Capítulo 3

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El pequeño en sus brazos se removió sumido en un profundo sueño, Tony tocó suavemente su rostro con adoración.

La calidez en su pecho no podía compararse a nada que hubiera sentido antes.

—Lo ves mi Anthony, ser omega no es malo... tú encontraras un buen alfa —dijo su madre frente a él—, te lo aseguro.

Sentir la dulce caricia en su mejilla hizo que sus lágrimas cayeran.

Tony abrió los ojos perdiendo la imagen de María, el sentimiento de anhelo lo mantuvo despierto e intranquilo, normalmente en sus sueños estaban presentes sus padres, distintos recuerdos de ellos antes de que murieran.

Era la segunda vez que Tony soñaba con sostener un bebe, su instinto seguía ahí, insistiéndole en que era momento.

Tener un bebe le traería una inmensa felicidad, estaba seguro.

—¿Tony? —Cerrando sus ojos cubrió sus oídos con la almohada bajo su cabeza ante el toque en la puerta de la habitación.

—Estoy durmiendo —dijo con fingida voz somnolienta, tratando de recuperar el sueño.

Después de algunos minutos de silencio, la molesta voz de Bruce volvió a perturbarlo.

—¿Que habitación tomara cada quién? —preguntó indeciso.

—Solo no suban a este piso —murmuró Tony.

—¿Puedo entrar?, necesitamos hablar. —Abrió sus ojos ante el tono usado por el beta, observó el techo.

—¿A esta hora? —inquirió malhumorado.

—Ya es medio día, Tony.

Internamente maldecía la solicitud de Fury de alojar al equipo en su torre, ya le había parecido extraño que la reunión de ayer se llevará ahí.

Al parecer las instalaciones de SHIELD se designaron a los nuevos héroes que se entrenaban, por lo tanto, los Vengadores debían mudarse, ¿dónde?, por supuesto que a su torre.

Soltando un resoplido, Tony se levantó de la cama, talló con sus palmas sus ojos, probablemente si sus pensamientos no hubieran girado en torno a lo que ocurrió en su taller momentos antes de la reunión, habría podido presentar más pelea u otra opción.

Y ahí estaba, Steve volvía a su mente.

Tony no sabía que hacer con lo sucedido, la declaración del alfa daba vueltas en su mente haciéndole sentir una emoción embriagadora difícil de explicar.

Abrió la puerta topándose con la mirada de Bruce, se hizo a un lado dejándolo entrar para después cerrar nuevamente.

—Viernes, cariño, indícales a los otros cual sera su habitación.

—Enseguida, señor —contestó la IA de inmediato.

Tony le dio una mirada de obviedad al beta.

—Así que... en realidad, ¿por qué interrumpes mi maravilloso sueño?

Bruce permaneció callado unos momentos.

—Por tu repentino deseo de querer tener un hijo —declaró Bruce cruzándose de brazos.

Ignorándolo tras lo dicho, Tony entró al baño, el que Bruce estuviera tan en contra de la idea de cierta manera lo lastimaba. Era uno de sus mejores amigos, ¿no se supone debería apoyarlo?

—Brucie, creo haber sido bastante claro la última vez que hablamos —contestó elevando la voz al entrar a la ducha.

Ya bajo el agua caliente, Tony escuchó la voz de su amigo contra la puerta del baño.

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