Prólogo

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Un niño de tez blanca y cabello negro corría por el parque tratando de alcanzar a un gatito de ojos verdes con manchas negras y blancas, en su afán de alcanzarlo no se percató de que cruzaba la calle, el ruido de la bocina de un auto apunto de golpearlo hizo que se paralizará y por instinto cerró sus ojos azules cielo.

-¿Estás bien?-
Escuchaba como un eco aquel niño que aún apretaba los ojos con fuerza, sintió como una mano acarició su rostro diciendo
-Tranquilo, ya pasó-
Abrió los ojos con cuidado para encontrarse con la persona que lo había salvado, una mujer de ojos verdes y una sonrisa dulce, se encontraba de rodillas mirándolo 
-Es peligroso cruzar la calle así-
-...Lo siento…- dijo el niño agachando su cabeza
-¿Por qué lo hiciste?
- Quería atrapar a un gatito que estaba solo, quería llevarlo a casa para ser mi amigo- dijo esto aun cabizbajo y sintió como se posó una mano en su cabello negro alborotado
- Entiendo, pero debes tener más cuidado la próxima vez ¿Me lo prometes?-
El niño asintió y aquella mujer continuó 
-¿Dónde está tu mamá?-
-Estaba en el parque, por los columpios- dijo señalando con su pequeña mano mostrando la dirección 
-¿Y tú papá?- preguntó con curiosidad, ya que no era seguro dejar a un niño tan pequeño solo, debía tener 5 años a lo mucho 
-No tengo, yo tenía dos mamis, pero una me cuida desde el cielo- dijo el niño de ojos azules con una enorme sonrisa 

Los ojos verdes se llenaron de ternura ante las palabras de aquel niño 
-¿Qué te parece si te ayudo a buscar a tu mamá?-
-¡¿Lo harías?!- dijo emocionado
-Por supuesto- respondió tomando su mano y se encaminaron hacia el parque

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