Décima tercer parte, ll

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Araxa

Bajo a la primer planta y los veo en la entrada de la casa.

-Valla, por un momento pensé que no iban a venir a dar su asquerosa cara-digo mientras me coloco al frente de ellos.

-¿Como te atreves?-dice Marta mientras intenta darme una cachetada pero atrapo su mano en el aire.

-No Marta, ya no funciona-le digo en un susurro solo para que lo escuche ella.

-Valla pequeña-dice Rodrigo-¿A que viene tanta agresividad?-dice mientras me mira de arriba a bajo.

-No lo sé, pensé que ustedes dos lo sabrían y me ahorrarían saliva para explicárselo-digo mientras voy hacia mi habitación.

Ellos siguen mis pasos, entro a mi habitación, ellos entran detrás y cierran la puerta con seguro.

~Nunca me lo espere de ustedes, mira que tener que drogarme para que puedan abusar de mi es algo decepcionante, los creí más que eso, pero la verdad si son muy mediocres-Digo mientras me giró para ver sus caras.

Me gustaría tener una cámara para tomar fotos de sus caras en estos momentos.

-¿De que hablas?-Dice Marta con la voz temblorosa. Mientras pasea su vista entre Rodrigo y yo.

-Oh, vamos. No me hagas repetir lo que ustedes saben a la perfección-digo mientras me siento en la cama cerca de donde esta escondido el cuchillo.

-Bueno, si ya lo sabes no hay porque ocultarlo-dice Rodrigo mientras su sonrisa se ensancha.

Que repugnante.

-Valla, que Cínico eres, pero ¿Saben? Ustedes dos me dan mucho asco, son unos seres muy repugnantes y realmente si los mato nadie los extrañará-digo para sacar el cuchillo de su escondite y tirarme hacia Rodrigo al que consigo enterar el cuchillo en su brazo derecho y luego sacarlo del lugar.

La cara de Marta es un poema, me encantaría tener fotos de estos momentos.

-Pero, tu estas loca-grita Rodrigo.

-Oye, tranquilo no grites... Aunque sabes que, mejor si grita igual nadie va a escucharte ¿verdad?-Digo mientras le doy una sonrisa ladeada.

Y es cierto si grito nadie escuchara ya que la habitación tiene paredes en las que no traspasa el sonido, lo descubrí un día cuando Carlos estaba en mi habitación y yo en la sala. Según el me estaba llamando pero yo no escuchaba nada y luego le dije que volviera a gritar desde adentro y no se escuchaba nada.

-Eres una Maldita-me dice Rodrigo mientras hace presión en su herida debido a que sigue sangrando mucho.

-Si lo se, aunque es la primera vez que me lo dicen-digo mientras vuelvo a sentarme en la cama.

~¿Si saben que lo que hicieron es un delito y que pueden pasar muchos en la cárcel no?-digo mientras miro a ambos-Aunque prefiero verlos a ambos a tres metros bajo tierra-Digo mientras me levanto para acercarme a Marta.

-Ni te atrevas-me dice Rodrigo entre dientes.

-¿O que?-le digo mientras le coloco el cuchillo en la garganta a Marta.

Pero la puerta principal abriéndose me distrae haciendo que Rodrigo aproveché en quitarme el cuchillo y luego pasar su brazo por mi cuello, haciendo que yo quede de espaldas en el pecho de el, mientras me apunta el cuello con el cuchillo.

La puerta de mi habitación se abre y eso solo puede significar una cosa. Carlos.

Carlos entra a la habitación y cuando ve la escena abre mucho los ojos para después querer acercarse a mi pero Rodrigo niega con la cabeza y hace más presión en mi cuello con el cuchillo.

Yo niego con la cabeza mientras me arrepiento de no haberle dejado amarrado a la cama de la habitación de motel.

-Suéltala-dice Carlos mientras se intenta acercarse pero Rodrigo nuevamente hace presión en mi cuello haciendo que yo niegue hacia Carlos.

-Carlitos, creo que de ahora en adelante aras lo que yo diga si no quieres que Tu querida pague por no obedecerme-dice Rodrigo mientras le da un asentimiento de cabeza a Marta para que ella saque de su bolso una jeringa.

-NO-grito mientras intento zafarme del agarre de Rodrigo pero es inútil.

-Oh SI-grita Rodrigo mientras Marta inyecta a Carlos y luego saca otra y me inyecta a mi.

Lo ultimo que ven mis ojos antes de cerrarse es a Carlos.

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Y lo primero que ven al abrirse es a el, atado en una silla al costado de mi cama, en la cual yo estoy atada como la primera vez que me hicieron esto.

-Carlos-digo tratando de despertarlo-CARLOS-vuelvo a decir pero es inútil aún sigue sedado.

Trato de quitarme las cuerdas pero también es inútil no puedo están muy ajustadas aunque la de la derecha está un poco mas floja que la otra.

Escucho un quejido y volteo a ver a Carlos quien apenas se esta despertando.

-¿Despertaste bello durmiente?-digo mientras se me escapa una sonrisa.

-¿Que hago aquí?-pregunta sin al parecer recordar pero luego lo recuerda-Oh mierda-dice mientras se empieza a mover para quitarse las cuerdas.

-Hey, con cuidado puedes lastimarte-le digo

-¿Lastimarme? Es en lo ultimo que pienso en este momento, ¿Por qué estas tan tranquila?-me dice muy alterado.

-No lo sé, realmente no sé porque estoy muy tranquila-digo cuando de repente escuchamos como la puerta se abre.

Dejando ver a Marta quien entra con muchas cosas que realmente no se para que son.

-Buena ya que despertaron, prepárense para la diversión-dice mientras nos sonríe y luego se va.

Lo que ustedes crearon {Editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora