Pedido por:luanaanaya
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𝐒𝐔𝐒 𝐋𝐀𝐁𝐈𝐎𝐒 formaron una sonrisa boba y tonta, como la catalogaban sus hermanos al verlo, pero no podía evitarlo, no mientras tenía a la vista a aquel lindo y pequeño latino de preciosa sonrisa
Suspiró enamorado al ver la bella sonrisa del peruano, se preguntaba como alguien podía ser tan hermoso
―Que chico tan lindo― murmuró
Canadá y USA se vieron, ambos se golpearon la frente con la palma de sus manos
―Australia― llamó Canadá, rodando los ojos
―Perú es tu novio― terminó USA
―Losé― respondió con un tono en su voz que indicaba lo enamorado que estaba ―¡lo invitaré a ver películas!―
Decidido, se levantó y fue directo al latino, quien leía un libro pacíficamente a la espera de la ONU
―Perú~― llamó con un tono cantarín
El pecoso levantó la cabeza dejando ver un par de ojos dorados, aquellos que amaba con todo su ser
―Hola, cariño― saludó con una sonrisa
El oceánico volvió a suspirar enamorado, escuchar ese apodo en los labios de Perú le encantaba
―Perú, ven a mi casa mañana― el peliazul se acercó más al pecoso casi juntando narices
El sonrojo adornó las mejillas latinas, Perú semi escondió su rostro en el libro mientras se hundía un poco en su asiento, las palabras del australiano había llamado la atención de los países que estaban cerca
―M-me gustaría― accedió
―Perfecto, mañana en mi casa a las 4― le guiñó el ojo
El de habla inglesa le dio un beso en la frente y se fue a su sitio saltando en un pie, estaba muy feliz
―Mañana tendré una cita con Perú, mañana tendré una cita con Perú― pensaba emocionado
Canadá y USA rodaron los ojos, debían admitir que estaban celosos de Australia, pero su hermano se había ganado el corazón peruano justamene, así que solo cuidarían que el australiano no le rompiera el corazón al pecoso
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Australia iba feliz a su casa, había salido a comprar algunos bocaditos para comer mientras veían las películas. Miró su reloj de muñeca y vio que faltaba media hora para que su pareja llegara
Emocionado, apresuró el paso para verificar que todo estuviera ordenado, no quería que el pecoso viera que tenía su departamento patas arriba
Al llegar, entró a su departamento y dejó las bolsas en la cocina, iba a sacar los platos para servir pero el fuerte tocar en su puerta lo asustó
―¿Quién podría ser?― se preguntó, extrañado
Fue a la puerta y abrió dejando ver un bello chico de cabellos rubios, ojos verdes y piel blanca
―Eh, ¿hola?― Preguntó Australia confundido, no recordaba conocer a aquel chico
―Hola, tanto tiempo― habló el chico