EN EL CAPÍTULO ANTERIOR:
«¡Va, venga, ¿en serio? ¡Esto es una broma de mal gusto, no me creo que justo cuando casi lo coge Pau le dé curiosidad a Caro por lo que pone, que estoy en un puto libro de suspense, esto ya se pasa de mala suerte tío! ¡Además va a leer lo que he puesto, mierda!». Se me cayó el mundo encima no paraba de repetirme «¡Tierra trágame!». Lo único que podía hacer era decir que era privado, pero no llegué a tiempo para cuando me quise dar cuenta ya lo estaba leyendo. (...)
(...)
Me quedé embobada y junté mis manos para rezar a quién sea que me oiga para que no lo leyera en voz alta, las expresiones se iban rompiendo en su cara mientras leía aquel trozo de papel que tenía el poder de arruinarlo todo. Acabó de leerlo me miró y prosiguió con la clase. No supe interpretar esa mirada. «¿Se ha enfadado o que significa esa mirada?».
Al acabar la clase Caro se acercó a mi mesa aprovechando que estaba sola.
—Tienes que tener más cuidado, lo podrías haber echado todo a perder por un "papelito", ¿Y si alguien lo ha leído qué? —Me dijo en voz baja mientras yo me estaba asustando con cada palabra que decía.
—He-e no, digo, que-que no lo ha le-leído nadie —Dije tan nerviosa que hasta tartamudeaba, mis dedos eran la prueba de mi nerviosismo, no dejaban de repicar en la mesa.
—¿Cómo estás tan segura?
—Po-porque he vigilado to-todo el rato el-el-el "papelito" y nadie lo ha abierto, es una regla no-no-no escrita, na-nadie pregunta cuando le di-dicen que pasen-sen un pa-papel o lo-lo que se-sea—Dije tratando de controlar mis nervios y hacer desaparecer el tartamudeo que me avergonzaba enormemente mostrar delante de ella.
—Por esta vez te libras, pero como mínimo acepta la invitación, ahora más que nunca tenemos que hablar —Dijo mientras apoyaba los codos sobre la mesa sin llegar a sentarse.
«¡Mierda!, ahora sí que no le puedo decir que no, aun que no me parece taaan mal eso de quedar con ella a solas».
—Va-vale supongo que no me-me puedo negar ¿dónde y cuando?
—Ven —Me levantó de la silla mientras me sacaba de clase con su mano apoyada en mi espalda para guiarme —Te —me dijo mientras me guardaba un papel en mi bolsillo trasero del pantalón, aprovechándose de ese movimiento para tocar con la excusa del papel —Aquí está mi número de teléfono, esta tarde hablamos y te digo dónde y cuando.
Se fue, después de decirme eso se despidió de la clase y se fue, Pau salió inmediatamente a ver que había pasado.
—Tía ¿Qué ponía en el papel? —Dijo muerta de la curiosidad.
—¿Que qué ponía en el papel? Pues todo lo que Caro no podía leer, decía: "Pau, la míster me ha preguntado otra vez por la salida y necesito que me ayudes a decidirlo, la verdad es que me muero de ganas por verla fuera de aquí, un bombón como ella me está invitando a salir ¿qué hago Pau? Ayúdame"
—¡Joder Cariño, que intensas sois las bolleras! ¿Cómo te voy a ayudar a decidir? Si tienes más claro que el agua lo que quieres hacer.
—De bollera nada Pau, a mí me gusta solo ella y tranqui que ya no necesito tus consejos porque ya le he dicho que sí.
Pau empezó a saltar de la emoción que le dio la noticia.
—Paula Rodríguez Fuentes deje de saltar en los pasillos del centro escolar al que pertenece por favor — Dijo el profesor más viejo y amargado de todo el instituto que pasaba caminando muy lento.
—Perdone, perdone Sr. Martí ¡ES QUE MI AMIGA TIENE UNA CITA CON LA QUE LE GUSTA!—Dijo casi gritando.
—¡PAULA! — La corté en seco.
—Ay ay perdón — Dijo llevándose las manos a la boca.
¡Tintin! ¡Tintin! Me di cuenta de que era mi móvil, era un mensaje de Instagram. "Usa ese papel que esa bomba de profesora te ha dado anda". Era ella, Caro, se estaba burlando de lo que había escrito en el papel que ella no debía recibir y yo me estaba poniendo roja.
—Va Judi, ¿a qué esperas? Envíale un mensaje — Dijo metiéndome prisa y señalando mi móvil.
Saqué el papel y lo puse junto al móvil. — ¿Pero qué le pongo?
—Pues no sé tía, un "hola" estaría bien — Dijo burlándose de mi.
—Ja, ja, ja que graciosa eres — Dije fingiendo una evidente risa falsa.
"Carolina"
—Hola ¿Caro?
—Hola, Judith, veo que has tardado poco en hablarle a tu bombón de profesora.
—No seas mala va, ¿cuándo quedamos?
—Te va bien hoy a las 17:30 h te paso a recoger en la gasolinera que está al lado de tu casa.
—Vale, ¿pero como sabes que hay una gasolinera al lado de mi casa?
—Porque cuándo te presentaste dijiste dónde vivías, hasta pronto "bombón"
Sabía perfectamente que me iba a estar torturando mucho tiempo más con la broma de la nota, pero la verdad, no era consciente de que esta tarde tenía una cita a las 17:30 con mi tutora y no precisamente para hablar de mi comportamiento en clase.
Llegué a casa con Pau, la había invitado a comer conmigo en casa así de paso me ayudaba a prepararme para la cita. No me costó mucho, por no decir nada convencerla. El reloj del comedor marcaba las 16:07h Pau me miraba y me hacía señas para ir a mi habitación y poder evitar que mi madre, que había acabado de comer igual que nosotras, nos escuchara, entonces me levanté.
—Bueno, mamá vamos a la habitación a estudiar un poco, que mañana tenemos la presentación oral de castellano.
—Claro que sí hija, acuérdate que estáis solas, porque yo me voy ahora a trabajar, no le abras la puerta a nadie.
—Mamá después de tantos años repitiéndome que no le abra la puerta a nadie, me queda claro—Dije en tono chistoso.
—Nunca está de más que te lo repita.
Finalmente fuimos a la habitación y empezamos a prepararnos...
Acordaos de darle a la estrellita, si os ha gustado claro.
Este capítulo ha ido con retraso porque no me fue posible entregároslo el pasado lunes, intentaré que no se repita.
El próximo capítulo estará publicado el día miércoles 11/08/2021.
Por favor si me he dejado/saltado algún error ortográfico hacédmelo saber.
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La distracción perfecta
RomanceTrata de una adolescente de 17 años, en tan solo un año tendrá que elegir su bachillerato o ciclo, está muy implicada en la decisión y estudios, pero sin ella esperarlo aparece la distracción perfecta con nombre y apellidos, la chica que le dará vue...