Steve aún sentía su cabeza doler por la conversación del día de ayer con Thor y Loki. La magnitud de lo revelado había mantenido a Tony y a Steve despiertos hasta muy tarde, abrazados, sin hablar, solo meditando.La pareja se había marchado a través de un portal cuando la conversación había terminado, y Steve le había agradecido a Loki una vez más.
Ver morir a Tony, sostener su cuerpo inerte entre sus brazos había roto su corazón y alma. Steve no sabía que hubiera hecho si el aesir no hubiera aparecido y salvado a Tony. No podía, ni quería imaginárselo.
La idea de un futuro sin Tony, sin sus hijas, era… absolutamente horrible y doloroso.
Steve cerró sus ojos, dejó el cuchillo y apoyó sus manos sobre la barra. La imagen de Tony muerto y ensangrentado jamás lo abandonaría, no podía borrarla de su cabeza, cerraba sus ojos y veía esa imagen una y otra vez. Haciendo que su cuerpo se entumeciera, pero aun así su interior punzara debido al dolor. Por unos momentos había perdido a su omega, a su pareja… Steve deseaba con todas sus fuerza jamás volver a experimentar algo como eso. No le deseaba ese tipo de sufrimiento a nadie.
Steve respiró hondo, recordándose Tony estaba bien, vivo, contento, su vínculo aún fuerte, aún presente. Al revivir a Tony, Loki había restaurado su vinculo, Steve no lo había notado hasta que el omega de ojos verdes había partido. Abrumado por el alivio de tener a Tony vivo entre sus brazos, angustiado por saber lo que podía ocurrir con una de sus hijas, demasiadas cosas habían pasado como para notarlo.
Steve volvió a la tarea de cortar fruta y preparar el desayuno. Minutos después regresó a la habitación solo para encontrar a Tony y a sus hijas sobre la cama.
Tony estaba alrededor de ellas, cantando con un tono de voz suave y cariñoso, su mirada estaba llena de amor, alegría y admiración por las criaturas que dormían plácidamente en el centro de la cama. Las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas, porque Tony, su omega, estaba vivo. Estaba bien, cuidando de sus dos pequeñas, dos pequeñas que amarían y protegerían sobre todo.
Tony entonces se levantó con cuidado para no despertar a las niñas. Al verlo, sus ojos también se llenaron de lágrimas, era como si por fin pudieran tomarse el tiempo para reaccionar a todo lo sucedido los últimos días.
—Ven aquí, cariño —dijo Tony, abriendo sus brazos.
Steve depositó la bandeja en el buro antes de ir hacia el omega para atraparlo entre sus brazos y llorar una vez más al sentir su calidez, su aliento, al sentir su corazón latir contra su pecho.
Lo abrazó con algo cercano a la desesperación. Tony lo consoló susurrando palabras de amor y extrañamente, también palabras de disculpa. No se detuvo en eso, no ahora cuando tenía a su amado esposo en sus brazos, no cuando la felicidad y alivio lo embargaban.
Tony lo arrulló aún más, Steve se alejó y tocó el rostro de su omega.
—Te amo —dijo, besando su frente.
Las lágrimas cayeron por el rostro de Tony, había alivio, amor, culpa…
—¿Cariño?
—Sabía… sabía que algo malo pasaría, Steve. Sabía que podía morir, que podía dejarte solo con ellas y no dije nada. —Tony apoyó su frente en el pecho de Steve —. Tenía tanto miedo y… y enojo. Pero aunque conocía los riegos no te lo dije. Lo siento tanto. —Tony lloró con más fuerza.
—Oh, cariño —susurró Steve, levantando su rostro con delicadeza —, ¿eso era lo que tenías, no es cierto? Noté que algo te pasaba las últimas semanas. Tony, no debiste cargar con eso tu solo, no debiste mentirme… Pero lo entiendo.
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Instinto omega
FanfictionDeseaba profundamente tener un bebe. Anthony Edward Stark a sus treinta y ocho años ansía experimentar un embarazo. Quería ser llamado padre, quería cuidar, proteger y mimar a un pequeño que fuera completamente suyo. Claramente, eso es instinto omeg...