Capitulo 20

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Caroline

Caigo de rodillas y abrazo a Aedus por atrás, apoyando la cara en su hombro, tenía muchos años de no tener un momento así, y siento que mi corazón se quiere salir del pecho, mi teléfono sonó interrumpiendo el momento, lo ignore pero siguieron insistiendo tanto que me tocó apartarme a las malas

Aedus se levantó y limpio sus lágrimas, tome mi teléfono y el seguía hablando con los niños en holandés, ellos estaban felices, tenían demasiado tiempo preguntándome cuando lo conocerían y hoy por fin se les dió la oportunidad

Contesto rápido, mientras él les pide malteadas a los tres

¡Nathaly por fin me contestas!— un Javier muy agitado del otro lado es lo primero que escucho

—¿Que pasa cuñadito?— pregunto tratando de regular mi respiración

A Samara se le adelantó el parto, y no... No sé que hacer, llame a tu mamá pero no me contesta, ¿Puedes venir? Triplicare la seguridad para que a los niños no les pase nada durante el viaje pero por favor, ven y ayúdame

— no puedo viajar con los niños...— miro a Aedus quien enarca una ceja — pero haré lo posible por llegar, llama a un médico y a papá para que también te ayude

si, si haré eso, gracias

Corta la llamada y veo al padre de mis hijos con el ceño fruncido, mamá se está encargando de la base, Santiago está en Ibiza con mis primos y papá creo que es el único que puede ayudar, estamos a más de 10 horas de distancia en avión

Pero tengo que ir a ayudar a mi hermana, no quiero dejar a los niños, pero es algo que toca

—Tenemos que hablar — Aedus se me acerca y vuelvo a tener mi respiración erratica, asiento y miro a los niños que nos ven con curiosidad y una sonrisa

—¿Hay aquí un cuarto donde puedan ver la televisión o algo con que jugar?— pregunto y el sin decir palabra alguna, se da media vuelta y los 4 empezamos a seguirlos, Los dejo con Flor quien les busca su programa de televisión favorito y les doy un beso

Vuelvo a seguir a Aedus, de repente vuelve a ser el hombre imponente que conoci, el que no expresa más de 10 palabras, me guía hasta su despacho, esto lo ha preparado desde hace tiempo, pienso mientras entro

Cierro la puerta tras de mi y me acorrala en ellas antes de que pueda dar otro paso, dejo de respirar cuando su aliento se funde con el mío

—¿Que paso?— pregunto con voz temblorosa

—Tuve que secuestrar a mi hijo para poder conocerlos a los tres, ¿Que crees que pasó?

Respiró profundo, y acerca más su rostro al mío un mal movimiento y nuestras bocas se juntan en un beso

—¿No te parece extraño que Arjen no tuviera miedo de estar contigo?— contesto despacio regulando mi respiración y haciendo que nuestras narices se rozen— ¿O que los tres te llamarán padre en holandés?

—Eso quiere decir...

—Si, Aedus yo prepare a los niños para este momento, yo les enseñe holandés desde pequeños y les hable de quién era su padre no sabía en qué punto o momento pasaría pero si que quería que los conocieras... Eres su padre desp...

Sus labios chocan violentamente con los míos y me aferró a su cuello dejando que nuestras lenguas se encuentren, creo que lo esperaba, y sabía que lo necesitaba

—¿Sus besos son iguales que los míos?— susurra pegandome mas a el, enarco una ceja y el sonríe — Los besos del desgraciado que anda contigo— susurra, pero no estoy pensando en ello por lo que vuelvo a juntar nuestros labios, nuestras bocas se necesitan con urgencia y de nuevo mi teléfono interrumpe el momento

El intenta quitarmelo pero no sé lo permito y me separó de el dejando un mordisco en su labio inferior

—El jamas ha tocado mis labios— le contesto antes de llevarme el teléfono a oreja

No se que hacer, tu hermana está a punto de dar a luz y los médicos no vienen— contesta mi padre

— Si, estoy camino al aeropuerto, ¿Cada cuanto son las contracciones?— contesto saliendo del lugar, buscando mi bolso, le doy un beso grande a los niños, papá me dice que son cada 10 minutos, así que si le pasa como a mi aún quedan algunas horas — espera la ambulancia, o llevenla por su propia cuenta, tengo que dejar a mis hijos a salvó

Corto la llamada y hago  otra dónde pido un helicóptero y seguridad extra

—no permitas que les pase nada, volveré en unos dias, trata que mi familia no sepa que estás aquí — miro a Aedus que me mira como si no me creyera y sonrió al ver su expresión — cuando regrese terminamos está conversación, y los dejo contigo porque te aseguraras que no les pase nada

—¿A qué te refieres?

—te lo cuento cuando regrese— tomo mi bolso y no deja nada para ellos porque Aedus primero se corta un huevo antes de aceptar mi dinero, miro a los niños una última vez antes de salir de la casa

— Si no vuelves me los llevo a Holanda

Sin Cadenas [Condena#2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora