Segunda parte

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{4 de febrero del 2004, 8 años de edad}

Estar sentada, acostada o a veces simplemente existiendo, por horas y horas mientras vez una pared blanca, esperando a que llegue el glorioso momento para poder salir al patio unos escasos minutos, no es vida, al menos no la que me imagine de niña.

- Mi hermana, mi tía y yo nos encontrábamos en la habitación de la primera planta. Estábamos a punto de acostarnos para ir a dormir pues ya era muy tarde, pero a mí me dieron ganas de ir al baño.

En esa casa había dos baños, uno de en la primera planta y el otro en la segunda planta, pero por alguna razón a mí nunca me gusto el baño de la primera planta, así que como aún estaban las luces encendidas de la segunda planta opte por ir a ese- gran error –

Subí a la segunda planta, entre al baño, hice mis necesidades, salí, me lave las manos y estaba por irme, estaba empezando a bajar el primer escalón cuando mi padrastro salió de su habitación.

Escuche unos pasos atrás de mí y por instinto me gire para ver quien era- segundo gran error -fue cuando él, Rodrigo, se percató de mi presencia.

- ¡Oh! Araxa, ¿Puedes venir un segundo? -Quizás sea por el hecho de que el me pidió de manera tan amable que fuera con él, fue que yo me moví de manera automática hacia su encuentro- tercer error -

- ¿Qué paso? ¿Necesita algo? - le pregunté mientras el me daba paso para que yo pudiera entrar a su habitación, donde aún se encontraba despierto mi hermanito.

-Es que la vi y quería darle las buenas noches-me dijo de una manera estúpidamente dulce mientras extendía sus brazos para que yo lo abrazara y eso hice, lo abrace- cuarto error -

Me sentía incomoda.

Yo quería terminar el abrazo porque por alguna razón me sentía incomoda, demasiado incomoda, entonces me voy separando de Rodrigo y conforme me voy alejando más de él, el ejerce más presión en el abrazo, haciendo que mi diminuto cuerpo este completamente pegado al gigante cuerpo de él.

- ¿Me puede soltar, por favor? -le dije intentado que eso funcionara y yo pudiera irme a dormir a mi cuarto, pero ocurrió todo lo contrario.

Él me tomo de la cabeza en un abrir y cerrar de ojos, cuando me tomo por la cabeza hizo que su boca y la mía se tocaran- Asqueroso – y empezó a mover su boca encima de la mía. Quiero que pare, no quiero que siga, esto no me gusta.

¿Por qué no se detiene? Trato de separarme de él poniendo mis manos en su pecho y tratando de alejarlo de mi- ¿Qué puede hacer una niña de 9 años en contra de un hombre de casi 40 años? –no lo conseguí, no conseguí que se separara de mí, más bien eso provoco que el empezara a bajar una de sus manos por mi cuerpo.

Su boca seguía pegada a la mía, sentí su mano bajar de mi cabeza a mis hombros y luego hasta mis pequeños pechos. Con su mano toma uno y lo empieza a apretar – esto es asqueroso – En algún punto el introdujo su lengua en mi boca.

Quería gritar, pero su boca encima de la mía me lo impedía, me quería alejar de él, pero su mano ejerciendo presión en mi cabeza me lo impedía.

Me gustaría decir que se detuvo, pero no lo hizo, su mano siguió recorriendo mi pequeño cuerpo hasta llegar al elástico de mi pantaloncito de dormir.

¿Por qué yo no había salido corriendo aun? – porque no podía -

Quería que me dejara de tocar, no me gustaba lo que estaba haciendo.

Sentí como su mano se despego de mi cabeza y solo así pude alejarme de su boca, pero sentí como ambas manos intentaban bajar mi pantalón.

-No quiero que me baje mi pantalón-le digo sintiendo como las lagrimas se acumulaban en mis ojos.

-Muñeca, tengo que hacerlo, porque con el puesto no podemos jugar ¿Tu acaso no quieres jugar conmigo? -me dijo Rodrigo mientras me miraba de una forma que me resulto asquerosa.

Yo negué con la cabeza mientras que, involuntariamente, pequeños sollozos salían de mí.

El solo se ríe, su risa me dio un escalofrió, sentí como sus manos me empezaron a bajar el pantalón por lo que intente salir corriendo, pero el me tomo por la cintura y me pego hacia él por lo que yo quede dándole la espalda.

Tenia una de sus manos en mi cintura y con esa misma empezó a bajar mi pantalón, que yo siguiera soltando sollozos provoco que el pusiera su otra mano en mi boca para evitar que me escucharan.

Sentía como pasea sus manos por mis piernitas, sentía sus manos por todos lados de mi cuerpo- solo quería que se detuviera –sentí como su mano llego a mi entre pierna ¿Qué va hacer?

Sentí sus dedos meterse en mi entre pierna. ¿Por qué hacía eso? Solo quería que parara, que se detuviera.

Mientras yo sollozaba el solo se reía, pero de pronto se escuchó la voz de mi hermanito haciendo que el me soltara.

- ¿Po que le haces eso a la Raxa? -pregunta mi hermanito haciendo que el me suelte de pronto y yo me aleje de Rodrigo subiéndome mi pantalón. El solo se ríe.

-Nada mijo, ve a acostarte que ya es tarde-le dijo Rodrigo a mi hermanito, el solo se me queda viendo, pero se da la vuelta y sigue viendo televisión.

Me giro para irme a donde mi hermana y mi tía están, pero escucho la voz de Rodrigo haciendo que me detenga de mi huida.

-Araxa -me llamo, con miedo me gire para verlo, el solo me observo por unos segundos en los que parecían ser eternos -si le dices a alguien de esto, de lo que te hice, me encargare de hacértelo todos los días y no creo que quieras que te lo haga de nuevo ¿Verdad? -me dijo mientras sonreía de lado

Solo negué con la cabeza, después de todo ¿Qué más podía yo hacer?

Lo que ustedes crearon {Editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora