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57° expedición más allá de los muros: "Sentimiento agridulce."
Selene observaba el pasto con la mirada perdida. Era mucho para procesar, no era fácil descubrir de un día para otro que su amiga era un titan cambiante. Se sentía algo tonta ya que ella siempre le dio pistas de lo que era, pero ella tenía razón en este momento no podía confiar en nada, menos en Reiner que estaba a su lado. ¿Cómo había salido de la mano de la titan hembra si todo vieron como lo aplastó? Quizás ya estaba paranoica, pero había jurado que Reiner estaba muerto. En realidad sería lo normal, muy pocos sobreviven a que un titán normal aplaste sus manos, y de un titan humano como lo era ese era casi imposible. Y todo le agobiaba más sabiendo que lo más probable era que esa titan de ojos azules, Annie, ya estaba con Eren.
Soltó un quejido mientras Jean seguía pasando una venda en su mano. Lo observo por un tiempo se veía bastante tranquilo haciéndolo. La mano derecha de Jean pasaba las vendas de forma delicada y la mano izquierda la sostenía la mano de forma suave. Aunque el momento estaba tenso ya que no tenían suficientes caballos para seguir, el chico de pelo castaño claro le enviaba la tranquilidad suficiente como para que intentara relajar la vista. Y finalmente el chico levantó la cara haciendo que sus ojos se encontraran una vez más. Jean nuevamente se quedaba admirando los ojos celestes cristalinos de Selene, como si fueran lo más lindo del mundo; y Selene observaba los profundos ojos miel de Jean. Se quedaban mirando como si fueran los únicos en ese lugar, como si no pudieran apartar la vista del otro.
— Lo siento.— susurró Selene a lo que Jean frunció el ceño, no sabía porque le pedía disculpas.— Fui muy bruta cuando te tiré al suelo. ¿Estas bien? No te lastimaste nada ¿cierto?
— No te preocupes por mí.— le sonrió y acarició su mejilla con una mano.— Yo estoy perfecto y no lo estaría si no me hubieses salvado. Yo debería pedirte disculpa tienes la muñeca lastimada por esa titan. Descansa un poco mientras yo intento llamar a los titanes. Pareces estar un poco agobiada.
Jean tomó su mano lastimada y dejó un beso en ella. Selene sintió como su estómago se revolvía y como sus mejillas empezaban a arder. Últimamente Kirschtein se comportaba de esa forma amorosa con ella y solo le sacaba las casillas de lugar. No sabía porque, pero a su lado se sentía raro. Pensó en preguntarle a su hermano que era lo que significaba eso, pero siempre pasaban dos cosas: no lo podía ver y no soportaba a Jean. Incluso cuando le contó a Sasha y a Connie lo que le pasaba los dos insistieron que ella estaba enferma y que debía ir urgente a un médico, ya que no era normal que estuviera tan roja y que su estómago se re volviera.
Se levantó del pasto y camino hasta donde estaba Armin. Mientras Reiner vendaba su cabeza ella se fijó que no tuviera ninguna herida más. De fondo se escuchaba a Jean llamando a sus caballos, si recuperaban otro caballo más los cuatro podrían avanzar, con uno solo dos se quedarían ahí a la deriva. Paso su mano por los pelos de Armin y los sacudió. El estaba absorto en sus pensamientos y ella sabía que el ya tenía una idea de quién era.
— Armin, piensas lo mismo que yo. ¿No es cierto?— le preguntó e hizo un gesto con la mano dando a entender que era Annie. El asintió y ella solo pudo suspirar.
Por un momento deseaba que le confirmaran que estaba siendo paranoica y que su cerebro solo estaba conspirando en su contra, pero Armin pensaba lo mismo que ella. Ambos sabían que ella era la titan. Pero todo era real y lo próximo que debían hacer era comunicárselo al comandante. Ya no había vuelta atrás.
— Tenemos que decidirnos pronto.— Dijo Reiner.— Es una decisión difícil pero dos tendrán que quedarse.— En ese momento reino el silencio porque hasta Jean dejo de llamar a su caballo.
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The end of the world | Jean Kirschtein
FanficJean Kirschtein X OC fem! En un mundo en donde atrás de los muros se siente como el fin del mundo y por dentro como una jaula esperando ser abierta para que los titanes te coman. En donde gran parte de la humanidad prefería quedarse encerrados en es...