C i n c o

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Era de día, Jungkook se encontraba durmiendo plácidamente en su cama. Pero de pronto sintió unos leves golpes molestos en su mejilla interrumpiendo sus sueño, haciendo que hiciera una mueca de fastidio.

—Déjame... en paz... —hablo somnoliento golpeando al aire y cambio de posición echándose de costado.

Pero seguido sintió un golpe fuerte en su espalda acompañado de un grito. Se estremeció y gimió de dolor.

—¡Ey, ya levántate que se te hace tarde! —Exclamó Taehyung agarrando el brazo del menor y con ayuda de esta quitarle la frazada de encima—. pensé que eras madrugador.

Jungkook se sentó en la cama frotándose los ojos y envolviéndose con la sabana por el frio, miró a Taehyung y luego miro la hora en el reloj colgado en su pared. Eran las ocho ya pasando de la hora de entrada de su instituto. Abrió grande sus ojos y se paró en cuestión de segundos traspasando al mayor para irse a cambiar.

—¡Rayos, rayos, rayos! —Repitió mientras salía corriendo de la habitación yendo directo al baño.

Taehyung lo miro entretenido con una sonrisa y mientras el menor se alistaba, se acercó al escritorio y observo encima una mariposa blanca disecada. Le dio curiosidad y abrió el cajón largo en la parte inferior del escritorio, encontrándose con varias mariposas de diferente color y tamaño dentro de frascos. Observo asombrado y saco el frasco que vio a Jungkook meter una mariposa la otra vez.

—¿Dónde está? —Volvió Jungkook secando su cabello con una toalla mientras buscaba su uniforme en el closet—. ¡Oh, aquí esta!

—¿Por qué te gusta coleccionar mariposas? —Pregunto Taehyung volteando a ver a Jungkook quien ya estaba a punto de cambiarse de ropa.

—Amm... bueno... 

Jungkook al verlo hizo un movimiento con su mano diciéndole que se diera la vuelta para poder cambiarse. Taehyung sin pensarlo solo desvió la mirada a la pared de mariposas importándole poco. 

—¿Y responderás mi pregunta? — Pregunto nuevamente el pelinegro mientras observaba otro par de mariposas disecadas encima de un cartón.

—Solo me gustan. Más por el color de sus alas,son hermosas ¿No crees? —Jungkook sonrió mirando su muro, mientras se ataba su corbata al cuello —Desde niño me encantaba leer sobre ellas hasta que se volvió un pasatiempo.

Taehyung frunció levemente el ceño. Si le gustaban tanto ¿Por qué le gustaba tomar fotografías cuando estaban sin vida? Le pareció una costumbre rara. Taehyung nunca había visto tantas mariposas en su vida como ahora con Jungkook. A veces se preguntaba cómo es que se topaba con tantas mariposas y encima muertas.

Es decir... ¿Cómo? Acaso tenía un aparato para atraerlas ¿o algo por el estilo? ¿el los mataba inconscientemente? Taehyung por cierta parte temía enterarse de cómo le hacía. Sin embargo, su mente comenzó a divagar acerca de ello.

Observo las fotografías en el muro y solo había alas, y más alas de diferente color y tamaño. Ninguna era normal, usualmente las tomas que el veía que les hacían a las mariposas eran en el aire o encima de una flor, pero las del menor se notaban que las alas eran caídas, sin vida, pero conservando su color como a él le gustaban.

—¿Has pensado tener una de mascota o conservarlas con vida? —Preguntó volteando a ver a Jungkook.

Jungkook detuvo lo que hacía y se quedó callado. Taehyung lo observo desde atrás intrigado hasta que oyó una pequeña risa proviniendo del menor.

—Lo hice. Sin embargo, se murió, esas cosas no viven por mucho tiempo — Jungkook bajo la mirada. Observo a Taehyung y le dedico una sonrisa—. Ya tengo que irme.

Asustando a un fantasma | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora