CAPÍTULO 47

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Alexandra Miller.

Podía ver los jet de Lizeth y Steve parados en la pista y a su lado, la mitad del clan Miller Coleman espera que James baje. Nadie imagina que vengo con él y sinceramente estoy nerviosa, las últimas semanas no he hecho más que causar problemas y diferencias entre ellos, sobre todo temo que la azabache me reciba con un balazo en la frente y no es para menos. Sé por Nicolás que está demasiado enojada, se mudó a su apartamento junto con Kyle y ninguno quiere escuchar ni mi nombre.

-Siempre puedes ponerte chaleco antibalas - James bromeó entrelazando nuestras manos; la situación le era divertida porque no se explica cómo alguien que no teme matar a sangre fría puede temerle a su cuñada. La cosa es que no me da miedo morir, más bien lastimarla con una mentira me pesa, sobre todo por el gran cariño que le tengo a Liz.

-Cállate - aprieto su mano siguiendo sus pasos; las conmociones no se hacen esperar cuando me ven bajar y tal como predije, Lizeth es la primera en acercarse como fiera pero Kyle la detiene e internamente sonrío. Mis hermanos me son cien por ciento leales, por mucho que estén enojados jamás dejarían que otro quiera lastimarme.

-¿Qué diablos hace aquí? - apunta recriminadora a mi marido - ¡CREÍ ADVERTIRTE QUE NO TE QUERÍA VOLVER A VER CON ELLA!

-Alexandra es mi mujer - vocifera firme - Sabes perfectamente que eso no sucederá y también conoces la única forma en que podrían alejarnos.

-Idiota – rueda los ojos dejando de forcejear – Unas cuantas caricias y vuelves a ser un blandengue en sus manos; títere.

-Y es un honor - besa el dorso de mi mano sonriéndome con ojos de borrego. El contacto de sus labios contra mi piel manda mil sensaciones eléctricas a mi cuerpo; su suave mirada me derrite y verme reflejada en sus posas ébano con tanto amor le da completa razón a mi cuñada, James es un títere en mis manos.

-Mi intención no era lastimarlos - encaro a la azabache rogándole con la mirada me escuche - Más allá de ser mi cuñada eres mi mejor amiga y a ti menos que nadie quería engañar - esbozo una débil sonrisa - No es reproche, pero creí que me conocías y que creyeras que sí los traicioné me duele, porque siempre les he demostrado cuánto los amo y que sin pensarlo daría mi vida por ustedes.

Lizeth pasa saliva tragándose el nudo de la garganta, intenta hacerse la fuerte cuando en realidad quiere llorar – No vas a comprarme con unas lindas palabras, ya no te creo.

-Es suficiente – Kyle interviene lanzándome una mirada de "te creo" – Nosotros iremos aparte.

-Sí, adelántense - James asiente, quiere evitar más tensión entre su mujer y cuñada - Lamento que vean el drama familiar - se disculpa con Emma y su hermano - ¿Cómo te llamas?

-Allen.

-Mucho gusto, soy James Miller - se presenta - ¿Estás asustado, Allen?

-Desconcertado – responde suspirando - ¿Por qué me han traído y en qué estás metida, Emma?

(...)

Explicarle a Allen sobre su verdadero padre, la mafia y la relación que Emma tiene con nuestra familia fue complicado; fue como enseñarle a decir a los gemelos "mamá y papá".

-¿Nicolás no vendrá? – indaga Steve.

-No - miro mi teléfono reprimiendo una sonrisa victoriosa - Nico está ocupado haciendo otras cosas.

-¿Qué cosas?

-Clasificado.

-Alex.

-No insistas – mi marido voltea fastidiado – Ni a mí me quiso decir.

El juego comenzó. (El rey, 2° parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora