Novena parte, ll

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14 de febrero de 2012

{Una semana atrás, recuerdos}

Araxa

14 de febrero, el día del amor y la amistad, que asco, ¿para que tener un día como ese?, hay muchas personas no tienen amor ni amistad, no pueden celebrarlo.

En donde estudió, hacen actividades, hacen quermes, disco, tarde dé fútbol, y lo mejor, podemos ir de particular (es decir sin uniforme) realmente no tenía muchas ganas de ir pero pues vale puntos y prefiero irme a ganar unos cuantos puntos para mis materias.

Voy saliendo de casa cuando veo que Carlos también está saliendo de la suya, por lo tanto el viene y me saluda con un beso en la mejilla.

-¿a dónde iras mi niña?-me dice para luego abrazarme por los hombros y empezar a caminar conmigo.

"Mi niña" amo que me diga así, cada que me lo dice siento una rara sensación en el estómago.

-al instituto, solo que hoy hay quermes por lo tanto voy así-le digo para señalar mi ropa la cual está conformada por una blusa palo rosa que me llega arriba del ombligo de mangas cortas, unos jeans color negros acampanados de la parte de abajo, unos tenis palo rosa  y muchas pulseras en mis muñecas de colores pastel.

Me encantan los colores pastel y el negro, en mi clóset son los únicos colores que tengo.

-si ya veo, te ves hermosa-me susurra al oído, eso me causó cosquillas.

-gracias-le digo mientras agacho la cara por lo nerviosa que me encuentro.

-¿y si no vas y nos escapamos?-me dice parando de repente.

-¿qué? Estas loco, si Marta se entera me matará-le digo mientras sigo caminando y el se queda atrás.

-hablo enserio-grita mientras corre para alcanzarme-me toma de una muñeca para girarme hacia el-vamos Araxa, prometo que no va a enterarse, así vamos al parque a caminar y luego te invito a comer-me dice mientras pone ojos de cachorro regañado.

Mierda, así como negarse.

-no me conve...

-te compraré una lasaña-me interrumpe haciendo que mi sonrisa se ensanche y le dé un asentimiento de cabeza.

¿Que? ¿Quién desperdiciaría una lasaña gratis?

-bien, me convenciste-le digo para luego tomar su mano e ir a hacerle parada al bus.

Nos subimos al bus y emprendemos nuestro viaje.

Primero fuimos al centro comercial más cercano que esta como a 30 minutos de camino para comprar la lasaña, luego de comer, fuimos a caminar por el centro comercial.

Vamos caminando por las tiendas de ropa, zapatos, comida, cuando siento como Carlos entrelaza su mano con la mía.

No voy a mentir, me da miedo la sensación que siento cuando estoy con él, ¿y si me acostumbró? ¿Y si llego a depender de eso y él se va? no miento cuando digo que me da miedo depender de ello.

Caminamos un rato más y luego fuimos a un parque que estaba cerca del centro comercial, ambos nos subimos a un columpio y empezamos a hacer carreras de quien llegaba más alto.

Lo disfruté, lo disfruté tanto como pude porque sabía que al llegar a casa, eso se acabaría.

Aún estábamos sentados en el columpio, solo viendo a los niños correr de un lado a otro, brincando, saltando, haciendo lo que los niños saben hacer, disfrutar.

-¿te ves así algún día?-pregunta Carlos de pronto.

-¿qué? ¿Como? ¿De mamá?

-Si, con una familia como la que está por allá-dice mientras señala a un grupo de personas, conformado por un hombre, una mujer, y dos hermosos niños de la misma edad, al parecer eran gemelos.

-¿qué? No, por supuesto que no me veo así, me veo más así-le digo mientras señaló a una señorita con un niño el cual le regresa a la madre, creo, en cuanto este empieza a llorar.

-¿cómo la tía exitosa?-dice mientras se ríe, su risa es tan contagiosa por lo tanto yo río con el.

-no me veo con una familia en mi futuro, de echo, ni siquiera me veo a mi en el futuro-le digo mientras me levanto para caminar.

El se levanta después de mi, me toma de la mano y empezamos a caminar por un pequeño bosque que hay a la par del parque.

-¿sabes que yo si veo mi futuro?-me dice mientras mueve nuestras manos de adelante para atrás.

-¿así?, cuéntame de él.

-te veo a ti-dice mientras se detiene y se coloca en frente de mi-te veo a ti porque tu eres mi futuro y no aceptaré otro, no si tu no estás en él-termina de decir para luego agarrarme las mejillas con sus manos y besarme.

Amo que me bese, lo amo a él.

Me es difícil no sonreír durante el besó.

-¿qué?-me dice aún con nuestros labios juntos.

-es que tus labios son tan suaves-le digo para luego volverlo a besar.

Y así pasamos en resto de la tarde, uno que otro beso, caminando, hasta que era hora de regresar a casa, y odié eso porque eso significa el fin de mi felicidad y paz.

Bajamos del bus para empezar a caminar hacia casa, ya estaban pegando los últimos rayos del sol por lo tanto ya era hora de que tenía que estar en casa.

Llegamos a casa de Rodrigo y me paró enfrente de la puerta aún con Carlos a la par.

-bueno, creo que debería de entrar-le digo a Carlos-gracias por lo de hoy, me divertí mucho y me la pase genial a tu lado-digo casi un susurro lo ultimo.

El sonríe, luego me abraza y me da un beso en la frente, disfruto la sensación porque es realmente relajante y maravillosa.

Le sonrió, le muevo la mano en despedida y luego entro a casa, cuando estoy por cerrar la puerta lo escucho decir.

-te amo-para luego escuchar sus pasos alejarse.

Cierro la puerta y entro a mi cuarto corriendo para sentarme detrás de la puerta y calmar mi loco corazón el cual siento que saldrá corriendo en una maratón.

"Te amo" se repite una y otra vez en mi cabeza, hasta que siento que voy a despertar de un sueño.

Lo que ustedes crearon {Editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora