Novena parte

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Araxa

Cerraba varias veces los ojos con fuerza para ver si esto era otra de mis tantas pesadillas o alucinaciones que a veces tenía, pero no era así, realmente estaba pasando, realmente era el entre mis piernas desabrochándose el pantalón mientras me veía con un deseo enfermo y asqueroso.

-Marta, ¿segura que quieres estar aquí?-le dice Rodrigo a Marta la cual está sentada en la silla de adelante.

Quiero decirle que me ayude, y lo hago pero la cinta en mi boca me lo impide.

-si-dice mientras se para y se pone al lado de la cama viendo a Rodrigo y de reojo a mi-quiero que le hagas lo que esa noche no le pudiste hacer-termina de decirle para luego girarse a mi

En su mirada no hay mas que desprecio, no entiendo porque, de niña siempre me comportaba muy bien, hacia caso, ¿Por qué me hace esto? ¿Por qué me odia?

-Muy bien así será entonces-dice Rodrigo.

Marta solo caminó hacia Rodrigo, le dio un beso en la boca para después decirle.

-toda tuya, mi amor.

Y fue ahí cuando sentí más terror todavía, ella se fue a sentar a la silla nuevamente y Rodrigo empezó a quitarse el pantalón.

Empecé a moverme lo más que pude, intenté patalear, subía mis rodilla para impedir que el se adentrará más a mis piernas, no iba a dejarme, no me quedaba quieta, hice hasta lo imposible por moverme y que no pasara a más.

-ya quédate quita, maldita zorra-me grita Rodrigo mientras intenta dejarme quieta pero le es imposible.

~Marta, plan B, tenías razón esta zorra no va a dejarse-¿plan b? ¿Qué mierda era eso?

Solo vi como marta se levantaba de la silla para ir a uno de los cajones de la mesita de noche que esta al lado de la cama y sacar una jeringa para luego introducirle un liquido que había en un botecito el cual también sacó del cajón.

Creo que mi cara aparte del pánico y del terror que sembraba, también tenía duda por lo cual Marta dijo.

-Esto quería Hija-no me llames hija maldita zorra- es una droga llamada Burundanga, es más usada en robos y violaciones por "sumisión química", es muy difícil de detectar y casi no hay datos de esta-dice mientras se acerca a mi con la jeringa en mano, yo en todo ese tiempo no he dejado de moverme-tranquila, respira profundo-dice mientras me inyecta la cosa esa en el cuello, trato de impedirlo, pero no puedo.

~eso te ara efecto en un santiamén-dice Marta pero mis párpados me pesan y veo todo borroso, dejo de moverme ya que siento pesado el cuerpo.

Tengo que seguir luchando pero no puedo, la droga ha entrado en mi sistema ya no tengo control de mi cuerpo. No puedo moverme, veo todo borroso, no tengo el control de mi cuerpo.

Siento como me quitan la ropa interior de un tirón e introducen algo en mi vagina, duele muchísimo, no sé que me están haciendo, mi subconsciente no hace el intento de pensar que es lo que sucede, solo siento como me mueven y un dolor de infierno en mi zona intima.

Creo que en el fondo mi mente no quiere estar donde está mi cuerpo, por lo que me lleva a un recuerdo de hace una semana atrás, el día de san Valentín, el mejor día de mi vida, y uno de los únicos días donde realmente fui feliz y tuve paz, el día que me lo pase con Carlos.

Lo que ustedes crearon {Editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora