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Luego de algunos días, Harry comprendió que el chico no iba a unirse a sus primos para lastimarlo.

Draco seguía insistiendo en que Harry saliera de su escondite, sobretodo ahora que sabía que él, al no ir a Hogwarts, podía hacer magia. Pero el pelinegro se negaba rotundamente.

Lo que al rubio le enfurecía, era que los cuidadores no notaban la ausencia de Harry, o si lo hacían la ignoraban.

Esos días, o noches mejor dicho, en las que los chicos hablaban, se conocieron un poquito más.

Y Harry consideraba al rubio un amigo. Aunque no lo había dicho en voz alta.

El rubio aseguraba que su madre iba a ir a buscarlo. Aunque Harry dudaba de eso, ya que según la información de Draco, su madre había desaparecido cuando él era un bebé, esos eran tiempos de guerra.

Pero no quería romper la ilusión de su amigo, así que sonrió y le dijo que seguro, su madre lo iba a sacar de allí.

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Todo iba bien, hasta ese día, que el rubio despertó sobresaltado al sentir que el sol le daba en la cara.

Al ver que Harry dormía a su lado se asustó, no podía ser, se había dormido en el refugio del chico y ya era de día. Y no era muy probable que ignoren su ausencia.

Rápido bajó las escaleras, y comenzó a caminar hacia el comedor, pero a mitad de camino se encontró con un pequeño impedimento.

—Vaya, hola primo. — Dijo Tony sonriendo mientras se cruzaba de brazos. Su gemelo Ed reía, y el otro chico ¿Joseph? Rodaba los ojos.— ¿A dónde vas tan apurado?

Draco levantó el mentón y su ceja al mismo tiempo, se quedó ahí parado, quieto, sin responder. Seguro que no lo habían visto de donde salía.

—Vaya, el gato le comió la lengua. ¿O fue Potter?— El tal Tony se acercó a él, estaba tratando de provocarlo, pero no lo iba a lograr. — Un tipo muy conversador mi primo.

Los otros dos chicos rieron y Draco se contuvo de escupirle en la cara. Comenzó a caminar para esquivarlo, pero al pasar por su lado el chico lo tomó del brazo y le apuntó con su varita. ¿Qué tenían todos con apuntarlo con su varita? El rubio tanteo su bolsillo para buscar la suya, pero suspiró al recordar que la olvido en el refugio de Harry.

—Tú me serás de ayuda. Aunque ya encontraste el escondite del cara rajada por mí.

Dijo Tony y comenzó a arrastrar al rubio hacia el altillo, Draco se zafó y comenzó a correr, pero los otros dos chicos lo interceptaron y le tomaron de  ambos brazos, no tenía escapatoria.

Cuando llegaron a la escalera, Tony frenó y le golpeó la nariz, logrando que esta comience a sangrar.

—¡Harry! ¡Cuidado!— Gritó Draco, recibiendo otro golpe de Tony.

En cuanto estuvieron en el altillo, Draco vio que Harry estaba a una distancia considerable de la entrada y los apuntaba con la varita. Notó que el chico estaba por decir algo, cuando lo vio a él. El miedo y el enojo se reflejaba en su rostro.

—Hola cara rajada— Saludó Tony apuntandolo con su varita, al instante Harry hizo una mueca de dolor y bajó la suya mientras se agarraba el brazo.

Luego de eso, Draco estuvo que ver como Tony se acercaba a Harry y lo tomaba de cuello, lo lanzaba contra la pared, lo golpeaba, le decía palabras que ningún niño de doce  años debía escuchar, o decir.

Luego de un rato, el rubio desesperado comenzó a gritarle a Harry que se defienda, mierda, eran uno contra uno, pero el pelinegro parecía dispuesto a dejarse golpear por ese imbecil.

Harry parecía no escucharlo, porque luego de caer, y volver a levantarse, ni una sola ves trató de golpear a Tony.

Draco harto de la situación comenzó a forcejear con los idiotas que lo sostenían, logró que uno lo suelte y golpeó al otro con su brazo libre.

Eso solo causó que ambos lo derribarán y comenzarán a patearlo, por todo el cuerpo, el rubio se cubría la cara mientras pensaba en como salir de esa.

—No... ¡Basta!— Escuchó que decía Harry, y al instante dejaron de golpearlo, al mirar notó que los tres chicos se sostenían del pecho y el cabello de Harry estaba... ¿Electrizado?

Al instante supo lo que ocurría.

—Harry, hey, mirame— Susurró el rubio tratando de no hacer ninguna mueca de dolor. Cuando Harry lo miró, Draco notó que sus ojos eran negros, trató de sonreír— Ya está, no nos harán más daño, tranquilo...

Al instante el pelinegro pareció reaccionar, y su cabello y ojos volvieron a la normalidad, los chicos se fueron corriendo de allí sin mirar atrás.

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Luego de que el rubio llamará a Dobby y le pidiera un botiquín de enfermería, éste se encontraba curando algunos rasguños que tenía Harry en la cara.

Aunque el elfo no había conseguido hielo para bajar la inflación de su pómulo, si consiguió una poción para los dolores y muchas galletas con chispas de chocolate y chocolatada caliente con malvaviscos. Los chicos le agradecieron al elfo.

—¿Puedo?— Preguntó Harry luego de que Draco terminará. El rubio no había entendido la pregunta, hasta que notó el algodón en la mano del chico, y recordó que su nariz había sangrado.

Asintió, y Harry se acercó a su rostro levantando el algodón hasta la sangre seca debajo de su nariz.

Sintió que el algodón estaba frío por el alcohol fino, pero la tibia mano de Harry que estaba en su mejilla lo distrajo.

Cuando Harry terminó, se acercó un poco más y le dio un besito en la punta de la nariz. Luego se volvió a sentar frente suyo. Ahí fue cuando Draco soltó el aire que no sabía que retenía.

—Una niña del último orfanato Muggle al que fui, me decía que si  dabas un besito sobre la lastimadura, está no iba a doler más. —Explicó Harry con sus mejillas levemente sonrojadas, luego sonrió y tomó su taza de chocolate caliente.

Draco dudaba que eso sea cierto, pero la ternura que sintió ante la acción de Harry, lo hizo olvidar del dolor en su nariz.

Luego de un rato, en el que los chicos desayunaron, el rubio decidió hablar.

—¿Por qué no te defendiste?

Harry apartó su mirada y comenzó a comer otra galleta.

—Tienes fuerza, eran uno a uno, podías al menos tratar de golpear a Tony. Pero no lo hiciste ¿Por qué?— Insistió el rubio.

—Si alguien me... ataca, por así decirlo, antes de que yo ataque a esa persona, no puedo defenderme.

Dijo Harry luego de suspirar, Draco no entendió, así que el chico buscó la mejor manera de explicarle, que esa clase de ¿enfermedad? No lo dejaba defenderse si alguien lo atacaba primero.

Luego se levantó la manga de su suéter mostrando una cicatriz reciente, y otras líneas blancas, antiguas marcas.

Por eso no se había defendido, porque sino cicatrices se abrirían en sus brazos, o distintas partes de su cuerpo.

—Por eso fue que tú me atacaste la primera vez que vine— Afirmó Draco, sentía impotencia, como era que el chico pasara todo eso.

Según lo que dijo Harry, de un día para el otro le había pasado eso, y los cuidadores le dijeron que no tenía cura.

Primo, alguien vino por ti. — Dijo Ed entrando al altillo, manteniéndose a una distancia considerable de Harry, mirándolo con miedo.

~   ¤   ~

Holis!

Quién más odia a Tony? Y a Ed y Joseph?

Re que yo mismo los invente, bueno, en fin, ¿Quién habrá ido a buscar a Draco?

Orfanato Mágico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora