Capitulo 9

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Caroline

Camino en círculos por la habitación, Marcela intenta calmarme pero yo no puedo siemplemente hacerlo, ha pasado unas horas, solo algunas horas de la boda de Samara

Después de la conversación con papá, me siento en calma, pero no tanto como con la nota que acabo de leer, es que fue estar en nerviosismo todo el recorrido, ¿Por qué me pasan estas cosas a mi?

Marcela me trata de traquilizar pero no puedo solo con el simple hecho de tener una nota con la letra de Aedus en mis manos, nota que nadie sabe de ella solo Marcela porque es a la única que le he podido contar, todo lo que pasó en realidad con Aedus, mi familia lo sabe pero prefieren seguir la versión de mi historia

Que los niños no fueron parte de una violación, que ame a Aedus Hoffman más que a nada, y que estuve a punto de abandonar a mi familia por el, ella lo sabe todo y no me juzga me apoya y cualquier desicion que tome será respaldada por ella

Leo la nota una vez más...

"Siempre me gustó el color esmeralda resaltado en tus curvas"

Sé que es el, lo sé porque conozco a la perfección su caligrafía, porque a pesar de todo sigue intacta en mi memoria, así como cada uno de los momentos que viví con el, lo tengo claro, presente a cada paso

Y aunque lo creía imposible es totalmente real, el estuvo en España y nos vio a los cuatro lo que no entiendo es porque no arrojo bombas a la iglesia y nos saco a los 4 de ahí, (no me habría quejado)

—¿Que es lo que realmente te preocupa mujer?— La voz de Marcela me hace volver a la realidad

«Que nos lleve con el»

«que me encierre en una caja de cristal»

Las voy enumerando pero en mi mente solo se repite una importante ... Bueno en ese caso se daría las manos con papá y es...

—Que mate a Mateo tal como con Bruno — suelto en un susurró, despacio, tal vez por eso le he negado a Mateo el contacto de mis besos porque si él está acechando se dará cuenta que hay alguien más que está compartiendo conmigo lo que él debería compartir

O en su retorcida mente sería algo así... ¿O no?

—Caro...— entiendo su susurro y su falta de palabras — de todos modos follate a tu novio antes de que el descubra que estás saliendo con alguien más — se encoge de hombros como si nada

La miro enarcando una ceja

—¿Es eso lo que tienes para decirme?

—Joder Sería una gilipollada pero valdría la pena...

—Marce...

—Que lo mate con ganas— sigue hablando mientras me ignora

—¡Marcela!— ella suelta una carcajada, la miro mal, no estoy para bromas, el padre de mis hijos llego a España en un vuelo tan ilegal que la parte ilegal de mi familia ni siquiera lo supo — Esta mierda es sería

—lo que yo te digo también, el tuvo que volver a Holanda, sabes que no pudo haber durado mucho tiempo en España, por tu familia, España no es seguro para el ni en la parte legal ni en la ilegal

En eso tiene razón

—Si va hacer algún movimiento, tú sabrás cómo enfrentarte a eso— me toma de los hombros — y folla a tu novio, estás amargada porque hace años que tú querída amiga no tiene atención — señala con su dedo mi entrepierna y le lanzó una almohada

—¡Marcela!

—Bien bien, disfruta de tus hijos, y ve a esa misión, Cuando regreses estarás mejor, y más tranquila podrás darte cuenta que tienes que hacer para lo que sea que Aedus Hoffman represente ahora

Peligro

Bomba de tiempo

Desastre natural

—Y de verdad follate a tu novio — le arrojo otra almohada en la cara que la hace soltar una risotada y devolverme la almohada

—Aqui estás — mi hermano entra por la puerta de mi habitación poniéndonos a Saltar a ambas por el susto —¿Podemos hablar?

Las mejillas de Marcela están tan rojas como el cabello de mi hermano, y río por lo bajo, ella es quien me asesino con la mirada ahora

—Haz lo que te dije... Algunas no tenemos tanta suerte —murmura por lo bajo antes de despedirse de mi hermano con un asentamiento de cabeza y saliendo de la habitación

—¿Que hice ahora...?— le pregunto aunque ya se de lo que quiere hablar

Sin Cadenas [Condena#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora