Asustando a un fantasma | Taekook

Dieciséis

—¿Qué hace ese chico de nuevo aquí? —pregunto Yoongi a su padre de mala gana.

Ambos se encontraban en el hospital, Yoongi iba de paso a darle el almuerzo que su mamá le obligo llevarle a su padre, pero nunca pensó que se encontraría de nuevo con ese chico rubio llamado Jimin, que estaba regañando a su cuidador porque no lo dejaba ir a pasear alrededor. El señor Min que se encontraba en su escritorio de pronto se quitó los lentes ante la pregunta de su hijo.

—Hace unos días, un chico quiso robarle el celular Jimin —conto el doctor Min—. Cuando el ladrón trato de escapar, empujo a Jimin haciendo que cayera y se golpeara la cabeza con el borde del pozo, su hombro derecho también termino lastimado.

Yoongi frunció el ceño, él estaba ahí cuando quisieron robarle a Jimin, pero... ¿En qué momento? ¿Fue cuando se fue? ¿No debería ser el ladrón quien debe estar en el hospital mucho más herido que ese rubio? Pues Jimin le estaba dando con todo.

"¿En qué momento se lastimo tanto?" se preguntó Yoongi.

—Ahora Jimin se encuentra bien. Por suerte no llego a ser más grave —el doctor Min al terminar de hacer sus cosas se puso de pie y luego se colocó su bata—. Eso fue lo que me conto Jackson, el cuidador de Jimin. Pero adivina qué, hubo algo que me sorprendió aún más.

—¿Qué cosa?

—Y es que tu estabas ahí observando todo y no hiciste nada para ayudar a Jimin.

—¿Yo? ¿Por qué estaría allí? —Yoongi le sonrió a su padre.

—No me mientas con esa sonrisa falsa en tu cara muchacho, que Jackson ya me conto todo.

Yoongi borro su sonrisa y luego se cruzó de brazos.

—¿A mí me vas a engañar Yoongi? —Dijo con una sonrisa mientras se cruzaba de brazos el señor Min.

—Yo me fui mucho antes de que ese chico terminara herido, pensé que lo tenía todo bajo control porque era él quien estaba dándole su merecido al ladrón. Si tan solo lo hubieras visto —dijo Yoongi en su defensa.

—Se cómo es el comportamiento de Jimin, es muy impulsivo y algo rebelde por eso es que Jackson no puede controlarlo del todo. Pero de igual modo pudiste haber hecho algo y no lo hiciste ¿No te sientes mal?

Yoongi se quedó en silencio ante el regaño de su padre.

—En fin... Según el estado de Jimin, ahora no podrá comer por sí mismo, aunque no le guste, ni mucho menos ir a caminar —dijo el doctor Min viendo a su hijo de reojo—. Si no vas hacer nada, vuelve a casa con tu madre. Ahora iré a ver como se encuentran ahora mis pacientes.

Yoongi miro a su padre retirarse por la puerta y luego se dejó caer en el asiento pensativo. Y era verdad, pudo haberlo ayudado, pero Jimin no parecía que pidiera ayuda, más bien se las arregló el mismo. Incluso, Jackson que lo tiene a su cuidado debió hacer bien su trabajo y no dejarlo solo tanto tiempo, pero Jimin tampoco parecía alguien fácil de cuidar.

—Ha... aun así pude haber hecho algo —Yoongi se dijo a sí mismo.

Yoongi se levantó de su asiento y luego, camino por los pasillos hasta llegar al ascensor y dirigirse al piso 8.
Se detuvo frente a la habitación 512, la habitación donde se encontraba Jimin. Antes soltó un suspiro y después deslizo la puerta corrediza encontrándose con Jimin sentado en la camilla con el brazo enyesado y su cabeza vendada, tratando de comer por sí mismo la fruta cortada al frente suyo con su mano izquierda.

—¿Jackson? ¿Eres tú? —dijo Jimin levantando la mirada.

Yoongi entro cerrando la puerta y luego se sentó en el asiento a lado de la camilla de Jimin tomando asiento. Miro por un momento al rubio y luego tomo el tenedor de la bandeja, lo clavo a una manzana y después se los acerco a los labios de Jimin.