Nota:No hay la bandera de la Alemania Nazi ="v
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La primera vez que lo vio fue en las frías tierras soviéticas, quedo fascinado con aquella ternura y belleza que desprendía, claro que debía de confesar que lo había confundido con una mujer por los rasgos finos que este poseía, si el soviético no hubiera dicho "el" en vez de "ella" hubiera seguido pensando que era un chica. No se sintió decepcionado pero si sorprendido, claro que lo sorprendido se le fue poco a poco dejando ver su personalidad algo coqueta
Perú caminaba tranquilo por el jardín lleno de nieve, llevaba unas botas de su tamaño con las cuales podía caminar sin hundirse, a lo lejos yacía dos soldados que lo vigilaban, no podían dejarlo solo en caso de que atacaran la mansión o que el peruano se escapara
El alemán salió de la casa con cigarrillo en mano, había llegado justo a tiempo para observar al pecoso jugar con la nieve, aquello le gustaba de cierta manera pues a menudo solía ser algo miedoso, cada vez que lo veía susurraba solo o temblaba en una esquina abrazando sus piernas
Soltó una pequeña risa al ver como el sur americano intentaba poner la bola mediana encima de la bola grande. Dio una última calada a su cigarrillo para botarlo haciendo que un poco de la nieve de derrita para luego ser apagado por la misma
-Hola pequeño-aquel saludo hizo saltar al latino haciendo que cayera encima de la bola mediaba
-E-eh, hola-respondió algo nervioso levantándose de la nieve, el alemán era intimidante pero algo en su aura lo tranquilizaba
Perú empezó a jugar con sus dedos enguantados mirando al suelo, Nazi vio eso, le causo ternura que no pudo evitar cargarlo y ponerlo en sus hombros
-Es-espera, esta muy alto!-evito mirar hacia abajo mientras sus bracitos rodeaban la cabeza del alemán
-Vamos lieben, hay que divertirnos un rato!-exclamo con una gran alegría
Empezó a correr entendiendo uno de sus brazos pues el otro tenía que sostener al peruano. Poco a poco Perú también Fue extendiendo sus brazos mientras una sonrisa se colaba en su cara
-Soy el rey del mundo!-grito con emoción mientras reía junto con el alemán
Aquellos gritos llamaron la atención de quienes vivían en aquella mansión, solo algunos se atrevieron a mirar encontrándose con aquella escena, se les derritió el corazón al ver al pecoso reír y sonreír, no era diario verlo así
Sin embargo, todo lo bueno de la vida tiene que terminar tarde o temprano, lamentablemente aquella diversión se termino temprano
-Que crees que haces?-aquella pregunta hizo que el nazista parara de golpe
-Divirtiéndome un rato con esta maravilla del mundo-aquello causo que las mejillas adornadas de pecas del peruano apareciera un tono carmesí que se combino con el morado que se habían puesto debido al frío viento que traía la nieve
Aquello causo el enojo del comunista quien sin demora arrebato al peruano de Nazi sacándole un bufido al alemán y un quejido al peruano
El de parche lo bajo para sostener su muñeca izquierda que estaba elevada debido a la diferencia de altura
-U-URSS, mi brazo se cansara, po-podrías soltarme?-pregunto, más bien suplico, el peruano
Ante aquella pregunta solo recibió un apretón más fuerte haciendo que mordiera su labio, le dolía el agarre del soviético
-Déjame decirte una cosa Nazi-el nombrado levanto una ceja cruzándose de brazos, no le tenía miedo a URSS-aléjate de el si no quieres mi puño en tu cara alemana
