Al otro día, cuando Harry volvió a su casa, se enteró de que la charla que le había dado Sirius, fue por una broma que le hizo su padre y hermano, diciendo que supuestamente Narcissa no estaba en casa.
El pelinegro molestó, le dijo que por su culpa, había hecho un gran papelón frente a su amigo.
Sirius comenzó a reír logrando que Harry se relajará y riera también.
~¤~
Ya habían pasado las vacaciones, al día siguiente Harry volvería a Hogwarts.
El chico había estado pensando mucho esas vacaciones, y llegó a la conclusión, de que tal vez sentía algo por Draco.
Así que esa noche, luego de cenar, se lo quería decir a sus tíos.
—Oigan, yo... yo quería decirles, que tal vez, sienta algo por Draco.— Soltó el pelinegro hablando muy rápido y luego tomaba un gran sorbo de su chocolate caliente.
Remus sonrió al escucharlo mientras daba palmaditas a la espalda de Sirius que se había ahogado.
—Eso es hermoso lobito, me alegra que nos dijeras, sabes que cuentas con nosotros para todo.— Dijo Remus mientras se sentaba a un costado de Harry y lo abrazaba.
Sirius se sentó al otro lado del chico y lo abrazó también.
—Vaya, nunca pensé que esté momento llegaría, pero tengo una historia para contarte cachorro— Dijo el hombre luego de un rato, mientras empezaba a narrar su historia...
—Cuenta la leyenda que hace muchos años, dos jóvenes se conocieron y se enamoraron.
La muchacha era tan hermosa y delicada como una rosa, pero igual que la flor era peligrosamente letal.
Sus cabellos pelirrojos danzaban libres con el viento, sus ojos marrones eran brillantes bajo la luz de la luna.
El muchacho era buen mozo, cariñoso y amable, tenía talento para el canto, los pueblerinos decían que su voz era capaz de curar a los enfermos.
Todos cantaban en nombre del joven que curaba a los enfermos, decían que gracias a su piel oscura y sus ojos claros el muchacho tenía magia. Pero en realidad los pueblerinos no creían en la magia.
Y eso era un gran problema, ya que los muchachos eran magos, la magia corría por sus venas. Si los pueblerinos se enterarán, sería su fin.
En aquellos tiempos la comunidad mágica se camuflaba entre los muggles, ya que no tenían un lugar propio para ellos.
Los jóvenes enamorados habían escapado de una cacería de brujas y habían caminado cientos de kilómetros hasta llegar al pintoresco pueblo Muggle en el que ahora residían.
Durante el camino sufrieron demasiado, tanto que hicieron un trato, no volver a usar su magia para así no ser detectados por los muggles.
Pero cuando llegaron a ese pueblo, todavía no era pintoresco, sino que era un pueblo de mala muerte, y la promesa de los jóvenes de no hacer magia se rompió.
La muchacha utilizó su gran don de crear pociones para hacer que el suelo sea fértil, el muchacho decía ser un curandero para ayudar a todos los enfermos.
El rumor de los enamorados habilidosos se corrió por el pueblo, decían que una muchacha de cabellos de fuego tenía talento con la tierra, y que el muchacho de ojos claros cantaba una dulce melodía en otro idioma al curar a la gente.
Con el pasó de los años, el pueblo se levantó de entre sus cimientos. O como les gustaba a los pueblerinos decir, resurgió de entre sus cenizas.
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Orfanato Mágico
FanfictionTras la muerte repentina de Lucius Malfoy, su hijo, Draco, termina en un orfanato. Aunque el pequeño tiene esperanzas de que su madre reaparecerá y lo saque de ese horrible lugar. Lo que el pequeño no esperaba era encontrarse con Harry Potter allí...