Instinto omega

Capítulo 24.

Tony sabía que estaba en un sueño, no entendía el porqué, pero lo sabía, rodeado de bruma verde, parecía caminar sobre un vacío, oscuridad sin fin cuando miraba bajo sus pies.

—Lo que te dire es importante, presta atención.

Retrocedió sorprendido por la voz, dio media vuelta encontrando a un hombre de cabello negro, ropa ostentosa que parecía ser una bata dorada, verlo a los ojos fue lo que le ayudo a recordarlo.

—¿Eres... el prometido de Thor?

—Ahora soy su esposo, Rey de Asgard —declaró con arrogancia.

—Aha —murmuró Tony, más interesado en estudiar su alrededor que en ver al omega de ojos verdes —. Leí sobre ti, Loki, un aesir, supuestamente dios de las mentiras, creo que eso no es una buena carta de presentación.

—No estoy aquí para discutir sobre mi pasado, si no para recordarte mi promesa, he hecho mucho para que tu terminaras preñado —dijo Loki atrayendo la atención de Tony.

—Que raro —contestó Tony —. No recuerdo verte en la habitación —bromeó.

Loki resopló. —Las coincidencias no existen, Anthony —habló caminando hacia él, se detuvo a varios centímetros de Tony —. Prometí que estar ahí cuando lo necesites.

—Enigmático, absurdo y extraño, ¿por qué yo te necesitaría?

—No me está permitido revelarte eso, pero me necesitaras, estarás muriendo y nuestros destinos terminaran por entrelazarse. —Loki colocó su mano sobre el pecho de Tony haciéndolo sentir vulnerable.

—¿Invades mis sueños para amenazarme?

—No, mi intención no es lastimarte, solo ayudar. —El omega subió su mano, hasta tocar el rostro de Tony con delicadeza —. Aún no conoces el verdadero sufrimiento Stark, pero lo conocerás.

Tony permaneció en silencio, procesando las palabras.

—¿Mi hijo? —preguntó Tony preocupado, sintiendo un profundo dolor en el pecho.

—Ellos estarán bien.

—¿Ellos? —confundido Tony observo como Loki hacia una mueca.

—Ah sí, tendrás gemelos.

Tony lo miró fijamente, la preocupación olvidada.

—¿Gemelos? ¿Como, dos bebés iguales?

—Gemelos —confirmó Loki exasperado.

Tony se alejó del omega.

—Eres un dios de las mentiras, ¿porque te creería? —masculló sintiendo el pánico crecer —. Oh dios, gemelos, maldito Rogers.

—Lo sé, simplemente lo sé, responderé todas tus preguntas después, ahora debes de despertar, debo utilizar este medio con moderación.

Tony respiró hondo, intentando alejar su pánico, concentrarse en lo más insustancial parecía ser la clave, golpearía a Steve.

—Nos veremos Tony —dijo Loki antes de desaparecer. Permaneció solo con una gran cantidad de incógnitas.

Cuando Tony abrió los ojos, lo primero que vio fue a su alfa profundamente dormido, manteniéndolo fijo a la cama con su brazo, viéndose cálido y apacible.

Pateó a Steve fuera de la cama.

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Natasha permaneció mirando fijamente al hombre de traje rojo y negro sentado frente a ella al otro lado de la mesa.