CAPÍTULO 45

864 53 4
                                    

¡¡ÚLTIMOS CAPÍTULOS!!

(...)

Steve Coleman.

Mi vida siempre se ha resumido a trabajar, buscar diversión nocturna y mantener apariencias. Hasta hace un año solamente me dedicaba a negocios de la mafia y ahora llevo el mando de las empresas Coleman; es increíble mirar atrás y darme cuenta cuánto maduré en cuestión de meses, antes no me importaba casi nada a excepción de mis hermanos, de mi padre y desde que conocí a Emma no hay nada más importante que ella.

Actualmente mi vida se resume a ella, mi querida Nahiara me enseñó apreciar los pequeños detalles y juntos hemos aprendido a valorar la vida, la amo locamente y no miento al decir que no puedo ver mi vida sin ella.

Cuando supe que vivía en Italia se convirtió en mi segundo motivo para quedarme, el primero era recuperar el tiempo perdido con mi padre; desde que nos hicimos amigos intento pasar el mayor tiempo posible con ella, ayudarla con sus traumas a la vez que ella cura los míos, salir con ella es un respiro fresco de primavera e irla conociendo hace que quiera saber hasta el más mínimo detalle de ella.

-¿Hoy vendrá mi nuera? - Mark Coleman; papá se encariñó mucho con la pelicastaña y cómo no hacerlo si es un amor hasta con el más pequeño animal.

-La ves, casi, todos los días - río sin perder de vista a los clones; cada que puedo vengo a visitarlos - Prácticamente es huésped residente de las copias.

-La adoran.

-Y es mi novia - espeto indignado - Agradezco sean pequeños o estoy seguro me la habrían robado hace mucho.

-No lo dudo – lo miro fulminante, disfruta burlarse de mí.

-Sofí – veo a la tierna señora acercarse con una bandeja llena de fruta picada y limonada – Déjame ayudarte.

-No es necesario.

-Absolutamente necesario – dejo las cosas sobre la mesa – Por favor – jalo una silla ofreciéndole acompañarnos.

-Gracias Steve, eres un amor - palmea mi brazo tomando asiento - Mis niños, vengan - los gemelos rápidamente se acercan ante el llamado de su nana – Tomen.

Valerio apenas prueba el agua hace gestos de asco, frunce el ceño enojado y le avienta el vaso a Sofí haciendo que éste se abra y por ende, quede empapada.

-VALERIO - odio gritarla a los niños, soy de las personas que creen fervientemente que la educación no debe basarse en malos tratos, golpes o gritos. Además no son mis hijos y no puedo tratarlos como me venga en gana, pero si son mis sobrinos y tenemos la autorización de sus padres para reprenderlos si ellos no están.

Frunce el ceño cruzándose de brazos - UHM – patalea mirándome retador; con esa mirada altiva no cabe duda que es un mini James.

-Aventar las cosas cuando algo no te gusta es grosero – reprender a un infante requiere más que regaños; si se le va prohibir hacer algo debe explicársele por qué – Pudiste lastimar a Sofí – mi tono elevado y severo sigue siendo el mismo, así entenderá cuál es su lugar – Levanta el vaso y discúlpate con ella.

-¡NO!

-Levanta el vaso y discúlpate con ella – repito.

-Steve, no es necesario - papá niega poniendo una mano en su brazo.

-¿Obedecerás, o le hablo a tú padre? - no tuve que repetir dos veces, la simple mención de su papá fue suficiente para correr a levantar el vaso – Discúlpate.

Valerio deja un beso en la mano de Sofí y con balbuceos se disculpa para después correr con su hermano a jugar nuevamente.

-¿Era necesario regañarlo?

El juego comenzó. (El rey, 2° parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora