Araxa
Veo como Carlos se acomoda entre mis piernas para luego decir.
-Ahora, voy a adentrarme en ti, ¿sí?-dice para luego colocar su miembro en mi entrada al cual yo solo le doy un asentimiento de cabeza.
Lo siento entrar lento en mi, y justo en ese momento muchas imágenes vienen a mi cabeza.
《Marta inyectándome algo al cuello》
《Yo amarrada a la cama con Rodrigo entre mis piernas》
《Marta masturbándose en una silla enfrente mía mientras Rodrigo está arriba de mi》
《La cara de Rodrigo en mi entre pierna mientras su asquerosa lengua toca mi zona íntima》
《Marta y Rodrigo teniendo sexo delante mía mientras yo estoy desnuda y casi dormida en la cama》
Y muchas imágenes más.
No fui consciente de en qué momento Carlos salió de mi y puso una sábana al rededor de mi cuerpo debido a que yo estaba llorando y temblando..
-Ellos abusaron de mi todo este tiempo.
Estaba tan sumida en todas esas imágenes o más bien recuerdos que solo sentí como un chorro de agua muy helada caía sobre mi mientras que alguien me abrazaba.
Después de varios minutos al fin pude salir de lo profundo de mis recuerdos y poder ver que sucedía a mi alrededor.
Estábamos en la regadera del cuarto de baño, Carlos aún me tenía abrazada, estaba completamente desnuda.
Me fui separando de Carlos mientras este apagaba el chorro de agua.
-Ellos han estado abusando de mi todo este maldito tiempo-es lo primero que digo para volver a romper el llanto.
Carlos solo me acaricia la cara con las yemas de sus dedos para después jalarme afuera del cuarto de baño.
Carlos me ayuda a ponerme mi ropa interior para después ponerme su camisa que me queda muy grande por lo tanto me queda como camisón.
Después de que el se pusiera su pantalón se sentó conmigo en la cama para verme a los ojos y decir.
-¿Quieres hablar de ello ahora?-pregunta.
No puedo aguardarlo para mi porque temo que si lo hago nada bueno sucederá. Le cuento todo a Carlos o al menos todo lo que recuerdo.
Me doy asco, ese hombre y esa mujer hicieron todo lo que se les vino en gana con mi cuerpo.
-Todas las noches, me ponían algo en la comida y por eso yo siempre caía rendida después de comer. Ellos abusaron de mi todas las malditas noches todo este tiempo-digo mientras una lágrima solitaria baja por mi mejilla derecha-veo recuerdos borrosos de ellos haciendo lo que se les venga en gana con mi cuerpo-digo mientras me levanto de la cama para dar vueltas por la habitación.
~Voy a matarlos, quiero matarlos-digo mientras mi vista esta paseándose sin lugar específico por toda la habitación.
-Yo también quiero matarlos Araxa, quiero hacerlo con mis propias manos, quiero que paguen por todo lo que te hicieron, pero, ambos sabemos que nosotros no lo podemos hacer.
-¿Porque no? Podemos hacerlo, es solo asesinar a dos seres repugnantes que no deberían de existir.
-Araxa escucha. Ni tu, ni yo somos asesinos, tenemos que ir con la policía, pero no tenemos pruebas, necesitamos pruebas, ¿crees que van a creernos si llegamos y le contamos los hechos? Perdóname mi niña, pero nadie creerá en tu palabra y no es por ser malo, es ser realista.
Me doy la vuelta para ver a Carlos, y veo lo furioso que está pero aun así me da una sonrisa que hace que me tranquilice por una milésima de segundo para luego abrazarme.
-Los odio y los quiero muertos.
-Mi niña, yo mas que nadie los quiero muertos, pero tenemos que ser prudentes y pensar con la cabeza fría-Me dice.
~Vamos a dormir ya mañana veremos que hacemos ¿si?-Dice Carlos mientras me empuja ligeramente para la cama.
No digo nada, solo me quedo en silencio y obedezco.
Nos acostamos en la cama, el me abraza y me empieza a acariciar la cabeza mientras susurra la letra de una canción.
-Es poco decir que eres mi luz, mi cielo, mi otra mitad. Es poco decir que daría la vida por tu amor y aún más. Ya no me alcanza las palabras, no, para explicarte lo que siento yo-me susurra al oído-y todo lo que vas causando en mi. Lo blanco y negro se vuelve color, y todo es dulce cuando esta en tu voz y si nace de ti... te voy a amar y hacerte sentir, que cada día yo te vuelvo a elegir porque me das tu amor sin medir, quiero vivir la vida entera.... junto a.... ti-termina de decir.
Lloro en silencio, lloro sin que el se de cuenta.
Algo me dice que disfrute este momento y eso me asusta. Disfruto del olor particular en el, disfruto del calor de sus brazos, disfruto del tenerlo cerca, simplemente disfruto del momento.
Me da miedo que sea el último momento que tengamos juntos, pero si lo es, no duden que voy a aprovecharlo al máximo.
En algún momento de la tormenta siempre se escapa un rayito de sol, el fue el mío, en toda mi tormenta encontré un solo rayo de sol, y no lo dejé ir, traté de estar con el hasta el final, pero, lastimosamente ese rayo de sol es instantáneo y luego vuelve a ocultarse en las nubes negras que apoderan la tormenta.
Él fue, es y será mi lugar seguro, él es mi lugar, mi hogar.
Siento que su respiración es más relajada y se que es porque ya está dormido así que con cuidado me levanto de su lado para no despertarlo, me coloco mi ropa y dejo la de el en una silla que hay en la habitación cuando ya estoy lista voy hacia la puerta de la habitación pero antes me giró y vuelvo al lado de Carlos. Le doy un beso en los labios y lo miro mientras le digo.
-No sé si está sea la última vez que te valla a ver porque siento algo raro aqui-digo mientras señaló mi pecho-pero, déjame decirte que fuiste lo mejor que le pasó a mi jodida existencia. Gracias por todo y por favor nunca olvides que... te amo-termino de decir mientras le doy un último beso en sus labios carnosos y suaves como tanto me gustan.
Me giró sobre mi eje y parto de la habitación dejando al hombre que más amo allí adentró.
Voy a la salida del hotel pero antes de salir del hotel le pido prestado el teléfono celular a la recepcionista.
Un timbrazo, dos timbrazos, tres timbra...
-¿Quien habla?-responde Rodrigo.
-Voy hacia tu casa, y vas te vale que ambos estén allí cuando llegué-corto la llamada para salir disparada a parar un taxi.
Llego a la casa en menos tiempo del que esperaba, bajo del taxi y le doy el dinero y luego entro a la casa.
Está todo oscuro eso me hace pensar que aún no han venido.
Voy hacia la cocina tomo un cuchillo afilado y lo bajo a mi habitación para esconderlo en una abertura en el costado de la cama.
Regreso a la segunda planta y voy directo a la habitación de Rodrigo para ver si hay más de esa droga en donde recuerdo a ver visto a Marta sacarla, pero no hay nada busco y busco pero no hay nada.
Escucho un auto detenerse en la entrada y la puerta principal ser abierta, bien al menos no tardaron tanto.
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Lo que ustedes crearon {Editando}
Cerita PendekMi corazón sigue latiendo, pero por dentro me siento seca, sin vida, es como estar muerta en vida. Solo era una niña inocente, tierna, dulce y amable, sin embargo, eso no le importó y me destruyó. Y ellas al no creerme, al elegirlo a él por sobre mi...