Pedido por:YareNakahara
Mararón 5/6
||💙||
𝐄𝐋 𝐂𝐈𝐄𝐋𝐎 nocturno rodeado de estrellas con la luna tan brillante como siempre, era maravilloso ante sus ojos, aquellos que eran de un color dorado tan brillabtes como diamantes
Puso sus dos manos en la rejilla de metal que tenía su cuarto, aquel en el que había sido encerrado desde su nacimiento
Estiró su mano creyendo que podría alcanzar la luna, la idea de vivir ahí rodeado de estrellas le era tentadora
Se retiró de la ventana cuando la puerta de su habitación fue abierta con delicadeza, volteó viendo a su padre entrar al lugar
―Hola, mi niño, te traje tu comida― el español sonrió y entró
Perú se sentó en su cama escuchando el tintineo de la cadena en su tobillo, la bandeja de comida fue dejada en sus piernas, agradeció con la cabeza gacha tomando el tenedor
Un suave agarre en su mentón hizo que levantara la mirada, sus ojos de joyas chocaron con los ojos azulinos de su padre, quien sonrió al ver esos ojos
―Mi precioso niño, nadie debe ver esos ojos tan bellos― se inclinó y besó la frente del menor delicadamente
Perú asintió, España sonrió y se fue de la habitación dejándolo solo, como siempre. El pecoso suspiró y dejó la bandeja a un lado, su apetito se había ido, como todos los días a la hora de la cena. Se levantó de la cama y volvió a la ventana viendo por esta
―Me pregunto, ¿Cómo será afuera? ¿Será lindo?― se preguntó
Juntó sus manos llevándolas cerca de los labios, cerró los ojos pensando bien su deseo, alguna vez había oído a su hermano Argentina hablar sobre un hada de los deseos que
―Hola señorita Luna― saludó ―usted es muy bonita y siempre brilla― continuó ―realmente nunca he deseado nada, siempre hice lo que papá quería y nunca rechisté en nada― confesó ―pero, realmente quisiera saber como es afuera, por favor, podrías dejarme ver como es el mundo, ¿será tan maravilloso como dicen mis libros?― preguntó ―gracias señorita luna―
Bostezó, se frotó uno de sus ojos y fue su cama, se tapó y se durmió en el primer instante en que su cabeza tocó la almohada
══════◄••❀••►══════
―Me llamó, ¿señorita luna?― preguntó el alado arrodillándose frente a ella
Frente a él, había una mujer de cuerpo delgado y esbelto, su largo cabello plateado y brillante llegaba al suelo con pequeñas ondas simulando cascadas pequeñas, su piel blanca como la porcelana y sus ojos vacíos dejando dos cuencas negras, era uba mujer bella
―Si, joven ONU― respondió ―te llamé aquí porque te encargaré una misión de suma importancia―
El alado asintió, sería la primera vez que la luna le encargaría una misión, estaba nervioso y emocionado
―Hay un chico en la tierra que posee unos preciosos ojos dorados tan brillantes como un diamante― en sus manos, invocó una pequeña bola de cristal enseñándosela al alado ―el niño fue bendecido por el sol, pero, lamentablemente, vive en soledad alejado de la sociedad por su cruel padre, quien quiere poseer esos ojos de joyas― explicó ―tu tarea es sacarlo de su prisión y llevarlo a un lugar seguro, tu collar te indicará por donde ir―