Pedido por:seunonimo
Advertencia: Se hablara del suicidio y problemas en casa
Advertencia 2: One shot no apto para todo el mundo
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𝐋𝐎𝐒 𝐆𝐑𝐈𝐓𝐎𝐒 desde la sala lo asustaban, las cosas romperse y los golpes que se oían hacían que se encogiera más en su cama tratando de apaciguar los fuertes sonidos
El fuerte sonido de un vidrio romperse, fue el detonante para salir de su cuarto e ir hacia el cuarto de su hermano mayor, al estar frente a la puerta, se puso de puntitas y tomó la perilla abriendo la puerta
―M-México― susurró
El nombrado se incorporó en la cama, el tampoco podía dormir por el ruido que hacían su padre y madrastra
―Ven aquí, Perú― se hizo a un lado dejando un espacio para que el menor subiera
El pecoso entró, cerró la puerta y fue corriendo hacia la cama subiendo de inmediato
―No me gusta que mamá y papá peleen― confesó el menor
México suspiró, se echó en la cama y abrazó al menor tratando de consolarlo
―A mi tampoco, Perú― murmuró
El mexicano sintió los sollozos de su hermano, lo abrazo más fuerte tratando de calmarlo
―Te lo prometo, Perú, te sacaré de aquí― pensó mientras le acariciaba el cabello al pecoso
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―¡Eres un inútil!― el golpe llegó a sus moreteadas mejillas, tembló aguantando las lágrimas que querían salir
La mujer simplemente vio con desaprobación a su hijo, para ella, Perú solo era una carga más, por lo menos su hijastro se había ido de la casa en busca de paz
―L-losiento― se disculpó mientras recogía los pedazos de vidrio cortándose en el proceso
España rodó los ojos, nunca le habían gustado los niños y se lo había dejado en claro a su fallecida esposa y a su actual esposa, pero ambas terminaron embarazadas
Perú terminó de recoger todo, se fue a la cocina botando todos los pedazos de vidrio, después, subió las escaleras yendo al baño y lavarse las manos tratando que la sangre pare
―México dijo que volvería― pensó ―México volverá―
Se curó las manos y se fue a su habitación, ya ahí, abrió la ventana y salió por esta subiendose a un árbol para bajarlo rapidamente. Al estar en tierra firme, se alejó de su 'hogar' y fue corriendo al parque cercano
Al llegar, buscó con la mirada a un chico de cabellos pelirrojos como el suyo, lo encontró sentado en una banca cerca de los columpios, con una sonrisa, corrió hacia el pelirrojo
―¡Libano!― exclamó el de menor estatura
El nombrado elevó la vista de su libro sonriendo al instante, abrió sus brazos recibiendo un fuerte abrazo de Perú, aquellos que siempre trasmitían una hermosa calidez
―Hola, palomita― saludó, besando con suavidad y ternura la frente del pecoso
Al separarse, Perú se sentó tratando de que su pareja no viera su cara moreteada, algo que el ojiverde captó de inmediato
Libano tomó con suavidad las mejillas de Perú obligándolo a que lo mirara, el pecoso desvió la mirada al ver el ceño fruncido del ojiverde
―Perú, tu cara― susurró, molesto