Instinto omega

Capítulo 11

Caminó de forma lenta hacia el asilo, mirando alrededor mientras removia ligeramente los lentes oscuros que ocultaban parte de su rostro.

Las puertas de cristal se abrieron dejando ver el recibidor de colores cálidos, de lado derecho observó el amplio espacio donde varias personas mayores eran acompañados por enfermeras, en el lado izquierdo un jardín ofrecía una linda y tranquila vista.

Acercándose a la señorita encargada, retiró sus lentes, ella al levantar la vista inmediatamente sonrío en reconocimiento.

—Pensé que no vendría.

—No faltaría por nada del mundo.

Firmó la hoja de visitante como cada dos meses para después tomar la pulsera rosa con el visitante escrito y colocársela en la muñeca, una enfermera caminó a su lado hasta la habitación del segundo piso.

La chica tocó la puerta, para después de unos segundos abrirla con una enorme sonrisa en los labios.

—Señora Carter, su visita llego —dijo la enfermera.

Peggy sonrió tranquila desde su cama, con el corto cabello blanco suelto hasta los hombros, la blanca y arrugada piel se fruncio aún más alrededor de sus ojos por el gesto, depositó un libro en el buro a lado de la cama.

—Creí que no te vería este mes —comentó Peggy, después de que la enfermera cerrara la puerta.

Acercándose depositó un beso en su frente para después tomar asiento en la silla cerca de la cama.

—Debemos hablar Peggy... —empezó de manera preocupada— Referente a Steve y Tony... Bruce lo descubrió.

Peggy estiró su mano de forma lenta, ella la tomó para apretarla con fuerza.

—Sabíamos que este momento llegaría tarde o temprano... Lo llevamos esperando desde que lo encontraron hace tres años, querida.

—Lo sé.

—Ya has hecho demasiado, me has ayudado por varios años —dijo con gran gratitud.

—Lo hice porque lo quiero, porque te quiero... no soportaría verlo herido.

—No lo harás, simplemente debes hablar con ellos, explicarles las cosas, debes decirle a Steve que venga a hablar conmigo también —pidió, ahora mirando a través de la ventana.

Con las manos aún entrelazadas, ella afianzo el agarre al ver las lágrimas en sus ojos.

—Oh querida, no llores, te preocupas demasiado

—Espero no arruinar las cosas entre los dos —murmuro—. Visión me ha mantenido informada, se han acercado, están juntos, dice que los ve felices.

Después de unos segundos de silencio, Peggy retiró su mano.

—Tu deberías estar en tu luna de miel. —La miró de forma reprobatoria— Pepper Potts, espero no te hayas escapado de Happy. Ese buen hombre...

Dejó escapar una ligera risa

—Antes de volver, iré a la torre para hablar con Tony. —Pepper limpió las lágrimas en sus mejillas.

—Hazlo, estará bien, mi Anthony entenderá, no enseguida, pero lo hará —contestó Peggy con una sonrisa tranquila—, ambos lo harán.

                             _______________

Mucho más consciente Tony observó como Steve sobre la cama abría los ojos, estando en el piso, plantó su mano sobre la alfombra.

—Oh no, basta Steve —habló en un gruñido cansado.