(CORRECCIÓN PENDIENTE)
EN EL CAPÍTULO ANTERIOR...
—¿Judith qué ha pasado ahí dentro? —Preguntó Pau sorprendida por el tirón de brazo
—Paula no lo sé ni yo, solo seguí tu consejo.
—Pf entonces ha pasado de todo... —Dijo entre risas. (...)
(...) —Pues tampoco te creas que ha pasado mucho —Dije haciéndome la interesante.
—Pues no entiendo nada, además cuando te ha cogido del brazo no se ha cortado un pelo estando yo delante ¿se supone que esto es clandestino no? —Dijo extrañada.
—Porque debe pensar que ya lo sabes, eres mi mejor amiga, aunque tampoco hay nada que ocultar ¿o sí? No sé, es confuso, yo creo que no le gusto, es simplemente el morbo de lo prohibido ¿sabes? —Dije pensando a la vez que hablaba.
—Puede ser que sea morbo o simplemente que le gustas tanto a la míster asalta alumnas que no puede controlarse contigo, ¡ale yo no digo na' y lo digo to' cariño! — Dijo con un ápice de broma.
Desde luego que lo dijo todo, me quedé toda la tarde pensando. Habían pasado ya 3 días (sin contar el finde) desde lo sucedido con Caro, ya que solo la tenía los lunes en E.F y en tutoría, no nos habíamos apenas visto ni hablado, aunque me temía que esa situación iba a cambiar en breves, puesto que ya era domingo por la noche y al día siguiente lunes.
El reloj marcaba las 8:07 a.m. estaba la clase bastante más callada de lo normal «naturalmente, con tremenda profe dando clase, así cualquiera calla». Nos estaba explicando las normas del juego que íbamos a jugar dentro de poco, balonmano. Sobre las 8:30 nos dirigimos al patio para poder jugar, como era evidente yo no estaba muy concentrada en el juego, pero al final me concentré. Éramos cuatro equipos, dos jugaban y los otros dos descansaban. Cuando me toco descansar Caro me llamó para que me sentara a su lado.
—Judith ven un momento, te quiero comentar unos fallos que has cometido mientras jugabas —Dijo como escusa.
Me acerqué y me senté a su lado como profesora y alumna, teníamos que disimular, ella no quitaba la vista del partido que estaban jugando sus alumnos y yo no le quitaba la vista a ella.
—Dime ¿en qué he fallado?
— Ja, ja, ja no, tranquila has jugado igual que lo haces todo, bastante bien —Dijo en voz baja. Me miró de arriba a abajo y volvió la vista al partido — Oye ya sé que soy muy guapa, pero deja de mirarme que me vas a gastar.
Rápidamente cambié la dirección de mi mirada hacia el partido mientras íbamos hablando por lo "bajini".
—Je, je así que bastante bien ¿he? ¿Y si no es por el juego que querías decirme? Cualquier escusa te viene bien para tenerme cerca—Dije haciendo broma.
—Ya te gustaría, pero no, te he hecho venir porque deberíamos quedar y aclarar esto que está pasando ¿no crees?
—Si quedamos vamos a hacer de todo menos aclarar nada «Ay caro que me quieres engatusar más y yo no sé si estoy preparada para engatusarme», pensé mientras miraba por un instante su cabello.
—Ja, ja, ja ¿crees que no me puedo contener? —Dijo ella.
—A ver déjame que piense... ¿Estando a solas, conmigo delante y fuera del instituto? No, no te podrás contener, sino mira lo que casi pasa hace unos días.
—Pues sí, sí podría y si aceptas te lo demostraré. Tú piénsatelo y en la hora de tutoría me dices algo. Ahora desfilando monumento, que llevas demasiado tiempo cerca de mí, a ver si la que no se va a poder contener vas a ser tú.
ESTÁS LEYENDO
La distracción perfecta
RomanceTrata de una adolescente de 17 años, en tan solo un año tendrá que elegir su bachillerato o ciclo, está muy implicada en la decisión y estudios, pero sin ella esperarlo aparece la distracción perfecta con nombre y apellidos, la chica que le dará vue...