D i e z

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Yoongi siempre era visto sonriendo, siendo amable y amistoso con los demás. Era un girasol andante con una sonrisa en el rostro, lo que le daba mala espina a Taehyung. Le era tan extraño verlo mostrar una sonrisa siempre. No, le molestaba, le frustraba, le repugnaba y era porque esa sonrisa era falsa, y quien sabe si mira igual a Jungkook ¿Acaso no se cansaba de sonreír? 

La verdad era que era muy difícil provocar a Yoongi y hacer que se enojara, tomaba todo con mucha calma y paciencia que raras veces se le veía molesto. Por ello Taehyung no se preocupó de lo que tenía planeado. Tenía que salvar al amigo de Jungkook por la gran mentira que había dicho ¿Quién creería que Yoongi sufría de acoso cuando no tenía ningún rasguño? Tampoco había pruebas, y como no las había, Taehyung se encargaría de hacerlas.

Para eso, Yoongi tenía que sufrir.

—¡Muy bien chicos, solo faltan 15 vueltas más, vamos!

Se oyó el grito del entrenador mientras soplaba su silbato.

—¡Profesor ya no podemos más!

—¡Tenga piedad!

—Ya vamos 15 vueltas ¿No es acaso suficiente?

—Haa Mis piernas ya no pueden más.

Todos los jóvenes comenzaron a quejarse sentándose en el suelo exhaustos mientras que otros hacían pataletas como unos niños.

—Ah, pero si tenían energía para alentar a sus dos compañeros a seguir peleando ¿No? —dijo el profesor cruzado de brazos silenciando a sus alumnos—. ¡Vamos, sigan corriendo o aumento cinco vueltas más! ¡Sigan corriendo!

Todos se levantaron cansados del suelo y se obligaron a seguir corriendo quejándose en el camino. Yoongi exhalo cansado y se levantó del suelo como los demás mientras tomada unos sorbos de agua.

—¡Corran, no caminen! ¡Yoongi, parece como si te quisieras dormir, despierta! ¡Vamos corran, corran!

Yoongi no podía más, las piernas le dolían y encima su bebida se le había acabado. Si tan solo no se hubiera quedado mirando como Inho era golpeado no estaría en esta situación, pero era tan inevitable no ver entretenido aquella pelea ¿Por qué Seokjin le pegaría a Inho? Sabía que esos dos no se llevaban bien, pero tenía el presentimiento que Inho había hecho algo realmente grande para que colmara la paciencia de Jin al ver que fue el rubio quien lo ataco por la espalda. En fin, no era su problema, asique dejo de pensar en ello cuando escuchó a su profesor volver a gritar, pero fue entonces que mientras corría tranquilamente sintió su pie chocar con algo duro, tropezando y luego caer al suelo.

—¿Estas bien?

Una compañera de su salón se detuvo a ayudarlo extendiéndole una mano. Yoongi le sonrió y con su ayuda se levantó del suelo.

—Estoy bien, no te preocupes, sigue corriendo antes que el profesor nos regañe más.

Las mejillas de la chica ligeramente se sonrojaron y asintiendo con la cabeza se fue corriendo. La sonrisa de Yoongi se desvaneció apenas dejo de verla, mientras sentía un ligero ardor en sus rodillas, pero decidió ignorarlo continuando con lo suyo, sin embargo, no paso mucho hasta que sintiera un empujón en la espalda haciendo que cayera nuevamente al suelo. Inmediatamente se dio vuelta a ver a sus espaldas, pero no había nadie suficientemente cerca para empujarlo.

"Extraño..."

Siguió corriendo, sin embargo, no espero que volviera a ocurrir lo mismo una y otra y otra y otra vez.

—¿Yoongi que le paso a tus brazos? —Pregunto su compañero al verlo con algunos rasguños y moretones rojos en sus brazos.

—No sé, últimamente me están pasando muchas cosas raras —Menciono sin una emoción en su voz.

Asustando a un fantasma | TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora