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Harry apareció en una sala muy llamativa, frente a él una mujer mayor y un hombre muy parecido a Sirius lo apuntaban con sus varitas.

El muchacho instintivamente levantó ambas manos y retrocedió dos pasos, pegándose a la pared.

—No sean dramáticos, solo es un niño, es inofensivo.— Exclamó un hombre mayor, entrando con una bandeja llena de galletas y una taza con chocolate caliente.

La mujer y el hombre bajaron sus varitas rodando los ojos, y se sentaron en un sillón.

—Ven muchacho ¿Tienes hambre?— Preguntó el hombre ofreciéndole la taza a Harry.

El pelinegro se había acercado a sentarse donde el hombre le indicaba, y se sorprendió, claro que tenía hambre. Pero dudo antes de aceptar la taza.

—Uhm, no señor. Iba a tomar usted, gracias igual— Dijo Harry tratando de relucir sus modales de nuevo.

—Oh, no muchacho, esto lo preparé exclusivamente para tí.

Harry quedó boquiabierto al escuchar eso. ¿Cómo podía ser posible?

—Mi padre es vidente.— Le explicó el hombre parecido a Sirius.

—No alardes Reg, asustas a nuestro invitado.— Dijo la mujer riendo por la cara de Harry.— Disculpa nuestros modales cariño, no estamos acostumbrados a las visitas. Yo soy Walburga, mi marido Orión y él es mi hijo Regulus.

—Hola, yo soy Harry. Disculpen la molestia, yo quería hablar con ustedes... cómo es navidad... ehh feliz navidad...

—Querías hablar con nosotros y sacar tus encantos a la luz para convencernos de hacer las pases con tu padrino. Sí hasta ahí llegué.

Dijo Orión comiendo una galleta, mientras Harry jadeaba asombrado, ya que si, eso era lo que quería hacer.

Y de un momento a otro, la mujer de nombre extraño regañaba a su marido por asustar a Harry, mientras Regulus reía.

—Dinos ¿qué es lo que esperas conseguir muchacho?— Preguntó Orión mientras comía otra galleta.

—Pues, saber porque no se hablan más. Sirius no me quiso decir.

—Cuando comenzó la guerra, nosotros decidimos que éramos neutrales, no estábamos ni con el bien, ni con el mal. Y tratamos de convencer a Sirius de que se quedará a salvo con nosotros, pero claro, Gryffindor tenía que ser, el luchó para el bien.— Respondió Orión, con la última frase, Harry notó que sonreía orgulloso.

—¿Por qué luego de la guerra no volvieron a buscarse?

—Somos una familia muy orgullosa Harry, como él no venía, nosotros no fuimos por él. Seguro que está decepcionado de nosotros.— Respondió Regulus mientras miraba un cuadro que estaba sobre la chimenea, en él estaba con su hermano de pequeños.

—Él no está decepcionado de ustedes, me habló muy bien, me comentó que el chocolate caliente con galletas de su padre era el mejor, y tiene razón, también me habló de lo hermosa y cariñosa que es su madre. Y de lo divertido que era su hermano, me dijo cuánto los extrañaba, pero no pude convencerlo de buscarlos...— Dijo Harry mirando como los tres lo miraban atentamente, suspiró antes de continuar.

—Viví cerca de doce años en orfanatos, siempre deseaba con tener una familia, y cuando llegó Sirius con Remus, ellos me brindaron un hogar, y amor, ellos son mi familia.

Nadie le respondía, Walburga se secaba las lágrimas, mientras que Regulus sonreía de lado.

—Esa no es toda la historia, cuando en quinto año Sirius nos contó que tenía novio, nosotros dejamos de hablarle. Luego llegó la guerra, y sí, le rogamos de que se salvará, pero el no nos escuchó y se fue con su novio y sus amigos a batallar. Allí fue cuando nos dimos cuenta de nuestro error.

Orión suspiró luego de decir eso y Harry sonrió.

—Ya lo sabía Señor, Remus me contó la historia. Y veo que no me equivoqué, ustedes sí quieren a Sirius, dejen de lado el estupido orgullo y vayan con su familia.

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Luego de una cariñosa y extrañamente, entretenida charla, Harry conoció más a la familia de Sirius.

Walburga era la más seria, aunque también muy dulce y amable. Orión era divertido, tenía la misma energía que Sirius. Regulus, era serio, al principio, luego fue saltándose y llegó a ser muy divertido y cariñoso.

A Harry le sorprendió cuando el hombre le pidió que lo llamé Reg, y luego lo abrazó muy fuerte para agradecerle por haber ido.

Los Blacks le explicaron a Harry, que antes de que Sirius fuese a la guerra ellos entendieron que sus prejuicios eran idiotas, y no es que odiaban a Sirius por amar a un hombre, nunca lo odiaron, solo que no lo entendían. Y cuando se dieron cuenta de su error, era demasiado tarde.

Y sí, lo habían buscado, pero Sirius cambiaba mucho de lugar, y al pasó de los años, se rindieron, ya que creían que Sirius no querría verlos más.

Pero sus esperanzas volvieron a crecer al escuchar las historias que Harry contaba, en las que ellos eran protagonistas, historias hermosas de su infancia.

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—Oye Harry ¿Quieres ver la antigua habitación de Sirius?— Regulus se paró y llevó a Harry al segundo piso, mientras Walburga escribía una carta indicándole a Sirius que Harry estaba allí y Orión cocinaba.

El niño emocionado siguió al hermano de su padrino, en el camino vio distintos cuadros de antepasados Blacks, o decoraciones estrambóticas.

Cuando Regulus frenó, frente a ellos había una puerta con el escudo de Gryffindor pintado en ella.

Regulus le explicó al niño, que toda su familia había ido a Slytherin, excepto Sirius, él fue el primero en romper la "tradición", y estaba demasiado orgulloso de eso.

Y se nota, pensó Harry al ver la habitación de su padrino, todas las decoraciones del lugar eran rojas y amarillas.

En una pared, Harry pudo ver varias fotos mágicas,en la gran mayoría estaban Sirius y Remus, pero había muchas en las que aparecía Regulus, y unas cuantas en donde aparecían sus padres de adolescentes.

—Oye ¿Qué te parece si te llevas todo lo que te guste para tu habitación? A Sirius no le va a molestar— Comentó Regulus. Luego se fue de la habitación diciendo que debía buscar unas cajas para guardar todo lo que Harry eligiera.

El niño emocionado, comenzó a tomar todas las fotos en las que aparecían sus padres, en la mayoría estaban con Remus y Sirius, algunas salían solos, en todas reían, en todas estaban felices.

También tomó algunas en donde salían solamente Remus y Sirius, le encanta la pareja que hacen, y cuando eran más jóvenes se veían muy tiernos.

Harry los shippea, pero ese es el sueño de todo adolescente, que su shipp favorito sea real.

—Oye Reg ¿Quién es éste chico?— Preguntó Harry mientras señalaba a un chico rubio en una foto.

—O ése soy yo.— Exclamó una persona, que definitivamente no era Regulus.

Harry miró al hombre detrás de él, era bajito y tenía aspecto de rata, según el chico.

El extraño comenzó a acercarse a Harry mientras sonreía de una manera que infundía cualquier sentimientos menos cariño.

Harry sacó su varita y apuntó al hombre, tenía miedo de lo que pudiese hacerle, le dijo que frenará, que no se acercará más, que iba a gritar si daba un paso más.

Todo pasó muy rápido, de un minuto para el otro el hombre lo agarraba del cuello y lo levantaba del suelo, impidiendole respirar. Su magia empezaba a descontrolarse, hasta que explotó.

Luego hubo gritos, y él estaba flotando en el aire, luego alguien lo abrazaba y le susurraba que todo estaba bien, que no le harían daño. Que se tranquilice.

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Holis!! Oooook, éste capítulo fue diferente ah, pero me gustó.

Es muy obvio quien puede ser el hombre misterioso¿?

Muchísimas gracias por las leídas, comentarios y votos, me hacen muy feliz 🥺♥️

Orfanato Mágico Donde viven las historias. Descúbrelo ahora