Pedido por:AyliQuispe
Maratón 3/6
||💜||
𝐔𝐍𝐀 𝐏𝐄𝐐𝐔𝐄Ñ𝐀 y suave risa salía de aquellos carnosos labios que tentaban a muchos a besarlos, pero se detenían al pensar lo asustado que estaría el dueño de esos labios por sus bruscos movimientos
Su cuerpo revoloteaba por las diversas y suaves nubes que lo invitaban a quedarse dormido por un par de horas o toda la tarde, lo que ocurra primero
―Espera, ¡Perú!― exclamó su acompañante
El pecoso volteó sintiendo como perdía un poco el equilibrio, para su suerte, Groelandia lo tomó del brazo atrayéndolo hacia él
―Gracias― murmuró Perú, se separó y volvió al borde inclinándose un poco
―Debes tener cuidado, Perú, pudiste haber caído al...― al instante, el de parche se quedó callado
Perú no paso eso desapercibido, volteó y se levantó yendo hacia el de mayor altura
―¿Caído a donde?― preguntó
―A la tierra, si, tierra― respondió nervioso
El pelirrojo no le creyó, así que, usando sus dotes actorales, se alejó de Groelandia suspirando
―Bueno, siempre quise conocer la tierra― habló ―supongo que echaré un vistazo―
Se puso al borde de la nube extendiendo sus alas disimulando que iba a saltar, contó hasta tres y rio cuando Groelandia lo cargó y lo llevó más lejos del borde de la nube
―Esta bien, esta bien, tu ganas― suspiró frustrado ―ahí abajo está la entrada al infierno, por nada del mundo debes bajar ahí― advirtió ―ese lugar no es apto para la mayoría de ángeles, sobre todo para ti―
Perú asintió, mentiría si no decía que le causaba curiosidad, varias veces había escuchado a su padre decir que el infierno era de las peores cosas entre los tres mundos (infierno, tierra y cielo)
―Bueno, ya vámonos que tu padre me mata si no te llevo a tu casa para el almuerzo― con la conversación terminada, Groelandia sacó sus alas y comenzó a volar siendo seguido por Perú
El pecoso volteó la cabeza viendo el filo de la nube, negó y siguió volando hasta llegar a su casa
══════◄••❀••►══════
―Solo será un vistazo― murmuró
Perú había pasado una semana entera pensando en como seria el infierno, le causaba curiosidad saber si era como realmente lo describían, caluroso, sin agua y sus habitantes cometían varios pecados
Estiró sus alas, miró hacia todos lados viendo que no había nadie que lo detuviera, inhaló y exhaló retrocediendo unos pasos. Al estar en una distancia prudente, comenzó a correr saltando en el borde de la nube, empezó a mover sus alas manteniéndose en equilibrio
Bajó y bajó hasta que empezó a sentir calor, con su brazo, se limpió un poco el sudor que bajó de su frente. Pronto, sus ojos captaron un arco de piedras filosas algo terrorífico