Pedido por:AyliQuispe
Nota:Contenido tóxico, no romantizar nada de lo que haya aquí
Maratón 4/6
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𝐄𝐋 𝐒𝐎𝐍𝐈𝐃𝐎 del reloj resonó en su cabeza torturándolo a cada minuto que pasaba, se preguntaba que hora era, ya no tenía sentido del tiempo y la única fuente de tiempo era ese reloj que no tenía números, solo stickers que indicaban acciones que iba a pasar ese día
Se sobresaltó cuando escuchó pasos fuera de la habitación, se hundió en su sitio ubicado en una esquina de la habitación, la puerta se abrió ocasionando miedo en todo su ser
―Cariño, es hora de comer― la puerta se abrió dejando ver a un hombre alto de cabello largo rojizo amarrados por una pequeña liga
El de mayor altura se acercó y se arrodilló frente a la figura encogida del pecoso, con una sonrisa, le dejó el plato de comida frente a él y lo empujó levemente
―Disfruta, lo hice con mucho cariño― dijo mientras desamarraba las muñecas del más bajo
El pecoso miró la comida y luego a sy captor, tragó saliva y agarró el plato comenzando a comer lentamente
―¿Está rico?― preguntó China
Perú asintió. Terminó de comer dejando el plato a un lado, se quiso limpiar, pero China agarró la servilleta y comenzó a limpiar la boca del pecoso con suavidad
―Se que no me permites que te dé de comer, pero déjama limpiarte por lo menos― habló
El pecoso no dijo nada, pronto, sintió sueño, se frotó uno de sus ojos con cansancio
―Oh, cariño, debes tener sueño― habló ―ven, te acostaré―
China cargó al pecoso dejándolo en la cama, Perú cerró los ojos hundiéndose en los brazos del señor sueño
El pecoso se durmió, China sonrió, se inclinó un poco y le dió un beso en la frente, se incorporó y fue hacia los pies de la cama destapando el tobillo de Perú
Se agachó y agarró una cadena que estaba sujeta a la pata de la cama, la envolvió al rededor del tobillo pecoso
―Espero no demorarme tanto― susurró
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Sus ojos se llenaron de lágrimas, quiso gritar pero la mordarza no se lo permitía, quiso moverse, pero las ataduras lo detenían
―Ou, no, el baño está unas puertas más adelantes, ahí está el almacén y créeme, no quieres entrar ahí― escuchó la voz de China
―Ay, tu pues que tienes todo desordenado― acusó Japón ―si quieres te ayudo a limpiar―
―Ay, por favor Japón, apenas y puedes estar cinco minutos expuesto a la calle sin usar mascarilla― acusó
Japón había venido de visita, era la oportunidad perfecta para pedir ayuda, pero China advirtió sus acciones y lo amardazó y amarró
Intentó hacer ruido con su cuerpo, pero las paredes eran gruesas y casi no podía oírse nada desde ahí
―Mmm, espero que Perú esté bien― escuchó la voz del japonés
Volteó viendo un conducto, abrió los ojos de la sorpresa, con todas sus fuerzas, se acercó y comenzó a hablar aún con la mordarza
―Mmm, mmm, mmm― "hablaba"