Caroline
—No puedo ahora — contesto simple, recién salieron mis hijos del hospital, debo garantizar que estén cómodos y relajados, además que debo pensar en preparar a mi bebé para la quimioterapia
Y para completar estoy tan cansada que no siento mis piernas, Estamos en la camioneta más grande de Aedus, los niños están frente a nosotros, ya dormidos porque ya es tarde, el cansancio les ganó y yo tengo mis piernas sobre las de Aedus que masajea mis pies preguntándome con la mirada de quién se trata
— ¡Por favor Nathaly, es urgente, te necesito en serio!— me ruega después de que le trato de explicar que no puedo — Santiago me dijo que no, y de verdad... De verdad necesito ayuda, no quiero llamar a Javier, por favor....
Gruño y arrugó la cara en un gesto de frustración, sacudo la cabeza y miro a Aedus que sigue preguntandome quien es
—Bien, iré
—Gracias
Samara corta la llamada y me preparo para la siguiente batalla campal
—Ire a ayudar a mi hermana, en alguna clase de problema que tiene — arruga el entrecejo y empieza a negar — envía a tu perro si te da la puta gana, pero iré
Vuelve a sacudir la cabeza
—Que le pida el favor a otro
—no voy a tardar— susurró inclinándome para recorrer su pecho con mis manos, intenta detener mis manos pero no sé lo permito
—se lo que intentas hacer— gruñe y sonrió
—¿Y funciona?— suspira mirando al techo y sigo bajando hasta quedar casi sobre el, pongo mi cara milimétricamente cerca a la suya, si la baja nuestros labios se van a conectar, apoyo una de mis manos dónde quería llegar apretando el bulto que empieza a crecer
Suelta un jadeo cuando vuelvo a apretarla, y empiezo a masajearla de arriba hacia abajo sobre la tela, detiene mi mano y junta nuestros labios
—No te quites el anillo — susurra — y prepárate que está noche me follo ese culo
«Si, mi amor» sonrió y vuelvo a besarlo, llegamos a la casa, vuelvo a ponerme los zapatos, quedándome en el auto mientras Aedus se encarga que los niños lleguen a su habitación y Flor se asegura que todo esté bien
—Te demoras más de dos horas y voy por ti — murmura juntando nuestros labios de nuevo, y le aruño el cuello profundizando el beso, me separó para llevar aire a mis pulmones — y no te quites el puto anillo
—Nunca me lo he quitado — ruedo los ojos y el vuelve a entrar a la casa, viéndome antes de que Jerónimo vuelva a tomar carretera, le pido a mis guardias que me sigan de cerca y me quedo dormida en el asiento
Jerónimo me sacude y bajo del auto
—¡Caroline, cuidado!— intenta advertirme, cuando hemos avanzado pero cuando reacciono ya está en el piso golpeado y a mí me acorralan poniendome un pañuelo en la cara que no me deja respirar
—¡¿Mamá que haces?!— grita alguien
—¡Lo siento Nat, es por tu bien! — la oscuridad me toma llevándome a un limbo extraño dónde mi cabeza es gigante y todo lo demás es irreal, una ilusión un sueño vano y evoco a mis 4 personas favoritas antes de caer en una realidad alterna dónde la pesadez en mi cabeza me pone a ver estrellas
* * *
Samara
—Ya estoy casando de estar aqui, dijiste que me llevarías con mi abuela — gruñe Jonah y tengo que decirle que espere un poco más, la persona que espero llega por fin
— Aquí estás, ya garantice que ella venga para acá, si es como dices, Aedus no la dejara venir sola, algún rastreador deberá tener y seguramente su perro estará allí
—Tengo todo controlado, ¿Quien es el niño?
Mi hijo rueda los ojos viendo hacia arriba y volviendo la vista a la pantalla de su teléfono, voy dando la orden de que retiren los guardias de Nathaly conforme avanza y reconozco la camioneta de Aedus porque todo lo de el desprende lujo
«Es verdad, volvió con el»
La ira me envuelve y espero que descienda del auto, el hombre golpea al perro de Hoffman y lo deja sangrando en el suelo
—¿Mamá que haces?— me grita Jonah cuando acorraló a Nathaly poniendole el pañuelo de cloroformo sobre la nariz
—¡Lo siento Nat es por tu bien!— no le da tiempo de nada pues se queda dormida en mis brazos
La reviso y detallo el anillo que sobresale en su dedo
—El anillo, quítale el anillo— le señalo la sortija y el la quita arrojándola lejos — No me falles Mateo
—Sabes que nunca lo hago — contesta el castaño, juntando nuestros labios antes de llevarse a mi hermana en brazos, el corazón me palpita fuerte en el pecho y hago caminar a Jonah que cada vez entiende menos y refunfuña más
—Si te preguntan, tu no viste nada y más te vale obedecerme
— Matame ahora mamá, igual hiciste que desde hace mucho me quedara sin vida
—No digas estupideces — lo regaño emprendiendo el camino de regreso a casa donde está mi familia
«Es por su bien»
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Sin Cadenas [Condena#2]
Action2 parte de sin escape ¿Dime qué se siente caminar en la oscuridad? O ¿Que se siente adaptarse a la luz despues de mucha oscuridad? ¿Que liberen los grilletes que te atan? Pero a la ves ¿Que en ves de soltarlos quieras apretarlos más? No sabes lo...