Décima cuarta parte, ll

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Araxa

Veo una línea de sangre salir por el cuello de Carlos.

-CARLOS NO-gritó-CARLOS POR FAVOR NO-sigo gritando-CARLOS, MI AMOR POR FAVOR.

Veo como su cuerpo tiembla e intenta levantar sus manos para ponerlas en su cuello pero como están amarradas no puede.

Carlos no, mi Carlos no.

Veo como sigue moviéndose hasta que lo deja de hacer.

¿Murió? Si, y ha sido por culpa mía.

La furia me nubla tanto que solo me veo a mi golpeando la parte íntima de Rodrigo, mientras me quito hábilmente la cuerda de mis muñecas y la barra de mis tobillos.

Todo pasa tan rápido.

Le doy un golpe a Rodrigo con la barra que al parecer lo deja inconsciente y voy por Marta a hacerle lo mismo.

Los miro a ambos inconscientes en el suelo, los ato a ambos antes que se despierten.

Mi odio y la rabia que tengo incrementan cuando veo de reojo a Carlos atado aún en la silla. Trato de ignorar el dolor que me genera.

Ató bien las muñecas y tobillos de Rodrigo.

A Marta también la ató bien de muñecas y tobillos.

Cuando están listos busco alcohol y se los paso por la nariz para que despierten.

Ambos se empiezan a despertar y me miran con asombro.

-valla valla, ahora quienes serán los que van a suplicar-les sonrió para luego ir a tomar un cuchillo demasiado grande que había en las cosas que Marta trajo.

Me voy meciendo de un lado a otro hasta llegar a donde Marta. Le sonrió para luego pasarle el cuchillo por todo su cuerpo.

-Sabes que eres una pésima Madre ¿no?-le digo jugando con ella-todo lo que has echo no se le tiene porque hacer a un hijo-le sonrió-pero no te preocupes yo me encargaré de que nadie de vuelva a llamar así.

Le ensarto en cuchillo en el muslo izquierdo y lo sacó de este.

Ella grita y por alguna razón eso me gusta.

-Déjala maldita zorra-me dice Rodrigo.

-¿O que?-le digo mientras le ensarto el cuchillo a Marta en el otro muslo.

-Hija de puta-chilla Marta.

-Si lo se, después de todo soy tu hija ¿no?-le digo mientras le ensarto el cuchillo en el hombro.

Ella se retuerce de dolor, y Rodrigo intenta liberarse pero no puede.

-¿Sabes que es lo más peligroso de ese mundo?-ella no dice nada y eso me enoja por lo que vuelvo a ensartar el cuchillo en su muslo.

-RESPONDE MALDITA.

Lagrimas es lo único que obtengo de Marta.

-No... no lo sé-dice apenas.

-Una mujer dolida.

Digo mientras miro de reojo a Carlos.

~Tu me lo quitaste, y es justo que yo te quite tu miserable vida-digo para tomar el cuchillo con fuerza y pasarlo por su muñeca.

El cuchillo está tan afilado que sin problemas casi corta toda la muñeca.

~Pero antes quiero verte sufrir-termino de decir para terminar de pasar más el cuchillo hasta quitarle la mano.

Ella se retuerce cual gusano.

Me da miedo que me guste y el disfrutar hacerlo.

Rodrigo me mira con horror mientras sigue moviéndose para liberarse.

Y Marta la pobre está hasta pálida.

-NO, NO TE MUERAS AUN ESTUPIDA-le grito cuando veo empieza a cerrar sus ojos.

Quiero que sufra más.

Tomo su otra mano y por el enojo que cargo encima también se la quitó sin muchos problemas.

-Te quite tus manos porque estas mataron al hombre que amo-le digo.

Ella se mira a sí misma horrorizada mientras veo que se está empezando a poner más débil.

Me subo en ella mientras la apuñaló.

La apuñaló tantas veces que el brazo se me cansa.

Cada vez que la apuñaló de me viene la imagen de ella cortándole el cuello a Carlos y eso me da más rabia para seguirla apuñalando.

Dejo de hacerlo cuando veo que esta muerta.

Me bajo de ella para después decirle.

-Fuiste un asco de madre-digo para girarme hacia Rodrigo.

Su cara es un poema, quisiera tener una cámara para capturar la cara de miedo que tiene en este instante.

-Ahora sigue tu-le señalo con el cuchillo y veo que éste se encoje en su lugar.

Lo que ustedes crearon {Editando}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora