Instinto omega

Capítulo 13

Clint sostenía con su palma la mejilla llena de Pietro, quien chupaba su polla como si de un dulce se tratara, el velocista recorría con lengua toda su extensión para después concentrarse en la cabeza donde lamia con gula, los sonidos húmedos provocaban que a Clint le temblaran las piernas y resultaba todo un milagro el que aun permaneciera de pie.

La erótica vista y las sensaciones ofrecidas por el interior de la cálida boca de Pietro tenían a Clint en el borde, su posición contra la pared lo ayudaban a mantener el control.

Al sentir los dientes del otro, Clint sostuvo su cabello en un firme agarre, Pietro levantó la mirada y había un brillo burlón en sus ojos, entonces sintió sus rodillas temblar al sentir una vez más la lengua de Pietro lamer de la base a la punta, la caliente succión lo hicieron gruñir.

Un toque en la puerta hizo que Pietro se detuviera.

—Clint, Bruce y yo necesitamos hablar con todos en la sala principal. —Prácticamente grito la alfa pelirroja.

Clint aclaró su garganta y observó como Pietro volvía a mover sus labios a lo largo de su polla.

—Bien —contestó más para Pietro que para Natasha.

Soltando un suspiro acarició el cuello del otro quien lo miraba expectante.

—Y Pietro, tu hermana te está buscando —agregó Natasha un segundo después.

—Adiós, Nat —exclamó Clint molesto por ser interrumpido.

La diversión mezclada con vergüenza en los ojos de Pietro lo hicieron sonreír.

—Continúa.

Clint echó la cabeza hacia atrás cuando Pietro llevo su polla hasta el fondo.

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Tony miraba el pequeño departamento con pena, se notaba la carencia con la que vivía Peter, ambos estaban frente a frente en una sencilla mesa de manera, había seguido a Peter a través del desastroso barrio para llegar, el beta permanecía con la mirada gacha, después de que Tony comprará a la doctora para que guardara silencio sobre ser visto en el Bronx y recuperará la vieja mochila, salieron del hospital como si su vida dependiera de ello.

Hubiera resultado fácil el solo llamar a Industrias Stark y que alguien fuera por él, pero Tony no quería ver ni tratar con nadie, además Peter parecía estar más sólo de lo que Tony se sentía en estos momentos.

Desde su teléfono celular dejo instrucciones claras a Viernes de indicar que había tenido que salir a un viaje de negocios fuera del país y sería imposible que lo rastrearan si por alguna razón alguien optara por eso.

¿A quién engañaba?, pensó, la única persona que le interesaba que lo buscara no lo haría, Steve se había ido y no lo podía culpar.

Llevó su mano hasta la marca en su cuello y sintió un tirón, era más que obvio que todo terminaría, tendría que soportar el dolor de la mordida cuando desapareciera, la tristeza que empezaba crecer en su corazón al estar lejos de su alfa y la penetrante decepción de comprender que no sería padre, que estaría solo, como siempre, hicieron que su interior ardiera de dolor.

Inevitablemente las lágrimas se acumularon en sus ojos, colocó las palmas contra sus párpados tratando de controlar las intensas ganas de llorar y gritar el nombre de Steve para que regresara a su lado y lo estrechara entre brazos.

Incapaz de retenerse, dejó escapar un sollozo.

—¿Señor Stark?

Peter lo miraba preocupado y confundido, limpiando sus ojos forzó una risa seca.