pensamientos, haciendo que enfocara mi atención en él.

-Tenemos que hablar con James.

...

Apenas terminamos de comer regresamos a la casa en un absoluto silencio. Mi cabeza no dejaba de darle vueltas a lo que me dijo Evan hace tan solo una hora.

Me encerré en mi habitación mirando hacia el techo, tratando de conciliar el sueño hasta que al fin lo conseguí.

Evan Miller

Me espere a que Alexandra se quedara dormida para convocar a los chicos en junta.

-Dominick, junta con los chicos en dos minutos.

Dom desapareció de mi vista comunicándose con los demás por medio de su intercomunicador. Me serví un whisky y salí al jardín donde ya me esperaban.

-Creí que ya les había dejado las cosas en claro – todos me miraron con cara de "no sé de qué nos habla" – No tienen permitido dejar entrar a nadie a la casa a menos que sea de nuestra familia, o que nosotros llamemos para avisarles que alguien vendrá y tienen que dejarlo entrar.

¿Quién les dijo que podía entrar el señor Webster, si no había nadie en la casa?

-Patrón – hablo uno de los chicos, no reconocía quien era – Con todo respeto. El señor Webster nos dijo, que usted le dijo, que lo esperara adentro.

El juego comenzó. (El rey, 2° parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora