Capítulo 22

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Alexandra Miller

-¿Estuvo buena tu bienvenida?

-Cállate Evan – reí ante su insolencia.

En realidad estuvo más que buena la bienvenida, fue tan candente que con tan solo recordar se me erizaban todos los bellos de la piel.

Lástima que se fue.

-Siéntate, ponme al día

-¿Podrás con todo?

-¿Con quién crees que estás tratando niñito?, mejor pide dos cafés.

Realmente amo llevarme bien con mis cuñados, en Evan encontré otro hermano y en Lizeth ni se diga.

La puerta se abrió dejando ver a una mujer molesta cargando una bebé y siendo perseguida por Dominick y mi asistente.

-¡Señora ya le dije que no puede entrar!

-¡Y yo ya le dije que no me iré hasta no hablar con mi esposo!

-SUFICIENTE – grite captando la atención de la mujer - ¿Qué ocurre aquí?

-Estoy buscando a mi esposo, James Miller, ¿lo conoce?

-Amelie retírate, que nadie nos moleste y aplaza mis reuniones de las siguientes dos horas. Dominick cierra la puerta y cállate.

-Si jefa, con permiso.

La chica salió dejando un silencio sepulcral en mi oficina. Dom permanecía tal como lo ordene; Evan estaba serio, expectante a lo que fuera a suceder y yo estaba enojada, era obvio, pero en busca de una verdad.

-¿Quién eres tú y con qué derecho entras a mi oficina así como si nada?

El tono frívolo con que la llame la hizo brincar en su sitio.

-Soy Jennyfer Branwell y estoy buscando a James, mi esposo.

Sigue fingiendo seguridad para tapar tu miedo, pero ya verás.

-Ya sé quién eres, ibas a la misma preparatoria que mi hermano y yo.

-Hola Evan, me da gusto verte cuñado.

-Ya quisieras – sonrió.

Tenía unas ganas tremendas de ahorcarla, aventarla por la ventana. El hecho de que si conozca a James y Evan me causa dudas, la niña en sus brazos me provoca angustia y si James y ella... ¡NO PIENSES IDIOTECES ALEXANDRA!

-Así que James Miller es tu esposo – enarque una ceja enterrándome las uñas en la palma de la mano conteniendo las ganas de matarla.

-Sí, ahora dime quién eres tú y qué haces en la oficina de mi marido.

-¿TU MARIDO? - reí sarcástica – No veo un anillo en tu dedo – me cruce de brazos sobre el escritorio poniendo mi mano izquierda sobre mis labios, dejando relucir mis preciosos anillos de boda, compromiso y el de reina de la mafia.

Evan le dio la espalda a la mujer tratando de contener una carcajada ante la cara furiosa de la mujer.

-Me presento; soy Alexandra Miller – me levante de mi lugar acercándome a ella de manera elegante – Única esposa de James, cariño.

-Tu actuación carece de carácter, es patética a decir verdad y sabes qué es lo peor de todo.

-¿Qué? – contesto entre dientes.

-Viniste a molestar a la persona que hubieras preferido no haber conocido nunca.

Con brusquedad jale al bebé que traía cargando, lanzándola fuertemente contra una de las paredes de la oficina.

El juego comenzó. (El rey, 2° parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora