Capítulo 29

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Bruce se sentó junto a su pareja sobre la cama, Tony y Steve estaban abrazados sobre esta también, el alfa sentado tras el omega, parecía que pasaría un muy largo tiempo antes de que lo soltara, era entendible. Wanda y Visión permanecieron de pie cerca de la puerta, Pietro y Clint estaban sentados en la alfombra uno a lado del otro, sus manos unidas. Loki estaba en una silla traída por su pareja, este estaba de pie tras él, imponente y protector.

Pepper y Happy se habían llevado a las niñas, diciendo que alguien podía ponerlos al día después.

Loki bebió de su vaso y luego se lo entregó al alfa rubio tras el, se cruzó de piernas, entrelazo sus manos sobre su regazo y miró a los ahí reunidos instándolos con la mirada.

—Entonces… Hagan sus preguntas.

—¿Por qué? —dijo Tony, siendo el primero en hablar.

—Tus hijas, ellas… serán importantes en el futuro de Asgard.

—Demasiado diría yo —comentó Thor, una suave sonrisa en sus labios.

—¿Ellas estarán en peligro? —preguntó Steve, aferrándose a Tony.

—No… es complicado. Realmente no podemos hablar sobre esto, esta prohibido, solo puedo hablarles de lo que ya ha ocurrido —suspiró Loki, Thor posó una mano reconfortante en su hombro.

Era obvio que Steve quería preguntar más sobre eso, hablaban del futuro de sus hijas. Bruce mismo ya estaba preocupado por esas niñas y apenas tenían un día de nacidas. Pero eran los nuevas y pequeñas integrantes de su manada, su instinto de proteger era fuerte, pero sabía no debía parecerse nada al de Steve o Tony en este momento.

—Créeme, esta escrito que ellas no sufrirán daño, no como temes… Ellas vivirán su vida bajo sus propias decisiones, su futuro esta controlado por ellas solamente. Son únicas y especiales —dijo Loki con algo muy cercano a la aprobación. También parecía muy entusiasmado.

—¿Si lo que te importa son las niñas? ¿Entonces por qué salvar a Tony? Ellas ya habían nacido, estaban bien —dijo Natasha, ignorando la mirada que le dieron los demás, pero Bruce entendía mejor que nadie la forma de pensar de Natasha.

—Porque ellas necesitan de sus padres, de todos ustedes, necesitan a su manada, fuerte y unida, como todo niño… Y porque Tony me agrada —agregó aliviando la tensión en el ambiente.

Bruce sospechaba había algo más, pero no quiso señalar eso, aún no. Natasha pareció pensar lo mismo al compartir una mirada con él.

—Magnetismo Stark —susurró Tony, tomando una taza del buro.

—Okay, muy interesante todo —dijo Bruce, brazos cruzados —, ¿cómo saben todo esto? ¿Sobre lo hecho por Howard? Porque es claro que lo saben, no intenten negarlo.

—¿Por qué dices eso? —preguntó Thor.

—Es demasiada coincidencia todo esto estallara cuando tu prometido estuvo aquí en la tierra, en su fuga.

—Cortejo —aclaró Thor.

—Claro, cortejo —bufó Clint desde su lugar.

—En primer lugar, yo me fui antes de que lo descubrieran, en segundo… Si, yo lo sabía, se los dije, esta escrito —Permaneció en silencio unos segundos —. Puede, puede que les haya ayudado un poco mientras estuve aquí.

Thor cerró los ojos y asintió con la cabeza, como si repentinamente entendiera muchas cosas. Bruce deseaba saber que cosas.

—Por eso elegiste Midgard. Por eso me hiciste venir aquí antes del encuentro con Padre, antes de ir con las Nornas. Querías que los conociera, a él —Sus ojos se centraron en Tony —, dime, esposo, ese día que desapareciste en medio de nuestra ceremonia… Me dijiste que tenías que hacer un viaje rápido, no lo entendí entonces… pero visitaste Midgard sin el permiso de mi padre, ¿verdad?

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