Trata de una adolescente de 17 años, en tan solo un año tendrá que elegir su bachillerato o ciclo, está muy implicada en la decisión y estudios, pero sin ella esperarlo aparece la distracción perfecta con nombre y apellidos, la chica que le dará vue...
—Entonces... ¿Para qué querías que quedáramos fuera del instituto? —Dije ayudándola a que me dijera eso tan misterioso que ocultaba.
—Pues te he traído porque tenemos que hablar. —Dijo intentando no sonar tan seria, pero lo estaba. (...)
(...)
«Bua, bua, no, no, me va a decir algo malo seguro, segurísimo», pensé bastante agobiada, esa frase solo se emplea para decir malas noticias.
—Judith, aunque nos hagamos las tontas las dos sabemos perfectamente lo que está pasando, pero no podemos seguir con esto, no está bien, soy tu-
—¿Qué? ¿Eres mi qué? Sabes, no es justo lo que estás diciendo, sabes perfectamente quien empezó esto, yo te seguí el rollo igual que tú a mí y después de semanas tonteando me vienes a decir que no, no te lo compro. ¿Qué pasa? Soy un entretenimiento y ya te has cansado-
—¡Ey! No vuelvas a decir eso —Dijo buscando mi mano en la mesa. —¿Cómo vas a pensar eso de mí? Solo quiero acabar con esto antes de que sea demasiado tarde, admite que tenemos muchas cosas en contra y tampoco te gusto, es el morbo de estar con tu profesora, más el que sea una chica... —Decía sin encontrar mi mano en la mesa.
—¿Caro porqué asumes lo que siento? No sabes si me gustas o si es deseo o morbo como dices, sabes que, vámonos de aquí —Dije empezando a levantarme de la silla.
—¿Qué? No, no hemos acabado de hablar.
—Vamos a seguir hablando tranquila, pero en otro sitio, vamos. —Dije mientras me la llevé de aquella cafetería de la mano y casi corriendo.
Subimos al coche y le fui dando indicaciones para que fuéramos al sitio que tanto me gustaba, mi sitio. Al llegar aparcó el coche, me bajé, le abrí la puerta, la cogí de la mano y la llevé a esa cima de la colina dónde los atardeceres parecían de otro mundo, nos sentamos contemplando el espectáculo del sol.
—Caro, ¿ves este lugar precioso? Es mi sitio favorito ¿sabes cuando vengo aquí?
—No, ¿cuándo?
Las voces eran casi susurradas el sol calmó nuestros nervios y solo estábamos ella y yo contemplando un paisaje hermoso.
—Aquí solo vengo cuando me gusta alguien, pero cuando me gusta alguien de verdad ¿Sabes cuántas veces he venido aquí desde que te conocí? Cada día, no ha habido día que no le preguntara al sol si lo que sentía estaba bien o mal, si debía seguir lo que mi corazón dictaba contigo. Te pido por favor que no lo arruines, no echemos todo esto a perder, la primera etapa del atardecer es preciosa como el principio de una relación y sobre lo que has dicho antes, sabes perfectamente que me gustas, que cuando te tengo cerca me pongo a temblar, las manos me sudan y no puedo parar de mirarte y tartamudear, si eso no es amor, dime ¿qué es entonces?
Nuestras cabezas hicieron el movimiento justo para que nuestras miradas se encontraran y con ellas nuestras manos que nos iban acariciando hasta llegar a la cara quedando muy cerca la una de la otra.
—Tienes razón, pero-
Interrumpí su voz sellando sus labios con mis dedos —Shhh, no hay lugar para los "peros". Haciéndolo un poco gracioso y novelístico, ella respondió con una risa siguiéndome el juego.
Vi como sus ojos se cerraban sintiendo así mis caricias en su rostro poco a poco me fui acercando a esa delicada boca rosada y en un fragmento de segundo sus labios y los míos se fundieron en un beso dulce y apasionado, pude notar las ganas acumuladas por aquel beso, sus manos se deslizaban por mis brazos, los sentimientos estaban a flor de piel y nuestras lenguas luchaban por conocerse. Nos interrumpió una oscuridad repentina, Carol y yo nos separamos muy despacio girando la cara en dirección al sol, ya se había escondido. Volvimos a mirarnos y empezamos a reír de ternura, a lo mejor timidez de la niña pequeña que todes llevamos dentro.
—Judith, esto-
—Esto está perfecto Caro — La interrumpí mientras seguía acariciando su rostro.
—Sí, pero lo que te he dicho en el bar, es importante, no te digo que dejemos esto que tenemos, pero no puede saberse nada en el instituto y no le cuentes a nadie ¿vale? —Dijo mirándome a los ojos con índices de preocupación.
—Sobre eso... Hay un problemita
—¡¿Judith no me digas que se lo has explicado a alguien?!
—No, solo a Pau —Solté la bomba lo más rápido posible.
—¿Pau?
—A Paula
—Joder Judith,
—Tranquila, no dirá nada, pero si no se lo contaba más pronto que tarde hubiera acabado dándose cuenta, es mi mejor amiga, me conoce casi como si fuera mi madre. —Justifiqué mientras mediante caricias la tranquilizaba.
—Bueno, espero que ella no diga nada, te quiere mucho. Judith sin desviarnos del tema, tenemos que ser cuidadosas sobre todo en el instituto, no puede pasar nada sospechoso —Dijo mientras me cogía las manos.
—Tranquila Caro, si mira, el curso está a punto de terminar y este año antes porque no hay colonias.
—¡Sí que hay y al ser yo vuestra tutora me dejan acompañaros! — Dijo en tono festivo.
— ¿Qué dices? Que guay Caro, pero ¿cuándo nos vamos?
—Mañana os darán la noticia y el lunes nos vamos porque las colonias no serán de fin de semana, ¡es toda la semana fuera!
—No puede ser ¿en serio? Seguro que tú has tenido que ver en esa decisión, te adoro —Dije mientras le daba un abrazo.
—La verdad es que me he puesto pesada y al final me han hecho caso — Me dijo mientras me abrazaba más fuerte —Va ahora al coche que es muy tarde cenicienta.
—Ja, ja, ja ¿Cenicienta?
—Sí, mi cenicienta —Dijo dándome un pico y levantándose para ir hacia el coche.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Acordaos de darle a la estrellita, si os ha gustado claro.
Próximo capítulo el día 25/08/2021.
Si me he dejado/saltado algún error por favor hacédmelo saber.