Con el antebrazo Steve limpió las gotas de sudor en su frente, y entre jadeos, dio el último golpe.Esta vez no rompió el saco de boxeo.
En toda la noche no había logrado dormir al estar dándole vueltas a la pregunta de Tony, él había aceptado su cortejo, con demasiada energía en el cuerpo producto de la felicidad Steve había decidido entrenar horas extras.
Segundos después caminó en busca de la toalla sobre el banquillo, para limpiar el sudor en su rostro y cuello.
La sala estaba equipada y se notaba que Tony la utilizaba, no solo se valía de sus armaduras e inteligencia, también solía ejercitar su cuerpo de vez en cuando, según lo que le había informado Viernes al entrar por la mañana y preguntarle por el lugar.
Sonrió al imaginarlo con unos guantes de boxeo, Tony era diferente a cualquier otro omega que había conocido, una personalidad más abierta y carácter que podía llegar a ser duro en situaciones donde se requería, desde que lo conoció se había percatado que no se dejaba intimidar, pero aun así había vislumbrado una personalidad cariñosa y alegre que lo hacía sentirse más fascinado por él, como alfa, Steve consideraba a Tony como su llave, había abierto lentamente la puerta a sensaciones que no conocía, otorgándole cosas y haciendo posible otras.
Era como si aún antes de caer al hielo hubiera estado dormido, pero el estar cerca de Tony había logrado despertarlo.
Una combinación de sensaciones, sentirse completo y satisfecho.
Tony le hacía sentir cosas que nadie le había hecho sentir, la respuesta de su cuerpo tenía una magnitud que podía resultarle rara, si no imaginara que así funcionaba la relación alfa/omega.
Salió del área de entrenamiento para dirigirse a la cocina en busca de agua, mientras decidía utilizar las escaleras en lugar del elevador, tomo respiraciones cortas captando el dulce aroma omega en el lugar.
La sensación de pertenencia que percibía al estar en la torre hacia que Steve se sintiera como en casa, percibió con mayor fuerza el olor de Tony al continuar su camino a la cocina.
Se detuvo en el pasillo cuando un sorpresivo cosquilleo lo recorrió de pies a cabeza, y el calor se junto en su parte baja.
La fuerte y deliciosa fragancia que lo mareo momentáneamente de un segundo a otro disminuyo, dejando en su lugar el aroma de Tony al cual estaba habituado.
Soltando una exhalación, cerró los ojos para sostenerse de la pared, movió la cabeza confundido.
Una potente necesidad desconocida y confusa lo había abrumado.
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En su sueño, Tony era observado fijamente por una bella criatura de ojos rojos y piel azul con extraños y delicados patrones, con un tacto helado pero mirada bondadosa que lo rodeaba con sus brazos mientras el llanto de un bebe se escuchaba a la distancia.
Tony se veía envuelto en la misma luz cegadora que envolvió a Thor al desaparecer, un camino con los colores del arcoíris se presentaba ante él y la hermosa criatura de largo cabello negro movía sus labios, diciendo algo, que Tony era incapaz de entender.
Pues solo lograba escuchar el llanto de un bebe a la distancia.
Buscó su traje en el guardarropa al salir del baño, la certeza de que volvería a encontrar al tal Thor y a Loki estaba ahí, dejando de lado las misteriosas palabras del peli negro, presentía que volvería a topárselo.
—Señor, cambie la hora de la junta a las nueve de la mañana como pidió. —La voz de Viernes lo sacó del aturdimiento provocado por el sueño.

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Instinto omega
FanfictionDeseaba profundamente tener un bebe. Anthony Edward Stark a sus treinta y ocho años ansía experimentar un embarazo. Quería ser llamado padre, quería cuidar, proteger y mimar a un pequeño que fuera completamente suyo. Claramente, eso es instinto omeg...