Orfanato Mágico

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—...entonces, tienes que mover la varita en forma de corazón, mientras cantas las palabras...— Le explicaba Sirius a Harry, en dos días volvería a Hogwarts, y ya estaba más que convencido de querer declararse.

El chico emocionado subió a su habitación para preparar todo.

—No es el hechizo correcto ¿Cierto?— Preguntó receloso Remus. Sirius simplemente sonrió culpable.

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Harry no prestaba atención a la clase, el día anterior había llegado a Hogwarts, y en ese momento estaban en Defensa contra las Artes oscuras, o eso creía el chico.

Estaba sentado a unas mesas de donde se encontraba el rubio. Con la barbilla apoyada en su mano, suspiraba al verlo escribir.

—¿Sería tan amable Potter de explicarnos para que sirve el encantamiento expelliarmus? — Preguntó divertido Lupin frente a la mesa de Harry.

El pelinegro saliendo de su ensoñación, descubrió que todos lo miraban ocultando sus risitas.

—P-para desarmar a tu oponente— Respondió con las mejillas sonrojadas, Remus sonrió.

—Ahora ¿Me puedes leer los apuntes que imaginó fuiste escribiendo de está clase?— Volvió a preguntar Lupin tratando de no reír al ver la expresión de horror del chico.

Harry miró su pergamino, y en ella lo único escrito era el hechizo que le había enseñado Sirius, luego eran simples dibujos de corazones.

Suspirando respondió que no había prestado atención, Remus simplemente negó riéndose, mientras le decía que tendría una hora de detención por no prestar atención.

—Vamos Moony...— Dijo Harry triste, al ver la cara de Remus suspiró de nuevo— Digo profesor Lupin, por favor...

—Sin discutir, presta atención.— Dijo el hombre suavemente mientras volvía a dar la clase.

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Luego de clase, el castigo de Harry era limpiar un aula en desuso.

El pelinegro no entendía ese castigo, pero luego de despedirse de sus amigos se dirigía hacia allí refunfuñando.

—Tan distraído cómo siempre.—Murmuró Draco mientras lo alcanzaba.

Harry al verlo sonrió.

Entre charlas ambos chicos llegaron al supuesto castigo de Harry.

Al entrar al aula, Harry notó que no había ni una pizca de polvo. El lugar estaba iluminado por algunas velas flotantes, y se veía realmente hermoso.

Sobre el escritorio había una nota, el pelinegro la tomó, y al leerla sonrió.

"Esperó que aproveches tu castigo Lobito"               
Remus.

Harry dejó la nota donde estaba, y se acercó a Draco sin dejar de sonreír en ningún momento.

—Yo hace tiempo que quiero decirte algo importante.— Dijo Mientras sacaba su varita y hacía unos movimientos divertidos.

—Hace un tiempo me di cuenta de... que tal vez sienta algo por tí.— Continuó diciéndole mientras su varita lanzaba algunas chispas rojas. El rubio lo miraba expectante.— En realidad, siento algo por tí. — Dijo el chico mirando a los ojos del rubio, las chispas rojas comenzaban a rodearlos.— Me gustas Draco, me gustas mucho, muchísimo.— Dijo esto último en un susurro, porque ese era su secreto, el cual sabía todo el mundo, pero en ese momento no debía escucharlo nadie más que Draco.