Asustando a un fantasma | Taekook

Veintitrés

—Hace mucho frio afuera, mejor quedémonos aquí.

—No lo siento así, mira, todos se encuentran haciendo ángeles en la nieve —dijo Jungkook apoyando sus manos en el vidrio, mirando hacia el jardín del hospital—. Incluso podemos volver a hacer el muñeco de nieve.

—¿Realmente quieres ir?

Jungkook asintió con la cabeza con una sonrisa.

Taehyung lo miro por unos instantes y luego soltó un suspiro esbozando una sonrisa e hizo un movimiento de cabeza diciéndole para ir, lo que hizo que Jungkook rápidamente saliera poniéndose un abrigo. El pelinegro sonrió y le siguió. Ambos terminaron yendo al jardín y mientras Jungkook trataba de hacer un ángel Taehyung solo se encontraba observándolo.

Anteriormente cuando nevaba, Jungkook no salía ya que hacía mucho frio, tampoco le llamaba la atención, por lo que no jugaba con la nieve ni con Seokjin, cuando era niño mayormente salía cuando llovía porque le gustaba usar su traje y botas para la lluvia. Y ahora que recién estaba empezando a matar el tiempo jugando con la nieve, le pareció más divertido de lo que pensaba.

—Ha... me gustaría ir a patinar —murmuro Jungkook.

—¿Nunca has patinado sobre hielo? —pregunto Taehyung.

Jungkook negó con la cabeza.

—Cuando era niño no me gustaba salir mucho cuando nevaba —conto Jungkook mientras seguía moviendo sus brazos formando un ángel, en eso unas imágenes de su niñez llegaron a su mente haciendo que esbozara una sonrisa—. Ahora que recuerdo, en un día nevado fue que conocí a Seokjin.

—Ambos son amigos de la infancia ¿verdad? —pregunto Taehyung a lo que el castaño asintió con la cabeza—. Ya que lo mencionas me causa curiosidad ¿Cómo comenzaron a ser amigos ustedes dos?

—Uhm... —Jungkook miro hacia el cielo tratando de hacer memoria—. Fue unos días después de que me mudara, Seokjin toco mi puerta y...

Jungkook soltó una carcajada apenas recordó ese día.

Tenía 6 años cuando se encontraba mirando por la ventana viendo la nieve y los niños jugar. Él era nuevo por lo que no conocía a nadie y solo observaba desde su habitación, en eso vio a un niño que le llamo la atención, cargaba varios juguetes en un carrito deteniéndose para garrar un avión y empezar a correr y luego a saltar gustándole que sus zapatos se hundieran en la nieve.

Este a veces dejaba a un lado sus juguetes y armaba un muñeco de nieve, tanto sus mejillas como su nariz se encontraban levemente sonrojados por el frio. Quiso pararse para buscar ramas para los brazos, pero se tropezó llegando a destrozar su muñeco de nieve. El niño en vez de llorar se levantó e hizo sus manitos en puño estirándolos hacia el cielo mientras inhalaba y exhalaba como si tratara de no explotar. Jungkook al verlo soltó una carcajada y cuando el niño se calmó se puso de cuclillas nuevamente armando su muñeco concentrado hasta que sus ojos se desviaron cruzando miradas con Jungkook.

Jungkook parpadeo y luego se alejó de la ventana por unos instantes. ¿Seguirá viendo a esta dirección? Se pregunto asomándose a ver por la ventana después de que pasara unos minutos, pero aquel niño ya no estaba.

¿A dónde se habrá ido?

Entonces fue allí que escucho como alguien tocaba el timbre. Por las rejas se pudo ver un pequeño cuerpo, este ladeo la cabeza y cuando volvió a ver al castaño, sonrió. Jungkook solo lo miro confundido sin entender porque estaba frente a su casa, pero en eso Hoseok fue el que salió, hablo con aquel niño y entonces giro también a ver hacia la ventana.

¿De qué estarán hablando?, se preguntó Jungkook.

Hoseok quien siguió hablando con el niño, lo llevo con el dentro de la casa. Jungkook no comprendía porque dejaba entrar a aquel niño hasta que escucho que tocaron su puerta y la cabeza de su hermano fue lo que vio después.