Plaga Mortal [Terminada, Editando]

CAPITULO 30

Observé mi mano, el cristal estaba bañado en sangre.

-¡Acerté!, dije mientras intentaba levantarme, con dificultad logré ponerme de pie.

Caminé hasta toparme con Morgan, su garganta estaba desgarrada, balbuceaba un poco, sus manos intentaban cubrir la herida en su cuello, a su alrededor una mancha de sangre indicaba su muerte segura, una sonrisa de victoria se medio dibujó en mi rostros, me acerque al cuerpo y tomé sus armas.

Lo que me temía estaba sucediendo, el cadáver de Jorge se transformaba en un Zombie, con el dolor de mi corazón, apuñale su cabeza en repetidas ocasiones, con los ojos cerrados, no quería ver el cuerpo muerto reanimarse, cuando dejo de moverse desiste de apuñalarlo. Camine a la salida de la Mansión mi cuerpo por una razón muy extraña no recuperaba la fuerza.

Al salir mi sorpresa fue que no encontré ningún automóvil, por suerte pude ver una motocicleta, no son de mi preferencia pero, no tenía otra opción, uno de mis tíos me enseño a conducirlas desde los 13 años, esperaba que tuviera combustible suficiente. Llegué hasta ella, golpe un poco el tanque para saber con cuanto combustible contaba, tenía la mitad. Lo suficiente para llegar hasta Tepic, me subí la encendí, tomé unas gafas que se encontraban entre el volante.

Mire el cielo, si mis cálculos no fallaban eran más de las 2 de la tarde, tenía que llegar lo más rápido posible al punto de encuentro con Maniaco, pues nuestro problema aún no terminaba, nos faltaba lo más difícil. Salvar a todos en la UAN, y esperar con vida hasta mañana al medio día, cuando los helicópteros llegarán a rescatarnos.

Inicie mi viaje a Tepic, estaba desconcertado la revelación del culpable me dejo atónito. Como era posible que él fuera el culpable de esta desgracia y no conforme con esto, planeaba expandir esta plaga a toda la nación, no lograba imaginarme a todo el país convertido en Zombie, tenía que cumplir mi promesa de salvar a todos en la UAN y detenerlo. El esfuerzo que hizo Jorge al investigar todo sobre el enemigo y pedir ayuda al exterior, no me podía permitir que fueran en vano.

Después de hora y media de camino pude ver el letrero de bienvenido a Tepic, algo me llamó la atención, un grupo de unos 30 Zombies o quizá más hicieron un círculo y atacaban un vehículo, avance hasta llegar al lugar, los Zombies no mostraron el mínimo interés en mí, abrí paso entre ellos, me llevé una sorpresa, pues los que se encontraban ahí eran, Maniaco y los demás, pero estaban en problemas al parecer quedaron sin municiones.

-¡¡Ocupan ayuda!!

-¡Joab!, claro dile a tu familia que nos dejé en paz y se largué, comentó Junior mientras forcejeaba con un Zombie.

Sonreí un poco.

Me trasformé en Zombie y grité con todas mis fuerzas, su produjo un sonido muy agudo, tanto que mis amigos taparon sus oídos. Poco a poco los Zombies se fuerón retirando intimidados por mi grito. Pero aún así, tres permanecieron sin hacer un solo movimiento, de pronto uno de ellos volteó a verme con furia.

-¿QUIEN ERES?

No sorprendió que hablara, antes nos habíamos topado con otro similar.

-Que te importa, maldito cadáver putrefacto, empuñe una de las armas y disparé contra él.

Los tiros fueron certeros, el Come hombres calló pero, el ruido excito a los que ya se marchaban, provocando que volvieran corriendo a toda prisa.

-¡Suban a la camioneta!

-Joab, tu también sube.

-Yo traigo mi transporte, dije sonriendo mientras corría a la motocicleta.

Ellos tomaron la delantera, lo seguía de cerca, los Come hombres no se rendían. Maniaco conducía, aceleró hasta alcanzar la máxima velocidad del automóvil, poco a poco comenzamos a perderlos. Mire por el espejo de la moto, ya venía nuevamente, esta vez usando las manos como otro par de piernas, aumentaron bastante su velocidad era cuestión de tiempo para que nos embistieran. Tomé la Granada que le robe al cuerpo de Morgan, la guardaba para una situación más complicada pero, ya no había tiempo, en menos de un día los helicópteros vendría por nosotros y los de la UAN continuaban encarcelados.