☕Capitulo 2☕

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- ¡Hey! ¿Cómo está mi paciente favorito? – saludo energéticamente Shindo entrando en la habitación de Katsuki.

- Vete al diablo... - murmuro Katsuki estando aun enredado entre las sabanas.

- Oh vamos, levántate dormilón, te traje comida y tengo que revisar como estas – dijo mientras dejaba una bandeja con comida en la mesita de noche, Katsuki a regañadientes se levantó y le frunció el ceño a Shindo – Te traje una barrita de dulce adicional, pero nadie puede enterarse de esto, ¿Ok? – cuestiono burlonamente, a lo cual Katsuki levanto una ceja con confusión –tenés que esconder la evidencia en cuanto te lo termines de comer todo, ahora eres cómplice del delito de contrabando de golosinas – guiño un ojo mientras hacia un gesto de pistola con su mano.

- Prefiero el picante – menciono Katsuki agarrando la barra de dulce y se volvió a esconder debajo de las sabanas.

- Parece un gato... - pensó inconscientemente Shindo, sacudió la cabeza y se dispuso a destapar a Katsuki, quien le hecho una mirada gélida, pero igualmente se sentó en la camilla y abrió la barra de chocolate - ¿Cómo te va con tus recuerdos? ¿Algo nuevo que hayas recordado?

- No – respondió cortante antes de darle el primer mordisco a la barra. Shindo suspiro y le dedico una sonrisa compasiva.

- No me sorprende, es normal en todo caso, supongo que solo nos queda esperar – dijo firmemente mientras le daba palmaditas al rubio cabello de Katsuki y luego se iba por la puerta para desaparecer por el pasillo.

Katsuki se quedó mirando la puerta, no masticaba, no pestañaba, y estaba seguro que ni respiraba, de pronto entro Mina y se quedó algo confundida después de ver a un Katsuki inmóvil y pálido como si hubiera visto a un fantasma, aunque toda confusión se desvaneció en cuanto Katsuki abrió la boca.

- ¡¿Pero quién mierda se cree ese tipo?! Tratándome como a un maldito perro...la próxima vez que lo vea juro que lo matare, maldito imbécil – y así siguió maldiciendo mientras su cara parecía estar a punto de estallar del enojo...o de la vergüenza.

- Toc toc, tierra llamando a sr. Tomate – rio Mina mientras tomaba asiento en la cama al lado de Katsuki, quien no dejaba de maldecir entre dientes – Hey – la joven le agarro una mano y le sonrió dulcemente - ¿Ya has recordado algo?

- No y no eres la primera persona que me lo pregunta – hablo molesto el rubio, y a pesar de eso no aparto la mano como lo había hecho los primeros días que estuvo en aquel hospital.

Pues sí, ya habían pasado seis días desde que despertó y todavía no había ningún avance significativo, pues, aunque había "recordado" algunos pequeños gustos, como por ejemplo que tenía algún tipo de gusto a el picante y aparentemente le gustaban los perros...no era nada que le fuera a ayudar realmente, pero peor es nada, o eso quería creer.

- Supongo que si tuvieras al menos una pista todo podría ser más fácil... - hablo un poco decaída Mina, en los últimos seis días le había agarrado cariño a Katsuki y le era difícil verlo tan desorientado.

- ¿La policía no ha descubierto nada? – pregunto Katsuki.

- Bueno, no tenías nada más que tu ropa, la policía no tiene ni idea de por dónde empezar – informo Mina – El hospital está buscando alguna manera de ayudar, pero todavía no encontramos nada.

- Agh...que tremenda mierda, pero entiendo, escuche que están sobrecargados de trabajo – hablo tratando de ser lo más comprensible posible.

- Gracias por ser tan razonable – rio suavemente, todo ese tema siempre le dejaba mal sabor de boca, miro a los ojos a Katsuki y le prometió q haría todo lo que pudiera para ayudarlo.

⨯Él doctor manda⨯ ☣Bakugo rutas☣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora