EN CAPÍTULOS ANTERIORES:
Íbamos bajando del bus y cuando fijé la vista no me lo podía creer «¿Enserio vamos a dormir ahí?» , pensé asombrada. (...)
(...)
— ¡Ei! ¿Judith sabes que no dormiremos ahí verdad? Ahí dormirán los profes, no ves el pedazo de casa que es. Nosotras dormiremos allí —Dijo señalando con el dedo.
Seguí la dirección del dedo de Pau y la expresión de mi cara cambió por completo —No, me niego, ¿ahí? —Dije con cierta envidia —. ¿Por qué dormimos nosotras ahí? Les que vamos de colonias somos nosotres, no les profes.
—Ya, pero es lo que hay, anda vamos a ver si mejora por dentro —Dijo estirándome el brazo e intentando animarme.
Cuando entramos en la casa de colonias la verdad es que no estaba tan mal, pero por fuera estaba en bastante mal estado.
—Bueno, yo creo que con un poco de suerte no se nos caerá una biga en la cabeza por la noche —Dijo Pau en tono irónico.
—Esperemos que no —Dije asintiendo con la cabeza.
Una voz familiar interrumpió en la habitación, era Caro — Chicas venid fuera que vamos a explicar lo que haremos esta semana.
Después de la explicación, se nos hizo tarde, nos dejaron ir a dar una vuelta por el pueblo, era un pueblo sin más, tenía su encanto, pero no podía huir del nombre "pueblecito". Aunque nos dejaron ir a visitarlo con la condición de volver a la hora de cenar, así lo hicimos.
Volvíamos del pueblecito encantadas. Nos sentamos todes en el comedor y cenamos. Yo no podía dejar de mirar a las mesas donde cenaban les profesores y se me ocurrió una idea fantástica.
—Oye, Pau, se me ha ocurrido una idea, necesito que me digas si se me ha ido la olla con lo que he pensado —Dije susurrando, ya que nos sentábamos en grupos de 6 y solo quería que se enterara Paula.
—Dime cabeza loca —Dijo temiendo alguna de mis locuras.
—A ver, la idea es decírtelo a ti, si las dos estamos de acuerdo después se lo decimos a más personas.
—Vale —Contestó Paula.
—Cuando veníamos con el bus alcancé a ver una cascada muy chula, pero que el agua de esta se estanca en una especie de poza, bastante bonita, hay un poco de tierra, la suficiente para hacer lo que tengo en mente. Entonces, imagínate una fiesta, esta noche, allí, rollo "pool party", pero en una poza natural y además preciosa —Le expliqué mi idea con mucho entusiasmo, mi imaginación se transportaba sola a la poza con todes nosotres allí, además la adrenalina de escaparse de las casas.
— Madre mía Judith —Dijo asombrada.
—¿Qué pasa, no te gusta la idea? —Dije preocupada de no haberla convencido.
—¡Es la mejor idea que has tenido en tu vida! —Dijo chillando en el medio del comedor —Ui, perdón —Rectificó riéndose por debajo de la nariz. No era ni la primera ni la última vez que le pasaba eso.
A partir de ese momento empezamos a hablar con todes nuestres compañeres, para ello nos dividimos, así sería más rápido, apenas un par de personas dijeron que no y se comprometieron a guardar el secreto. Cuando ya lo teníamos todo previsto: como nos escaparíamos, quien traía el alcohol, etc. Nos acordamos de una cosa, que en la poza no había luz.
—¡Mierda Paula! —Dije percatándome de lo que nos habíamos olvidado.
—¡¿Qué?!
—¿Y la luz qué?
—¡Hostia! —Contestó intentando pensar una solución —Espera, creo que antes he visto a uno de los monitores cargando unas luces de estas que se cargan con el sol, para la acampada de mañana —Insinuando que las podríamos robar.
—Un momento, quieres que robemos también las luces, tía, que ya nos ha tocado el marrón de tener que robarle el alcohol del mueble bar del comedor, yo creo que es tentar demasiado a la suerte.
—A bueno vale, entonces tranquila he, no te vayan a pillar, haremos una fiesta sin luces, como las de toda la vida... —Dijo con un tono de ironía bastante aterrador, sabía que después de esto vendría el grito —¡A ver Judith, piensa un poco coño! ¿Explícame como quieres que hagamos una fiesta sin luz?
—Bueno, vale, vale, vamos a robarlas, pero como, porque el monitor está en la sala donde está el alcohol y las luces.
—Nos tenemos que dividir, una va a por el alcohol y la otra distrae al monitor —Dijo con cara de estar en una película de aventuras.
—¿Paula y las luces que, las trae el espíritu santo?
—No, la idea es que cojas el alcohol y las luces y las dejes escalonadamente en la puerta de atrás, así cuando yo acabe de distraer al monitor paso por la puerta de atrás donde me estarás esperando y seguimos recto hasta la poza y empezamos a prepararlo, él no sospechara porque por el camino donde vamos a ir, también se va a nuestras habitaciones.
—Que cabeza que tienes tía, pero bueno vale lo que sea por una buena fiesta.
De esta manera lo hicimos, todo fue sobre ruedas, incluso a mí me salió bien lo de coger el alcohol y las luces, con lo torpe que yo soy fue sorprendente que no la cagara, pero bueno no la cagué.
Cuando llegamos a la poza aún era de día, estaba atardeciendo, empezamos a colocar las luces en sitios estratégicos para que hubiera luz suficiente pero también un buen ambiente.
Finalmente, llegó la hora de la fiesta, todo el mundo previsto vino, funcionó todo sobre ruedas, encargamos a diferentes personas para repartir las tareas de la fiesta, todes cumplieron: les encargades de los vasos, les encargades de los altavoces, etc. Fue una fiesta memorable la verdad, aunque hubo un momento donde pensé que todo se iría a tomar por saco...
Estaba bailando con mi amiga Paula tranquilamente hasta que me pareció ver una sombra conocida entre los arbustos, me temía lo peor, creía que nos habían pillado, entonces con un miedo en el cuerpo más grande que yo, reuní valentía y fui a ver quién o que era. Al acercarme la sombra desapareció, seguí caminando un poco más hasta que note que una voz me llamaba, seguí la voz hasta encontrarme con...
—¡Joder Caro, que susto! —Dije volviendo a recuperar la respiración.
—Como que, que susto, os he pillado, sigo siendo tu profesora ¿recuerdas? —Dijo ella bastante más seria que lo normal, lo cual me asustó un poco. —Cambia esa cara tonta, que no os voy a delatar —Dijo tranquilizandome.
—A vale —Dije cogiendo aire de nuevo.
—Pero que ese no es el tema, porque no me has dicho nada, he ido a tu cuarto a buscarte y no estabas, me has pegado un buen susto, menos mal que te conozco un poco y me imaginaba que ibas a hacer algo así.
—Espera un momento, así que has ido a buscarme a mi cuarto he, ¿para qué? —Dije haciendo el momento un poco más sexy a la par que burlón.
—Pues sí, te he ido a buscar para lo que estás pensando, quería pasar un rato contigo, tenía la escusa preparada y todo, te tenía una sorpresa.
—¿Qué sorpresa?
—Aaa, no haberte escapado, ahora lo sabrías...
—Va no seas mala —Dije intentando sonsacarle algo.
—La chica mala aquí has sido tú que has montado una fiesta clandestina y te has escapado —Dijo dándome un toque en la nariz.
Espero hayáis disfrutado este capítulo número 13.
Si os ha gustado no olvidéis votar, me ayuda a saber que os gusta.
Hasta el próximo capítulo.
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La distracción perfecta
RomanceTrata de una adolescente de 17 años, en tan solo un año tendrá que elegir su bachillerato o ciclo, está muy implicada en la decisión y estudios, pero sin ella esperarlo aparece la distracción perfecta con nombre y apellidos, la chica que le dará vue...